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dimarts, 21 de juliol del 2015
EN BLANC I NEGRE
dissabte, 22 d’octubre del 2011
L'HOME DEL NAS VERMELL...
«Hay quien dice que estoy loco, pero yo no creo en los imposibles. ¿Qué es más difícil, ganar un campeonato de artes marciales chinas a los chinos o llegar a Pekín en bici? Pues yo lo primero, ya lo he hecho», dice Ángel, el figuerense que fue campeón del mundo de wushu (kung-fu) en 1990.
-No es el primero a quien se le ocurre ir a China en bicicleta.
-La tira de gente está viajando en bicicleta, no ya a Pekín, sino dando la vuelta al mundo. Pero lo mío no es solo cicloturismo. Mi viaje tiene dos objetivos: el humanitario, que es repartir sonrisas por el mundo, y hacer un estudio sobre el arte de la risa.
-A los 20 años era deportista de élite y a los 40 es payaso. Menudo salto.
-En 1992 dejé la competición y me especialicé en esgrima teatral. Creé la compañía Capa i Espasa, con la que hacíamos coreografías de lucha, pero necesitaba conocimientos actorales y me formé como actor. Luego estuve haciendo giras por el mundo con la compañía Yllana de Madrid.
-¿De dónde le viene la vis cómica?
-El clown no me lo enseñaron, es innato. Mi hermano gemelo está haciendo de payaso en Las Vegas con el Cirque du Soleil. El clown se lleva en el ADN, si no, no se explica.
-De pequeños serían la monda.
-Éramos unos gamberros. Nos llamaban Zipi y Zape.
-Siempre ha sido un tipo gracioso.
-A las competiciones de kung-fu iba riendo. Veía a los competidores en un rincón, en posición de yoga, concentrándose, y yo me meaba de la risa. Así canalizaba el nerviosismo.
-Hay que tener humor para hacer 13.000 kilómetros en bici.
-Este viaje da sentido a todo lo que he hecho en 43 años de vida. No soy un lunático que se sube a una bici. Practico deportes de resistencia, sé lo que se sufre y no me da miedo enfrentarme a un público hostil que pase de mí. Conozco la sensación.
-Mejor. Tiene que cruzar Afganistán.
-Me han recomendado que no lo pise. De Irán pasaré a Turkmenistán, cruzaré los países exsoviéticos y de allí saltaré a China, evitando Afganistán y la cordillera del Himalaya.
-¿Cómo se prepara un viaje así?
-Hago tiradas de 150 kilómetros diarios en bici, pero nada te prepara para una travesía así; para hacer este viaje te prepara hacer el viaje.
-¿Qué se lleva?
-Voy con una bicicleta que, con las alforjas, pesará entre 45 y 50 kilos.
-¿Qué hay en las alforjas?
-Tienda, saco de dormir, hornillo, sartén, ropa (poca), botiquín, GPS, teléfono, cargador de baterías solar... y el portátil, para ir escribiendo en el blog de www.rodaclown.org.
-¿Y el traje de clown?
-Tiene que caber en las alforjas. ¡No puedo llevarme unos zapatones de payaso! No tengo escenografía y a menudo no podré enchufar la música. Tendré que hacer virguerías para que salga un espectáculo con cara y ojos. No se trata de cuatro malabares. Quiero estudiar el arte de la risa sobre el terreno, buscar qué es lo que nos hace reír, dónde y por qué.
-¿Sale con alguna idea previa?
-El slapstick o comedia de garrotazos puede funcionar en todo el mundo.
-¿Por qué?
-El tema de porrazos y caídas agrupa los conceptos más importantes que nos hacen reír: la sorpresa y la inferioridad. Homer Simpson es tonto, Mr. Bean es tonto. Son personajes intelectualmente inferiores y al espectador le gusta sentirse superior a lo que ve en escena. Eso nos hace reír.
-Se está poniendo muy profundo. Haga una broma, por favor.
-¡Está entrevistando por teléfono a uno que hace humor gestual! ¿Le hago una broma de mimo a distancia?
-Vale, vale. ¿Y cuál es el plan? ¿Llega a un pueblo y se pone a actuar?
-En el proyecto colabora la asociación Reír (Recursos Educatius per a la Infància en Risc), que está en contacto con oenegés que trabajan con población en riesgo de exclusión en los 13 países por los que paso. Ellos convocarán a la gente para que cuando yo llegue pueda hacer el show. Y si paso por un pueblo y lo veo muy triste, también me pondré a actuar.
-¿Qué le da más miedo?
-Los locos al volante. También sé que me estafarán y me robarán.
-¿Tiene una batería de chistes para seducir a los policías de frontera?
