Correr 42195 metros, un maratón completo, no es cosa fácil. De hecho, hoy día ya no me interesa repetir esta hazaña, la cual hice en un par de veces, cuando tenía menos años. Ahora lo medito y me parece un esfuerzo demasiado grande. Creo que lo mío son las carreras de 10 kms. No son extremadamente largas y se pueden correr en alrededor de una hora. La virtud del correr, aparte de los beneficios que trae el hacer ejercicio, es que uno realmente no compite contra nadie. Se trata de esforzarse, de hacer una buena marca, de simplemente pasar un rato corriendo en una competencia oficial, que al terminar siempre -o casi siempre- se premia con una medalla de participación.
Pues bien, hace algunos años, no sé cuántos, corrí el Maratón de la Ciudad de México. Éste no es el mismo que el que organiza el Gobierno del DF. En el que yo participé, lo bonito realmente es que se corría la Ruta Olímpica, es decir, se llevaba el mismo trayecto que en el maratón de la Olimpiada de 1968, celebrada en la ciudad de México. Hice poco más de 4 horas, según recuerdo.
Al siguiente año, entré de nuevo a esta competencia. Fui por mi playera, mi número, y las instrucciones de último minuto. Me entregaron los organizadores una bolsa con todo esto. Además, se incluía el poster oficial. Llegué a mi casa y mi hermano Pedro me dice: "a ver el poster...", Lo desplegamos y para mi sorpresa ¡salgo en el cartel oficial de ese maratón!
Hoy me encontré el cartel en un cajón y decidí dejar constancia en el blog de mi paso por esta actividad verdaderamente extenuante, aunque muy emocionante al final de cuentas.
4 comments:
Qué padre documento!
Mejor docuemtneo histórico que la foto de Madrazo :D y sin "atajos"
Felicidades.
Sí, histórico... considerando que deben haber tomado muchas fotos antes de decidirse por poner las que pusieron en el cartel.
Creo además que Madrazo me envidiará.
Que buena anécdota, debió ser una gran sorpresa verte ahí en el poster.
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