El camino del amor

La vida no tiene un único camino.
Hay muchos.
Y en todos ellos hay luz y oscuridad.
Al avanzar, a veces nos sentimos extraviados.
Según lo que le pidamos a la vida
y lo que estemos dispuestos a renunciar
podemos confiar en que el camino adecuado aparezca.
Quizá elegimos el camino del adiós
y en el mismo lugar de la despedida
aparece un nuevo camino del amor.
A la cita del adiós, acude la bienvenida.
La vida nos ofrece un cambio,
porque la vida es rica.
Las creencias limitadoras nos impiden pensar
que puedan ocurrir cosas semejantes.
Y tenemos que aprender de nuevo
lo que es realmente el amor.

Efímero

Capta el instante que no ha de volver nunca.
Respira. Hay fuerzas que te rodean por todas partes.
Se fiel al verdadero amor.
Siempre aparece abriéndose paso a codazos.
El amor es repentino y se desvanece con facilidad.
Si no le pones buena cara a la pasión, se fuga.
Pon entusiasmo y piensa que puedes hacerlo.
No es sencillo.
Pero el tiempo devora las horas implacablemente
y el instante no se repite.
El verano se aleja volando. No va a detenerse.
Aprovéchalo. Vive con alegría el presente.

Así habló una voz que salía de dentro de mí,
la voz del poeta que habita en mi interior.

Conversación

Después de intentar meditar
buscando la paz en el alma y el corazón,
combatiendo con la poderosa algarabía de los pensamientos,
sentía la necesidad de la comunicación.
Era una necesidad espiritual.
Una charla entre nosotros sin apresurarse,
como un caminar juntos relajado,
buscando lugares de descanso y de marcha,
una conversación fácil sobre asuntos importantes de la vida,
sentir el alma, subiendo y bajando alturas,
compartiendo conocimientos y recuerdos.
Disfrutar de la simple presencia durante un buen rato.

Hasta que llega el silencio,
el dios de la conversación se aleja,
las mariposas revolotean
y me duermo pronto
como un recién nacido que ha saciado el hambre.

Fluir

A veces me siento partido en dos,
con una mezcla de tristeza y felicidad,
con ansias irrazonables y confianza ciega
en el misterio del amor.
Con frecuencia sueño que resurgirá de nuevo mañana,
que será fácil
y elijo la tiranía de las expectativas.
¿Pero quién no ha bebido las aguas de la decepción?
Entonces oigo los rugidos de fiera de la catástrofe,
se abren los abismos como cielos oscuros,
la fe se derrumba sin saber siquiera lo que he perdido.

Sin embargo, la vida tiene sus propósitos,
su rodar con delicadeza.
Los vientos del futuro son siempre tempestuosos.
La vida es la muerte
para el que no fluye de buena gana.
Lo sencillo es no buscar,
no resistirse a la corriente,
seguir viajando y abriendo puertas
sin saber lo que vas a encontrar,
fluyendo sereno en el río de la vida.

El sueño

Esta noche he soñado contigo.
Estamos sentados en una hermosa noche de verano.
En la bóveda celeste resplandecen las estrellas.
Tú estás recostada en mis brazos.
Un sentimiento profundo,
más poderoso que el tiempo y la distancia,
calienta nuestros corazones.
Aún todo es posible.
Yo me atrevo a decirte cuánto me gustas.
Tú no dices nada,
pero de tu cuerpo estremecido
brota un murmullo de placer.
Alguien toca un instrumento,
quizá una guitarra, quizá un violín.
El instante es demasiado delicioso para saberlo.
Entonces, sin que el miedo ni la culpa nos importunen,
la noche nos acoge para siempre,
una noche eterna y universal,
una noche que no termina nunca
y que nosotros no abandonamos jamás.

Había una vez

Había una vez un hombre enamorado.
Sabía que la fortuna
le había concedido una nueva vida
y sentía la felicidad de comenzar de nuevo.
Sin embargo el amor significa riesgo y aventura.
Él conocía las advertencias de los viejos poetas
que sufrieron el potro del tormento
encadenados en la cárcel del amor.
Así que fue al lago del olvido
a donde los recuerdos van a morir
y se hundió en él alegremente.
Al salir había olvidado su vida anterior
y se sintió alborozado,
apremiado por las flores del verano,
por la sonrisa del sol
y por la paz que ascendía de las profundidades de la tierra.
Así empezó su nueva vida.
Y junto al río del tiempo,
el dios del amor
le hizo un gesto de bienvenida.

Musa

A ella le gusta ser su musa.
Su corazón se siente tocado
por el embrujo de la poesía.
Él canta con voz cautivadora
para que ella no se preocupe tanto
por los obstáculos que los separan.
El amor es una fiesta
a la que no está invitada la sensatez.
Él quiere que se sienta
una bellísima musa.
En el pecho de ella
despierta poco a poco
una poética pasión.

Melancolía

A bordo de la melancolía,
como único pasajero,
viajo con el atrevimiento
de llegar a la playa de tu corazón.
Quizá sea ya demasiado tarde.
Quizá el amor ya se haya enfriado.
Suele pasar.
El amor que todo lo consume
pronto pasa de largo
y desaparece.

Se va acercando el otoño.
El recuerdo de este verano
se convertirá en leyenda,
y yo caminaré
sobre las ascuas de su belleza.