-¿Qué pasa si un policía uniformado se topa con un payaso? Quiero probar qué pasa si la policía de un país ex-
soviético me pide 50 dólares y yo reacciono con humor. Igual me meten una tunda y acabo en el calabozo.
reproduccio de l'entrevista de Gemma Tramulles a la seva seccio a contraportada del periodico del dia 22 d'octubre de 2011
-No es el primero a quien se le ocurre ir a China en bicicleta.
-La tira de gente está viajando en bicicleta, no ya a Pekín, sino dando la vuelta al mundo. Pero lo mío no es solo cicloturismo. Mi viaje tiene dos objetivos: el humanitario, que es repartir sonrisas por el mundo, y hacer un estudio sobre el arte de la risa.
-A los 20 años era deportista de élite y a los 40 es payaso. Menudo salto.
-En 1992 dejé la competición y me especialicé en esgrima teatral. Creé la compañía Capa i Espasa, con la que hacíamos coreografías de lucha, pero necesitaba conocimientos actorales y me formé como actor. Luego estuve haciendo giras por el mundo con la compañía Yllana de Madrid.
-¿De dónde le viene la vis cómica?
-El clown no me lo enseñaron, es innato. Mi hermano gemelo está haciendo de payaso en Las Vegas con el Cirque du Soleil. El clown se lleva en el ADN, si no, no se explica.
-De pequeños serían la monda.
-Éramos unos gamberros. Nos llamaban Zipi y Zape.
-Siempre ha sido un tipo gracioso.
-A las competiciones de kung-fu iba riendo. Veía a los competidores en un rincón, en posición de yoga, concentrándose, y yo me meaba de la risa. Así canalizaba el nerviosismo.
-Hay que tener humor para hacer 13.000 kilómetros en bici.
-Este viaje da sentido a todo lo que he hecho en 43 años de vida. No soy un lunático que se sube a una bici. Practico deportes de resistencia, sé lo que se sufre y no me da miedo enfrentarme a un público hostil que pase de mí. Conozco la sensación.
-Mejor. Tiene que cruzar Afganistán.
-Me han recomendado que no lo pise. De Irán pasaré a Turkmenistán, cruzaré los países exsoviéticos y de allí saltaré a China, evitando Afganistán y la cordillera del Himalaya.
-¿Cómo se prepara un viaje así?
-Hago tiradas de 150 kilómetros diarios en bici, pero nada te prepara para una travesía así; para hacer este viaje te prepara hacer el viaje.
-¿Qué se lleva?
-Voy con una bicicleta que, con las alforjas, pesará entre 45 y 50 kilos.
-¿Qué hay en las alforjas?
-Tienda, saco de dormir, hornillo, sartén, ropa (poca), botiquín, GPS, teléfono, cargador de baterías solar... y el portátil, para ir escribiendo en el blog de www.rodaclown.org.
-¿Y el traje de clown?
-Tiene que caber en las alforjas. ¡No puedo llevarme unos zapatones de payaso! No tengo escenografía y a menudo no podré enchufar la música. Tendré que hacer virguerías para que salga un espectáculo con cara y ojos. No se trata de cuatro malabares. Quiero estudiar el arte de la risa sobre el terreno, buscar qué es lo que nos hace reír, dónde y por qué.
-¿Sale con alguna idea previa?
-El slapstick o comedia de garrotazos puede funcionar en todo el mundo.
-¿Por qué?
-El tema de porrazos y caídas agrupa los conceptos más importantes que nos hacen reír: la sorpresa y la inferioridad. Homer Simpson es tonto, Mr. Bean es tonto. Son personajes intelectualmente inferiores y al espectador le gusta sentirse superior a lo que ve en escena. Eso nos hace reír.
-Se está poniendo muy profundo. Haga una broma, por favor.
-¡Está entrevistando por teléfono a uno que hace humor gestual! ¿Le hago una broma de mimo a distancia?
-Vale, vale. ¿Y cuál es el plan? ¿Llega a un pueblo y se pone a actuar?
-En el proyecto colabora la asociación Reír (Recursos Educatius per a la Infància en Risc), que está en contacto con oenegés que trabajan con población en riesgo de exclusión en los 13 países por los que paso. Ellos convocarán a la gente para que cuando yo llegue pueda hacer el show. Y si paso por un pueblo y lo veo muy triste, también me pondré a actuar.
-¿Qué le da más miedo?
-Los locos al volante. También sé que me estafarán y me robarán.
-¿Tiene una batería de chistes para seducir a los policías de frontera?
-¿Qué pasa si un policía uniformado se topa con un payaso? Quiero probar qué pasa si la policía de un país ex-
soviético me pide 50 dólares y yo reacciono con humor. Igual me meten una tunda y acabo en el calabozo.
reproduccio de l'entrevista de Gemma Tramulles a la seva seccio a contraportada del periodico del dia 22 d'octubre de 2011
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