COPA DE YOGUR, FRESAS Y MORAS

Esta tarde a partir de las 6, empieza la fiesta más importante de Holanda, que durará 24 horas. Las calles de todas las ciudades se llenarán de mercadillos improvisados, escenarios, barras, música, gente y sobre todo de naranja, naranja y naranja. Y también de rojo, blanco y azul.

Mañana se celebra el primer Día del Rey, cumpleaños del monarca holandés. El primero porque hasta el año pasado los holandeses tenían reina, Beatrix, y se celebraba el Día de la Reina el 30 de abril.

Y no es que yo sea monárquica, ni mucho menos, pero es que para un día de grandes festejos que hay en este país, pues hay que unirse un poco al ambientillo, ¿no creéis?

En cuanto a comida, creo que no hay ninguna receta típica de esta fecha, pero cualquier plato que lleve los colores adecuados vale, ya sea una crema de calabaza, un pastel de zanahoria, un hojaldre con una sospechosa capa naranja por encima... O esta copa de yogur y frutas con los colores rojo, blanco y azul.

BIZCOCHO DE YOGUR CON NUECES

Mi relación con los bizcochos nunca fue buena. Me encantan, y me parecen riquísimos, pero a la hora de hacerlos parecía imposible que salieran bien. Hasta ayer.

La primera vez que probé a hacer uno lo tuve en el horno ni sé el tiempo, y aquello no subía ni para atrás. De sabor quedaba rico, pero era un mazacote...! Entonces le echaba la culpa al horno, que era un microondas combi. Después, con el horno nuevo, me dije: bueno, ahora tendrá que salir bien. Y lo volví a intentar. Nada. Otro mazacotón. Después de aquello fue cuando empecé a hacer masas de pizza casera y a interesarme por el pan, las masas, levaduras, harinas... Y fue entonces cuando me enteré de que existen dos tipos de levadura de sobre: la que se activa con el calor dentro del horno y la que hay que dejar reposar y que haga su efecto poco a poco a temperatura ambiente. Así que eso era!!!

Ayer volví a darle una oportunidad al bizcocho (sí, lo sé, si es una receta sencillísima, pero cuando algo se me atraviesa...) e hice el típico bizcocho de yogur siguiendo la receta de Karlos Arguiñano aunque cambiándole algunas cositas. Prescindí del limón, usé yogur natural, añadí nueces y pusé azúcar glas con sabor a vainilla. Y esta vez sí. Con la levadura correcta y el horno bueno, quedó un bizcocho espectacular: con forma uniforme, dorado pero sin quemarse, jugoso y muy esponjoso. Una mitad la congelé en porciones para ir sacando cuando apetezca, y el resto para comer estos días. ¿Quién quiere un trocito?

COMPOTA DE MANZANA

Un postre muy típico para las navidades es la compota de manzana. Mi aita la suele preparar, no para Nochebuena ni Navidad, pero sí en esta época, y le queda muy muy rica. Es sencilla, sin muchos condimentos ni florituras, pero quizás sea eso lo que lo hace tan deliciosa...

GALLETAS DE JENGIBRE NAVIDEÑAS

El ambiente navideño ya se empieza a notar por las calles. Aquí en Holanda San Nicolás ya llegó la semana pasado, y el 5 de diciembre traerá regalos a grandes y pequeños. El centro de Utrecht está a rebosar cada fin de semana y las tiendas están llenas de adornos con abetos, estrellas, renos... ¡y muñecos de jengibre!

Como ya hace frío y anochece tan pronto, las tardes de domingo me parecen perfectas para cocinar, sobre todo galletas o pasteles. Y ayer tocó hacer galletas de jengibre decoradas en forma de muñecos. La receta es de Eva Arguiñano y me ha gustado mucho porque no quedan demasiado dulces. Para la decoración y seguido la videoreceta de Cocinar para dos.

BOLLOS DE MANTEQUILLA (de Bilbao)

El bollo de mantequilla. Hasta hace a penas un par de años no supe que este delicioso dulce es típico vizcaíno, que no se encuentra en otros lugares y que despierta pasiones entre los lugareños. Para mí era "el bollo de toda la vida".

Tampoco yo era muy aficionada a él cuando era una niña, pero sin embargo lo recuerdo bien. Recuerdo ir de paseo con mis aitas y mi hermano a media tarde y parar en alguna pastelería a comprar la merienda. Esto sucedía muy muy de vez en cuando y era todo un acontecimiento, que recibíamos con verdadera ilusión. Yo, que siempre he sido muy chocolatera, elegía siempre una palmera de hojaldre cubierta con nata y chocolate. Mi hermano, el bollo de mantequilla.

