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lunes, 8 de marzo de 2021

Reservado el derecho de admisión

 

A todas las mujeres que han sufrido  

o sufren  violencia de género, 

con el deseo de que la vida les brinde la inspiración

 la fuerza necesarias para liberarse de su prisión

 


He cerrado mi jardín para ti.

Renuncio a seguir siendo doliente testigo.




Ya no quiero ver más cómo pisas mis flores,

ni cómo lanzas piedras a los pájaros de mi jardín

y destrozas sus nidos.


Me he vestido con un traje de tulipanes amarillos

para confundirme con el sol

y que no me veas.




 

He vetado mi jardín para ti.

No dejaré que vuelvas a escupir sobre el agua de mi río,

ni que lo enturbies con tus suelas manchadas de lodo.

 

Lo he cerrado por siempre para ti,

para que dejes de tronchar las ramas de los árboles que me dan cobijo,

de arrancar las rosas de mi rosal,

solo porque no puedes refrenar tu impulso de deshojar sus pétalos.

 

No volverá a quebrarse en mi jardín

su silencio con tu ruido.




Por fin respiro a mil años luz de ti,

amparada por la distancia de las estrellas.


La luna es mi centinela,

se cubre de negro y me oculta

y me avisa si te acercas.

 

A partir de ahora,

ya nunca volverás a entrar en mi jardín,

queda reservado el derecho de admisión.




 


viernes, 1 de mayo de 2020

Como cada año





Como cada año
se abren para recibirte,
para celebrar el día en que naciste
y la luz que nos das.

Llevo tu corazón conmigo,
lo llevo en mi corazón.

Es este sentir
de los versos de Cummings
lo que hace que sigas viva 
dentro de mí.

Ese irte sin haberte ido,
ese saber que siempre estarás conmigo,
y que lo conforman tantas cosas,
tantos hilos invisibles
tejidos por la fuerza del amor y la vida.

Son tantos que no se pueden nombrar,
hilos de luz entremezclados, abrazados,
que a veces son recuerdos,vivencias,
y otras, no más que una sensación profunda
o un sentimiento puro.

Hay conexiones tan fuertes
que siempre permanecen.
No hay tiempo ni distancia 
que las pueda detener.

Por el contrario, 
el tiempo y la distancia
hacen que aumente su certeza 
y la claridad de la unión,
a medida que desaparece 
la telaraña del dolor.

No deja de sorprenderme,
un misterio que alivia y
reconforta, saber que
siempre vivirás en mí.

Porque
Llevo tu corazón conmigo,
lo llevo en mi corazón.




miércoles, 26 de diciembre de 2018

Felices neuropéptidos


Hay personas a las que la realidad que les rodea le es favorable y no necesitan recurrir a la imaginación para sobrevivir. Otras, cuya realidad es triste y que sin apelar a la imaginación, van sucumbiendo a su propio entorno y muriendo poco a poco.

Y hay gentes capaces de cambiar la realidad a su antojo. Se tumban boca arriba sobre el agua, bajo un cielo gris encapotado, y ven cruzar bandadas de ibis sagrados, aves del paraíso, guacamayos de plumajes iridiscentes, nectarinas malaquitas de cresta roja, cacatúas blancas resplandecientes, quetzales que dejan la estela de su paso ondeando las plumas de su cola.



Y el cielo sigue encapotado, pero sus miradas brillan como faros en la tormenta.

Son estas mismas personas las que viven los sueños en la realidad, o las que transforman su realidad en un sueño. Las que tras una profunda confusión, despiertan dentro del sueño para saberse despiertos, y volver a despertar dentro de ese mismo sueño; y ya no confundirse más, porque entre vigilia y sueño, asienten con Segismundo, y con su padre Calderón, que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.

La realidad limitadora no es más que un velo sutil de una araña traicionera, pícara de inmortal belleza, que se ríe con descaro por vernos enmarañados en su prodigioso tapiz. Cierto es que los contrarios abundan en esta vida, que la alegría y el llanto pujan por la misma salida. No es más cierto uno que otro, tanto monta, monta tanto… y si lo ves con los ojos claros de un alba nueva, el enredo que lamentas, la miseria que se adhiere como liana a la planta de tus pies, todo queda reducido a una fiesta singular, un jolgorio, un aplazar, un salirse de esa danza macabra que es la existencia cuando se mira desde un único ángulo.

El que imagina, sobrevive. La imaginación no es una fórmula de supervivencia basada en el escapismo o la huida. Es una fórmula inteligente de supervivencia, que bien planteada y dirigida, consigue reponernos de la adversidad y transformarla en una circunstancia favorable.

Neuropéptidos, los emisarios del alma, los comunicadores entre la mente y el cuerpo, los hacedores de nuevas realidades.


viernes, 29 de abril de 2016

Celebrando lo nuevo





Esta mañana me ha despertado tu abrazo ¡Qué regalo inesperado! Y tu voz, susurrándome al oído que fuera muy feliz. Nos hemos quedado así un buen rato, en esa unión poderosa que forma el abrazo de una madre y una hija, deseándonos cosas bonitas. He sentido ganas de lo nuevo. Creo que has sido tú, con tu alegría quien me ha contagiado las ganas. Tan a gusto que no quería moverme.

