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Thursday, January 21, 2016
De la percepción de las personas
El mundo está hecho de percepciones. Cada día nuestros cerebros reciben una enorme cantidad de información, la cual nosotros procesamos de manera sorprendente y entonces, percibimos hechos y eventos de maneras muy particulares, pero que al final de cuentas nos permiten poder lidiar con este mundo. Hay ejemplos de cómo la percepción de las personas es algo muy subjetivo. Uno de ellos es poner a personas en una situación extrema, por ejemplo, observando un robo. El ladrón, por ejemplo, toma la bolsa de una mujer y corre. Acto seguido se le pregunta a los "testigos" qué vieron. La mayoría se hace de una percepción que difícilmente corresponde al evento. Sí, hay detalles verdaderos pero muchos otros son "inventos" del cerebro para poder armar una imagen de lo que acaban de ver. Por ello mismo, no es garantía de nada la existencia de testigos en muchas ocasiones.
Y si hablo de esto es porque a pesar de que faltan poco menos de 3 años para que venga un nuevo presidente de la República, ya se están destapando y auto-destapando muchos personajes. Ya hablé de Pedro Ferriz de Con, que no sé de dónde sacó la idea de que podría ser un buen candidato ciudadano a la presidencia. Si finalmente Ferriz es un periodista, nada más. Fernández Noroña, tan combativo siempre, ya decidió que le querrá hacer la competencia a Andrés Manuel López Obrador, pero la realidad es que el Peje ya se ha apuntado a la siguiente elección sin importar lo que digan los demás. Él no se quedará fuera de la contienda así que Noroña chance se auto-descalifique para no hacerle al candidato de izquierda que ayude a la derecha, quitando votos que bien podría tener un candidato único de izquierda. Pero bueno, ya veremos. Ferriz de Con ha dicho algo similar y lo que más me llama la atención es que, desde su anuncio, ya saca videos indicando que los mensajes que ha recibido del pueblo de México le hacen pensar que debe seguir en la contienda. Vamos, un vanidoso más que se siente ungido por el dedo de Dios.
Margarita Zavala, la esposa del ex-presidente Felipe Calderón, ya anunció que quiere postularse como candidata (probablemente por el PAN) y evidentemente por ahí se maneja que el capo de capos, Manio Fabio Beltrones, quiere ser el gallo del PRI. Y faltan otros en la lista: Ebrard, Mancera, el Bronco, entre los que me acuerdo ahora. Falta ver quién más decide lanzarse, pues con aquello de los candidatos independientes, ahora tenemos ya un ejército de salvadores de la patria.
Lo que me parece interesante es precisamente que estos personajes se quieren lanzar a la presidencia porque en el fondo la percepción es que se trata de un trabajo fácil. Vamos, que ninguno de ellos quiere dedicarse a ser plomero, porque probablemente no tenga los conocimientos mínimos de este oficio, Pero tampoco creo que entiendan mucho de economía y de administración, temas que supongo son sustanciales para quien quiera ser presidente, pero eso no importa, nos lanzamos igual. ¿No está un imbécil en la presidencia? Seguro que cualquiera de los que se quieren apuntar a la elección de presidente se sienten más capaces que el que está hoy en los Pinos.
Y porqué es una cuestión de percepciones, ¿qué importa si desaparecen 43 normalistas? ¿O si el dólar llega a 20 pesos? ¿O si no puedo decir qué tres libros me han marcado? ¿Qué importa que no sepa quién es Jorge Luis Borges y entonces diga José Luis Borgues? ¿Qué importan las críticas? Al presidente no lo sacan de este puesto hasta que termine su mandato, aunque el país se vaya al carajo. Por ello mismo, ya tenemos un contingente de personajes tristemente célebres, que quieren ser presidentes (más los que faltan).
Ser presidente es la rifa del tigre por seis años. Quien esté en ese puesto será vilipendiado, con o sin razón. Las decisiones que tomen podrán ser buenas o malas, pero eso no hace ninguna diferencia. El asunto es que después de que se llegue a ese puesto, y se dé cuenta el nuevo presidente que sus buenas intenciones chocan contra una inercia política imposible de cambiar (a menos que se vuelva un dictador), entonces tomará el camino fácil: no verá, ni oirá al pueblo y terminará haciendo lo que todos los presidentes: buscará hacerse de tanto dinero para que las siguientes generaciones de su familia no padezcan jamás de pobreza.
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