Pero, ¿cuál es la historia de este bollo, tan parecido a un bollo suizo, y por qué es tan típico en Bilbao y alrededores? La respuesta la encontramos en el blog de Biscayenne.

Parece ser que a principios del siglo XIX unos suizos llegaron a Bilbao y abrieron una pastelería en el Casco Viejo, donde empezaron a hacer estos bollos de leche. Tuvieron tanto éxito que otros establecimientos copiaron la idea y acabó conviertiéndose en una tradición de la merienda bilbaína.

En el libro "De Bilbao de toda la vida", de Tomás Ondarra y Jon Uriarte, podemos leer también una bonita referencia a este bollo. Una frase que me ha llegado: "Resulta extraño que no triunfara en otras [tierras]. Puede que haga falta que la lluvia golpee los cristales de una vieja cafetería, para entender todo su duende".

Por último, dejo un enlace a una entrada de El Comidista con una selección de los mejores lugares para probar este dulce.

Y ahora vamos con la receta, sacada también del blog de Biscayenne.

COPA DE YOGUR CON FRUTOS DEL BOSQUE Y CEREALES CRUJIENTES

Hace un par de semanas fuimos a pasar un fin de semana  a Drenthe, al norte de los Países Bajos. Allí nos alojamos en un bed and breakfast en Zweeloo, Het Buytenhof, una casa de campo preciosa. La decoración era de lo más acogedora, casi tanto como el matrimonio que lo regenta, Henk y Simone, y el desayuno espectacular. Se componía de tres platos, fríos y calientes, y cada día eran distintos. Uno de ellos fue este yogur, sencillo y delicioso. Perfecto para un desayuno o merienda de capricho.

PANNA COTTA CON COULIS DE FRESA

Últimamente estoy a tope con los postres. Siempre había pensado que era un engorro prepararlos, pero estoy descubriendo que los hay bien fáciles de hacer. Y es que teniendo una buena receta, es coser y cantar, como esta panna cotta.

Pero ¿qué es la panna cotta? Consultando Wikipedia leemos que es un postre italiano típico de la región del Piamonte. Su nombre significa "nata cocida" y se hace cociendo nata con leche, azúcar y gelatina. Tiene una textura que recuerda al flan y pero sabe mucho más a leche.

Estuve buscando recetas y al final me decanté por la de Gastronomía y Cia, que siempre es un buen referente, tanto para la panna cotta como para el coulis de fresa, aunque algún paso que otro lo he cambiado.

MANHATTAN CHEESECAKE

¡Hola de nuevo!

Hace ya cuatro meses que idomundua está completamente parado, cuatro meses muuuuy ajetreados en los que no ha habido tiempo ni de probar platos nuevos ni mucho menos de sacar fotos y escribir entradas. Por suerte, las razones de este ajetreo son todas buenas, y ahora vuelvo con la pilas cargadas y con muchas ganas de ponerme manos a la obra con esa colección de libros de cocina que aumentó considerablemente las pasadas Navidades.

¿Y qué mejor manera de volver que con un bocado dulce? Aprovechando que ahora tengo horno de verdad y por fin me puedo dar a la repostería, ayer decidí hacer una tarta de queso, en concreto la Manhattan Cheesecake del libro Simpelweg lekker Dessert de Parragon Books. Una tarta super fácil de preparar, para novatos en pasteles como yo, y deliciosa.

CHUPITO DE TRES CHOCOLATES

Empezamos el finde con un pequeño capricho para chocolateros que vi por primera vez hace unos meses en el blog La cocinera de Bétulo. Ella los hacía en vasos, pero yo he hecho una versión más pequeña en vaso de chupito, más ligera pero más peligrosa, porque los tienes ahí en la nevera y en cualquier momento pueden caer...

RISOTTO DE VERDURAS Y POSTRE DE FRESAS CON CHOCOLATE

Los lunes me gusta comer verduritas para contrarrestar los desórdenes habituales del fin de semana: cambios de horarios, comidas demasiado rápidas o demasiado largas, y pocas veces comida sana. El lunes pasado tocó este arroz cargado de verduras y sabor. Vale, el postre no es el más adecuado para este fin, pero, ¿quién se puede resistir a él?