De nuevo, tu voz me ha impulsado a levantarme, a buscar los colores de la mañana. Con la suavidad de una agenda en blanco por delante, me he puesto a mis cosas. Hago estiramientos, medito, recojo casa, desayuno y tu abrazo sigue conmigo. Y esa ilusión de lo que está por descubrir. Hago recuento. Suelto lo que no quiero, afianzo lo que amo, sueño con lo por venir.

Entonces me doy cuenta. Es el primer cumpleaños desde que te has ido, donde la alegría se ha hecho dueña. Te siento tan grande y tan cerca que tengo que abrir y cerrar las manos muchas veces seguidas, para apretar la nada, como tantas veces, apretar tu ausencia. Y las briznas de impotencia me alcanzan, por no poderte ver con los sentidos primarios, escucharte con mis primarios sentidos, olerte, darte mil besos, mil abrazos, mi te amos… Advierto que es un nuevo llanto, hoy todo es nuevo, el dolor es secundario. Un llanto que  moja sin inundar, que permite seguir recordando, silenciosa lluvia que se recibe con una sonrisa.

El Amor ha pasado a un primer plano. Tu Amor tan grande, que siempre fue mucho más grande, vuelve a ocupar su lugar.

Tal vez haya sido el despertar con tus besos y tu alegría. O el trabajo de este corazón en duelo, más repuesto. Pero lo cierto es que hoy el Amor brilla por encima de todo lo demás. Y lo celebramos juntas. Siento que una vez más vuelvo a nacer, y te agradezco. Que tu Amor me vuelve a la vida. De nuevo tu Amor, tu inmenso Amor, me vuelve a la luz.

viernes, 20 de marzo de 2015

Una Vida Preciosa




No importa que el día se haya vestido de gris perla, con su traje mojado de primavera.
Ni que la luna se interponga entre la tierra y el sol. 
Junto a ti parece que siempre sea verano. 
Tu alegría contagiosa, tu sonrisa. Te miro y me siento prendida de tu amor.
Te agradezco tanto. 
El bello jardín que has dejado.
Tu vida, tu preciosa vida que tanto bien nos ha hecho. 


jueves, 1 de mayo de 2014

Fiesta en el jardín


Una lluvia de jazmines ha crecido en tu jardín.


El pacífico de la entrada también ha florecido para ti, y las orquídeas que siempre se abren para tu cumpleaños.



Hoy el jardín ha amanecido exultante, feliz y radiante, como una niña que corre para encontrarse en los brazos de su madre. Se ha despertado para celebrarte. Sabe que tal día como hoy naciste hace años, como un rayo que se descolgara del sol, un trozo de cielo claro, una suave melodía que bajara a tierra para hacer más dulces y felices los días de los que tanto te amamos. 

Los pájaros te cantan, te echan de menos pero te cantan, sabiendo que su música te alcanza. La yuca los acoge sonriente entre las florecillas moradas colgantes, aquellas que cuidabas y que siempre te recuerdan. Y el jardín observa la escena, desde la calma y el silencio de los ancianos y los recién nacidos.


Un no sé qué puro y claro revolotea cerca de mí.

Me uno a la fiesta del jardín. Y te regalo esta lluvia de jazmines, orquídeas y flores moradas, un mar en calma, infinitos cielos de luz, todo el amor de mi corazón. Mis momentos felices, mi corazón en el tuyo, celebrando tu claridad, junto a la luz incesante que baña tu jardín.



martes, 18 de marzo de 2014

Lo más bello




Lo más bello que desde el cielo puede crecer en la tierra: una rosa de amor. Un regalo especial para dos preciosas jardineras, con toda la luz del sol, y también de las estrellas.



lunes, 10 de marzo de 2014

Una fiesta cada día





Para nuestro querido amigo Pedro, en su reciente cumpleaños, este dibujillo entre amigos para desearle la mayor felicidad. ¡Hip, Hip... Hurra!

viernes, 18 de octubre de 2013

Campanas de boda


Os dejo la tarjeta de felicitación y el poema que pinté y escribí para felicitar a mi primo Salvador y a Macarena en el día de su boda, el pasado 12 de octubre ¡Felicidades, familia!


 

Habla la novia

Son muchos los jardines que nos quedan por ver florecer,
muchas las estrellas que nos quedan por contemplar,
caminos por recorrer,
mares que surcar,
montañas por explorar.

Habla el novio

Son muchas las canciones que nos quedan por escribir,
música para bailar y noticias que celebrar.
Muchos abrazos por darnos,
muchas noches con luna y sin luna para amarnos.

Habla la novia

Mensajes románticos,
desayunos de fin de semana,
risas y charlas, y silencios en calma.

Habla el novio

Y también vendrán los pájaros, esos muchos que soltaremos,
para verlos volar, para volar con ellos,
y con las cometas, y las nubes,
porque a veces volaremos.

