Siempre miraba al cielo en busca de un presagio que cambiara su destino. Un día vio una estrella fugaz, pero la confundió con un jet privado y siguió siendo miserable.
EDAD: Con el tiempo la ha olvidado.
ESTATURA: Relativamente alto.
COMPLEXIÓN: Títere de piel y huesos.
CABELLO: Escasamente blanco.
OJOS: De vidrio.
LABIOS: De arena.
PALABRAS: Pocas.
OFICIO: Hacedor de Miniaturas.
SEÑAS PARTICULARES:
Ese hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.
me encantan este tipo de relatos, con un tanto de humor negro.
ResponderEliminarGracias por pasar a mi blog seguiré andando por el tuyo haber con qué más me topo :D
A mi parecer le sobra el "y siguió...", creo que ese ya es terreno del lector: la interpretación. Pero muy bien, Rodrigo.
ResponderEliminarUn abrazo