Las rocas definitivamente hablan. Si, pero se demoran 300 años en pronunciar una palabra. Nadie de nosotros podría escuchar los problemas, las ideas o los deseos de una roca. Sin embargo ella tiene el tiempo para sugerirle al mar y convertirse en arena. De hecho por ahí va un poco esta historia.
Porque ayer, el mar estaba un poco extraño. El viento sonaba y podía estar muy cerca del agua. Las olas iban al revés, no eran tan altas ni fantásticas, sólo que iban en la dirección contraria. Fue ahí donde escuché a cuatro granitos de arena revelarme tal secreto acerca de las rocas. No entendí, si lo hacían porque venían de una roca desde hace poco y se aprovecharon de que algo raro andaba en el día o porque simplemente te hecho de menos.
31 marzo 2008
09 marzo 2008
Cuando encuentras las palabras y te pones a escribir (después de pasar días o meses sin decir nada)
Y me muero por volver, como la canción. Porque a mi lo que me ata es lo que llevo aquí, debajo de la piel, entre las emociones y las ideas (pasando a llevar cualquier clase de pensamiento lógico).
Me muero por todas las cosas que tengo, por todo lo que nació y vive en mi.
Si, así de poco trascendente, solo por lo que nació, casi tan intrascendente como una casualidad
Me muero por todas las cosas que tengo, por todo lo que nació y vive en mi.
Si, así de poco trascendente, solo por lo que nació, casi tan intrascendente como una casualidad
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