INGREDIENTES (para 4 personas)

- 2 vasos de arroz arborio (o de otro tipo, pero que sea de grano corto)
- 1/2 calabacín
- 1/2 puerro
- 100g de judías
- 1 zanahoria
- 1/2 cebolla
- 1/2 pimiento verde
- 5 champiñones hermosos
- 40 g de queso tipo Gouda
- 1 tomate
- 1 diente de ajo
- 1/2 vaso de vino blanco seco
- Caldo de verduras o agua
- 1 chorrito de aceite de oliva
- 1 pizca de romero
- 1 pizca de orégano
- Sal y pimienta


PREPARACIÓN

- Pelar la zanahoria, la cebolla y el calabacín y picar finamente todas las verduras. Las judías las cortamos en trozos de 1 cm de largo y los champiñones en láminas.

- En una sartén con el aceite sofreímos el ajo y a continuación añadimos la cebolla, el puerro y la zanahoria. Rehogamos un par de minutos y añadimos el calabacín, el pimiento y las judías. Pasados unos 5 minutos añadimos los champiñones.

- Cuando las verduras estén pochadas añadimos el tomate y pasados un par de minutos el arroz. Removemos bien y añadimos el vino, el romero y el orégano.

- Una vez evaporado el alcohol vamos añadiendo caldo muy caliente de poco en poco, esperando a que se absorba por completo antes de echar más. Iremos controlando, removiendo y añadiendo caldo hasta que el arroz quede bien cocido y meloso.

- Por último, añadimos el queso partido en taquitos y mezclamos para que se deshaga y se ligue con el arroz.

Y de postre, esta delicia que publicó hace unos días Sonia en su blog L´Exquisit. Nada más ver este vaso en su blog supe que tenía que probarlo, así que al día siguiente me fui a comprar los ingredientes y para la cena ya estaba listo. Se hace en un periquete y queda realmente bueno. Aquí podéis ver la receta original.

POSTREANDO CON CERVEZA

Postrear, del latín 'Postrearum', acto de comerse el postre. Esta palabra fue introducida* en el lenguaje castellano a través de la familia de Ido. Indispensable en mi actual vocabulario.

(*) quien dice introducida dice inventada.

El otro día fui al supermercado y cogí de la balda una Westmalle Triple, una cerveza belga de monasterio trapista muy aromática. Una de las cosas que más me gusta de vivir en Holanda es la facilidad de conseguir buenas cervezas en cualquier supermercado. En cualquier caso, no soy un gran fanático de las cervezas triples aunque he de reconocer que me gustan lo suficiente para tomar una de vez en cuando. Según la wikipedia no se sabe muy bien de donde viene lo de cerveza triple, una teoría dice que a las cervezas normales las marcaban con una X, a las fuertes con dos XX y a las extra-fuertes con tres equis (como el aguardiente en los dibujos de vaqueros). El caso es que esta cerveza merece las tres equis porque tiene 9,5 grados. Casi ná, que diría aquel.

En cuanto a las características es una cerveza visualmente bonita. Tiene un color amarillo oro precioso y una burbuja persistente, siempre subiendo, aunque no es de las cervezas triples más burbujeantes, muchas triples son un poco achampanadas y eso es lo que hace que no me acaben de convencer, aunque como con todo, hay mil tipos de triples y las hay muy buenas. En cualquier caso a esta cerveza no la consideraría achampanada. Tiene un regustillo áspero muy agradable. El sábado abrí una para comer y cuando acabamos abrimos una caja de fresas, así con la tontería de que la caja estaba abierta me metí una fresa a la boca y después le pegué un trago a la cerveza... ¡qué sabor! La combinación pega a la perfección, la mezcla de sabores de la fresa con el regusto áspero de la cerveza hacen un postre de campeonato, así que ya sabéis, aunque no os guste mucho la cerveza, echad un trago con unas fresas y ¡ya veréis qué bueno!

Otra triple que merece mucho la pena es la Tripel Karmeliet, también belga, si tenéis la opción de probarla no lo dudéis ni un segundo, seguro que no os arrepentís.

Esta cerveza era hasta hace poco muy difícil de conseguir en la península, sin embargo ahora es bien facilito, voy a aprovechar para hacerle publicidad a la tienda de cervezas online de unos amiguetes, se llama Lúpulo a mansalva y tienen una selección de cervezas de lo más cuidada, habréis visto el banner a la derecha del blog, lleva ya una temporadilla, pues ésa es la tienda donde podéis conseguir ésta y muchas más cervezas de gran calidad.

