La pasada semana fuimos toda la cuadrilla a una sidrería guipuzcoana. La temporada de sidra dura básicamente desde Enero a Abril y durante ese tiempo se puede degustar la sidra en el mismo sitio donde se produce. La sidra se almacena en barricas o kupelas, unas de madera y otras de aluminio. Además se come el típico menú de sidreria consistente en tortilla de bacalao, bacalao frito con pimientos, costilla asada, chuletón y de postre queso con nueces y membrillo. Sidra se puede tomar la que cada uno aguante. Normalmente se come en mesas largas donde se acomodan juntos gentes desconocidas.
Este tipo de establecimientos no difiere mucho de las cerveceras, las biergarten alemanas o los heurigen austríacos. Pero lo más interesante de las sidrerias es el "txotx", que es un grito, que un jefe de sala profiere y todos los comensales se levantan de la mesa, cogen su vaso y le siguen hasta una de las barricas o kupelas para beber la sidra de la misma después que esta persona abra la espita de la barrica. Se bebe junto a la kupela y se comenta la bondad de la sidra y se vuelve a la mesa a seguir comiendo. Pero a los pocos minutos el grito se escucha de nuevo y la misma historia, todos se levantan y van a beber en este caso de una nueva barrica. Y así se van probando la sidra de las diferentes barricas y comparándolas. En el caso de esta sidrería, había, si no recuerdo mal, 17 barricas y algunas de ellas se repitieron varias veces.
Bueno, todo esto para deciros que el ambiente es extraordinario y no faltan las canciones de la concurrencia, y que he querido reflejar en esta acuarela el rito de acudir a obtener un vaso de sidra cuando el encargado del comedor con su grito de "txotx" nos ha llevado hasta la barrica.