Habla la novia

Y también puede que haya momentos en que no veamos las estrellas, o que la lluvia nos confunda la mirada borrosa, pero serán eso, solo momentos que pasarán con la fuerza de los corazones, con la confianza en el corazón del otro, para afianzar nuestro amor y la magia que hemos creado, que será más magia y nos abrirá cielos más amplios y tierras hermosas donde seguir caminando.

Habla el novio

Porque lo importante es que iremos juntos. A veces nos cogeremos de la mano, y otras simplemente iremos juntos, sintiendo la cercanía del otro que es lo más bello de este paso que hemos dado, con la alegría del alma, con el deseo sincero de querer compartir la vida juntos.

Hablan la novia y el novio

Nuestra suerte es inmensa, no es fácil encontrarse, nuestra suerte es inmensa.
Nos han dado alas para conocer el centro del universo.
Toma mi mano, extendamos las alas,
volemos pues, esto es solo el comienzo,
el bello principio de todo lo bello que nos queda por recorrer.







lunes, 18 de febrero de 2013

Violetas silvestres



 

   

El abuelo Salvador siempre tenía caramelos de La Pajarita y de Violetas que compraba en las bombonerías de la Puerta del Sol y de la Plaza de Canalejas cuando iba a Madrid. Luego, la abuela María Rosa nos los daba a los nietos cuando íbamos a su casa. 

Me encantaba aquella ceremonia, seguir a la abuela, como a hurtadillas, para entrar en su dormitorio, tan recogido, tan limpio, tan en silencio y en penumbra. La abuela María Rosa abría entonces con la llavecita dorada el portón de madera del antiguo armario, sacaba los caramelos y me los daba. Por aquel entonces aquellos caramelos me parecían demasiado duros y no apreciaba tanto su sabor como el ritual para conseguirlos y lo bonitos que eran. Los de pajarita, de colores brillantes y rectangulares, demasiado grandes para la boca de una niña; y los de violeta, pequeñitos y con la forma de la flor. Los de violeta eran los que más me gustaban, la textura empalagosa, el intenso aroma que desprendían cuando los saboreabas. Me parecía que comía perfume, y me encantaba.

Hace más de veinticinco años que no pruebo esos caramelos, pero el sabor y el aroma se han quedado grabados en mi memoria con la misma dulzura que se ha quedado grabado el amor de mis abuelos. Y eso me hace pensar que el aroma de las flores encierra el mismo misterio que el de los recuerdos de infancia; son frágiles y profundos, a la vez que intensos y llenos de fuerza.

Por eso hoy quiero regalarle a mi abuelo un ramo de violetas silvestres que, como los caramelos que él nos regalaba, me recuerdan siempre a él.

miércoles, 28 de marzo de 2012

La magia del momento


No tienen prisa, no aceleran ni retrasan nada. Están ahí, enraizadas al momento, viviendo paso a paso un proceso, sin creer en un principio ni en una culminación. Son orquídeas silvestres.

Florecen desde hace años cada primavera en el jardín. Hace semanas asomaron sus primeras yemas. Mi primer deseo al verlas, fue el alcance de un futuro, “¡Qué bonitas cuando se abran!”, pensé. Luego me quedé mirándolas, y me puse a escuchar. Entonces mi deseo inicial se desvaneció frente a la maravilla del presente. De la semilla hasta su manifestación hay todo un ciclo. Ellas viven cada etapa como un fin en sí mismo, sin forzar nada, sin hacer diferencias, ni darle más importancia a una u otra parte del proceso.Cada parte es necesaria, encierra su propia belleza y conlleva un aprendizaje. Creo que ahí reside la fuerza y  armonía de la naturaleza: en la intensa presencia con la que se muestra en cada aquí y ahora.

Alcancé mi sombra: la de mi impaciencia latente por acabar cada proyecto que empiezo, la ansiedad que genero frente a todo lo que queda por hacer, o la inquietud en la espera por la llegada de una fecha en el calendario. Por esa manía de vivir hacia delante, o hacia atrás, tanto da, la cuestión es vivir fuera de momento y lugar.

Por suerte, están las orquídeas silvestres. Para alertarme que cada paso del camino constituye una parte del conjunto, y que ese conjunto solo madurará cuando se haya completado cada fase. Que será un resultado, que terminará pasando y nada más, y que es absurdo esperar a celebrar el resultado y perderse la celebración del instante.

Ahora que las miro, las veo tan bellas, o incluso más que cuando están abiertas. Albergan la belleza in situ y en potencia, que se va alimentado y creciendo cada día. La energía de la transformación, del fluir constante, del gran misterio que es la vida. 

Y por encima de todo, esa magia especial, ingrediente básico para la felicidad: la magia de estar conectadas al latir de cada instante.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Amanecer



Hoy es un día de esos en los que me siento nueva como un amanecer. Con la casa del alma abierta de par en par, para dejar entrar y salir lo mejor del momento.

viernes, 10 de febrero de 2012

Así de pequeña



Solo volvería a ser así de pequeña para una cosa: quedarme dormida entre los brazos de mi madre.