Estos días he estado extraño (o para variar), no, en realidad no sé. No son las mañas, bueno si un poco.
Mis días van relativamente bien. Ayer tuve una tarde entretenidísima con dos de mis mejores amigos. Pero venía de una tarde solitaria en Anibal Pinto (la plaza donde subimos al ascensor y a la casa en cerro alegre) donde dibujaba y escribía contradicciones.
Mi pecho me está quemando un poco, se siente en la ropa, como si fuera un dolor casi muscular. Valparaíso ha entrado en un flujo aceleradísimo. Mucha gente se ha ido (en especial dos grandes amigas), y mucha también ha llegado: mochileros, punkis, turistas cuiquitos y gente de regiones. La ciudad es un gran salón con distintos escenarios. Ha terminado la invasión callejera pero los actos siguen en las plazas y espacios públicos.
Ayer, sentado en la escala de la plaza observaba toda la gente en una sintonía de diciembre, previo al año nuevo. Estos días son de ansiedad, de salir, caminar, ir a ver el mar, conversar muchísimo, de bailar descalzo, hacer música, sentir los tambores, ver una buena pelicula para la noche y disfrutar del sol.
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Hay un incendio que ha durado cinco días en la región. Valparaíso se llenó de humo por tres tardes, y Viña del mar probablemente vaya para la quinta. Tanta flora y tanta fauna perdida... De pronto me pregunto si por eso es el dolor, o si es por estar con los días ocupados (trabajando) en un periodo del año tan bonito para la ciudad, no lo sé.
No practico Yoga hace más de cuatro semanas, ayer me estiré harto, intenté algunas posturas y cambié un poco el flujo de mi circulación, encausé mis ánimos y el silencio... saqué un poco de paz.
He concluido ciertos cuestionamientos sociales, como la vida de los hippies, mochileros y shuper locos que viajan como gente del mundo, que en el fondo son mantenidos por los papis y las mamis, donde no necesariamente son ellos quienes los sustentan, pero si los ayudan a mantenerse en este mundo (esta observación no va con tono discriminatorio, solo un poco objetivo y sin escusas).
Este año ha sido mi comienzo de liberación frente al mundo, sólo yo me defiendo ante este sistema, con mi trabajo, con la creatividad que pueda lograr para enfrentar la rutina y sobrevivir; y con la imaginación que tenga para intensificar ciertos sentimientos, con la capacidad que tenga para poder soportar aquellos.
Nada me sostiene y esa era mi idea, ver hasta donde puedo llegar.
Esta construcción no consiste una unificación de cosas ya establecidas. Es abstracta, de convicciones trascendentales invisibles y atípicas, pero muy comunes de la piel hacia dentro.
El tiempo seguirá avanzando de forma cíclica.
Tengo labores que retomar para terminar, una cabeza que continuar ordenando, noches para seguir soñando, mañanas para seguir sabiendo que te he soñado, situaciones que seguir conociendo para saber como actuar, y por sobre todo mantener esa felicidad cotidiana que nunca he sabido manejar (ni tampoco tengo intenciones de hacerlo) y esa valentía (primitiva) que me ha llevado a crecer, distinguir y elegir.
Quiero continuar creyendo que puedo vivir una buena historia, este año llegué a sostener más de lo que pude y fallé, me quedé sin casi nada y encontré, terminé con casi todo y aparecieron las casualidades.
Estaba acordando de datos puntuales de este año (con esto termino):
- Mejor pelicula vista: Wristcutters (2008), Los edukadores (2004) y probablemente la del frances que aprende a hablar con sus pestañas, si la hubiese terminado de ver.
- Mejor lugar visitado: Las dunas de Concón, Ensenada, Ancud y Cucao.
- Música nueva en los audifonos: Squarepusher, Flica.
- Mejor encuentro: en el Journal, Viña del mar (para el inicio de la primavera).
Bye bye 2009 !