El don

Es un misterio de dónde llegan las palabras.
A veces se enhebran delicadamente.
Otras van surgiendo con cierta dificultad.
En ocasiones se arrastran unas a otras.
Como por arte de magia,
salen de mi mano.
Yo no aprendí su oficio.
Es un don.

El duende de los deseos

En el bosquecillo
hay un duende de los deseos.
Vive entre los árboles,
se esconde en el follaje
y no es fácil encontrarlo.
Los amantes furtivos
que se atreven a buscarlo
descubren que ha desaparecido.
Pero él los espía en la sombra.
Es delicioso escuchar
el latido del corazón de los enamorados,
oler la fragancia de su amor,
contemplar sus bocas mezclándose,
imaginar el tacto de terciopelo de sus caricias.

Ellos no ven al duende de los deseos
pero sienten su presencia
y han venido hasta el bosque
para pedirle algo.
Los pájaros y los insectos
enmudecen un instante.
El duende escucha su secreto deseo
en silencio.
Después vuelven a besarse durante largo tiempo,
y finalmente, se alejan
cogidos de la mano.

Luna llena de agosto

Sentado en el balcón
miro la luna llena de agosto.
Es como una señal luminosa
que me dice: vas por buen camino,
el camino del amor.
No hagas caso del sentido común.
Fluye con los acontecimientos
sin plan alguno.
El amor tiene sus propias leyes eternas,
obedece sus órdenes.
Hay esperanza para los corazones
de intenciones puras.
Y recuerda,
si un sueño se anhela intensamente
es más fácil que puedas vivirlo.

La luna llena de agosto
brilla resplandeciente.
Mi corazón también está radiante.

Necesidad

El amor es una necesidad.
Por eso, no hace falta
que tenga un final feliz de antemano.
Con todo, ponemos alguna resistencia
por miedo al dolor.
Pero al final
cedemos a su voluntad.
Cuando el amor ordena: escúchame,
no importa que no estés preparado.
Él no promete nada
pero entra en tu pensamiento,
en tu corazón, en tu alma
y se convierte en una necesidad.

Confianza

Los poetas tenemos confianza.
Confiamos en nosotros mismos,
en que lo que escribimos
será lo suficientemente grande.
Confiamos en encontrar
la chispa que enciende la llama de la poesía,
el universo está lleno de enigmas
que resisten el examen de la razón.
Confiamos en que después de prestar nuestros servicios
no seremos olvidados.
Confiamos en el poder de la poesía
para cambiar el mundo.
Confiamos en nuestros impulsos.
Confiamos en que los sueños se cumplen
cuando lo deseas con toda tu alma.
Especialmente confiamos en el amor
y nos dejamos arrebatar
por la fuerza de su propia insensatez.

Por eso confío, alegre, tranquilo,
en que tus labios y tu cuerpo
volverán inevitablemente
a mis labios y a mi cuerpo
y volveremos a danzar
con la música del amor.

Vida fácil

Verano.
A la sombra de los árboles
del boulevard.
¿Qué importa
no haber podido viajar?
La ciudad está en calma,
sin prisas,
libre de preocupaciones,
holgando.

Lejos de aquí
están los mares
llenos de islas exóticas,
los bosques asilvestrados
y las montañas
de millones de años.
Pero la vida fácil
transforma cualquier lugar
en un paraíso
y yo disfruto
del simple placer
de ver pasar
el verano.

Rodeada de mar

Sentada en una roca,
rodeada de mar,
en un paraje de ensueño,
te contemplo
en la fotografía.
Rozo tu espalda desnuda
con el dedo,
acaricio tu pelo mojado
que cae
sobre tus hombros
y los recuerdos
emergen de nuevo.

Comienza la batalla
de sentimientos.
Me peleo contra mí mismo,
golpes y contragolpes
para no permitir
que el mar a tus pies
alimente de nuevo el sueño
de que pudiésemos formar
una pareja feliz.

Pero tú sigues ahí,
rodeada de mar,
como una graciosa sirena,
con malvada determinación.

Vivir el presente

La incertidumbre
camina sigilosa a mi lado.
Poco a poco
me doy cuenta
de que es una buena compañera.
En tiempos difíciles
es casi imposible
no pensar en el mañana,
no dejarse arrastrar
por las expectativas
de un futuro amable,
no soñar con el encuentro
que abra de nuevo
las puertas del amor
y la alegría universal.
Ahuyentando la melancolía,
sales demasiado pronto
a perseguir la felicidad.
Queda, sin embargo,
una cierta nostalgia,
la decepción,
la aceptación de que todo terminó
y nada será como antes,
el resplandor de los recuerdos…

Y ahora,
viajar así,
sin dirección, sin meta,
dudando del rumbo a tomar.

Órbita del devenir

Hace ya años
que comenzamos
tú y yo
la gran aventura
de compartir nuestras vidas.
En aquel entonces
se habían desatado
las fuerzas arrebatadoras
de la pasión
y fue hermoso
dejarse arrastrar
por el deseo
de compartirlo todo.

Han pasado años
y hemos hecho juntos
un trecho del camino
entrelazadas nuestras manos.

Fuiste fascinante.
Me has enseñado tanto…
Me has regalado tanto…
Gracias, mi amor.

La órbita del devenir
ha ido trayendo
lo difícil,
lo endiabladamente difícil
y se ha acabado la fiesta.

La lluvia cae dentro de mí
y me duele.