MAGDALENAS DE COLACAO (DE CARILU) Y PREMIO

La semana pasada vi estas magdalenas en el blog de Carilu y me parecieron tan sencillas que esta mañana me he atrevido con ellas. Si alguien aún no conoce su blog, ¡que no deje de visitarlo! Sus recetas son estupendas y ella, super simpática y atenta, siempre me ayuda con buenos consejos. ¡Ah! Y ayer fue su segundo cumpleblog, así que desde aquí le mando mi enhorabuena :)

INGREDIENTES

PREPARACIÓN

-  En un bol mezclamos el azúcar y la mantequilla con ayuda de un tenedor.

- Añadimos los huevos batidos y mezclamos con la batidora.

- Añadimos la harina con la levadura y el colacao, y seguimos batiendo.

- Troceamos las onzas de chocolate, y las virutillas o trozos pequeñitos los echamos a la mezcla. Repartimos la mezcla en moldes de magdalenas y coronamos con un trozo de chocolate.

  

- Metemos en el horno precalentado a 200ºC durante unos 20 minutos (el tiempo dependerá del horno).

No quedaron con forma muy redonda ya que no disponía de una bandeja adecuada para magdalenas, y se acoplaron un poco las unas a las otras, pero por lo demás quedaron bien ricas.

Ayer MªJosé, del blog Laurel y Canela, me dejaba un comentario diciendo que tenía algo para mí en su blog. Fui a verlo y lo que encontré me hizo una ilusión tremenda, ¡mi primer premio!

¡Muchísimas gracias MªJosé! Te conozco desde hace poquito, pero me alegro un montón de haber conocido tu fantástico blog y a ti, que eres encantadora.

SHORTBREAD (galletas de mantequilla escocesas)

Probé los shortbreads por primera vez en mayo del año pasado, cuando fuimos a visitar a una muy buena amiga a Escocia. A mí novio le encantaban, y cada mañana se desayunaba un paquete entero que esta amiga le tenía listo. Yo, como siempre, compré un libro de recetas típicas escocesas (con recetas de shortbreads incluída, por supuesto) y le prometí que ya se los prepararía en casa.

Pues bien, unos cuantos meses después, al final he hecho los shortbreads. No suelo preparar platos dulces, pero éste era tan sumamente fácil y rápido de hacer, que no tuve excusa.

INGREDIENTES

- 275 g de harina
- 25 g de almendras peladas y picadas
- 225 g de mantequilla
- 75 g de azúcar
- piel de medio limón rallada


PREPARACIÓN

- Mezclar todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea. Para ello yo hice un primer amasado con la picadora y después amasé con las manos.

- Extender la mezcla en un recipiente para horno engrasado. Debe quedarnos un grosor de 2 cm aproximadamente.

- Meter al horno precalentado a 180ºC durante unos 20 minutos o hasta que veamos que la superficie adquiere un color ligeramente marrón.

- Sacar del horno, marcar la forma de los shortbreads y dejar enfriar hasta que la masa endurezca un poco y coja consistencia. Entonces podremos podremos sacarlos del recipientes para emplatarlos o guardarlos.

- Guardados en recipientes herméticos pueden durar hasta dos semanas (¡si es que sois capaces de no coméroslos antes!).

TORRIJAS

Un año después ya me tocaba invitar a los compañeros a tarta por mi cumpleaños. Sólo que no me gusta ir a la tienda y comprar una tarta, y aprovechando que soy "de fuera" me gusta hacerles cosas típicas de aquí. El año pasado fueron tortillas, pero hacer tortillas para 30 personas es un poco laborioso... Así que esta vez se me ha ocurrido hacer torrijas. Ya sé que no son típicas de esta época, pero siguen estando igual de buenas, y además, ellos no lo saben.

Así me han quedado:

Estos son los ingredientes que he usado:
- 1 litro de leche
- 2 ramas de canela
- 100 g de azúcar
- 1 barra grande de pan de ayer
- 3 huevos
- Aceite de oliva
- Mezcla de azúcar con canela en polvo

Y así las he hecho:

- Primero he puesto en una cazuela la leche con la canela en rama y los 100 g de azúcar, y lo he llevado a ebullición. Después lo he apartado del fuego y lo he dejado enfríar.

- Mientras se enfriaba, he cortado la barra de pan en rodajas de 1 cm de grosor.

- Cuando la leche ya estaba templadita, he untado las rodajas de pan empapándolas bien, las he pasado por huevo y las he frito a fuego fuerte, sacándolas después a una fuente con papel absorbente.

- Por último, he pasado ambas caras de cada torrija por la mezcla de azúcar y canela.

Las he probado cuando aún estaban templaditas y me han gustado. Espero que mañana estén aún más ricas. A ver si les gusta :)