Supongo que no es casualidad que las tres últimas películas que he visto sean francesas. La primera la que comentaba de La clase, seguida de
Háblame de la
luvia y Bienvenidos al norte.
Con las dos últimas me he
reído mucho,
especialmente con
Háblame de la lluvia de
Agnès Jaoui, tiene momentos muy cómicos. Además tiene un
trasfondo de análisis político personal muy curioso. Una de las conclusiones que se sacan de la película es que los débiles se tienen que enfrentar a problemas más fáciles que los de los que se hacen los responsables y fuertes. La pareja en la vida real
Jean Pierre Bacri y la directora-actriz
Agnès Jaoui llevan junto con
Jamel Debbouze a sus personajes a las antípodas, en momentos totalmente hilarantes (la escena del bautizo, la de la hormiga y la de la mesa). Se tocan temas como el
subempleo, el feminismo, la religión o el
clasismo racista a través de unos personajes muy bien perfilados que encajan perfectamente en la trama y
subtramas. Algunos momentos en los que salen grabando el reportaje a la protagonista me han recordado a mis vivencias de rodajes por Barcelona con mi prima.
Mucho más digestiva es Bienvenidos al norte sobre los tópicos de las diferencias culturales entre el norte y sur de Francia. En cualquier caso
también cuenta con momentos realmente graciosos. Destacar el doblaje muy bien llevado del acento del norte, aunque supongo que perderá algo, está muy acertado.