Gerardo Burton
geburt@gmail.com
Atravesada por tu lanza
Pierdo los ojos,
Traigo el pan en silencio
Para sobrevivir esta mañana
Corre el agua bajo mi boca
Salto hacia la luz quebrada
Quiero romper el alba entre las frutas
Quiero abrir las palabras
Eugenia Mugnani Ranea, inédito
Los viejos stalinistas
Los viejos camaradas prefieren no hablar de las viejas luchas,
se quedan silenciosamente junto al vino
o salen una vez por semana de noche a caminar,
cruzaron el mar juntos
y juntos a ambos lados del mar siempre lucharon,
leyeron los mismos libros y en las paredes de sus piezas
están los mismos retratos colgados,
incluso aquellos que hoy a nadie se le va a ocurrir.
Sería bueno traerlos un domingo
y darle vueltas al mate hasta que cuenten,
pero hablan medio español medio italiano
y hablan a medias,
ni hablan casi,
todo lo que dicen ya es sabido y queda en el aire,
todos los que escuchan siguen sin entender,
andan con los ojos cerrados y cabecean
como si siguieran hasta la muerte votando que sí,
además esa tristeza en particular que hay en sus ojos
se parece a la de ciertos retratos descolgados,
solo esperan a que alguien se los lleve definitivamente del rincón.
Alberto Szpunberg, en Juego limpio