Estas galletas tan vistosas se llaman crinkles, llama mucho la atención sus grietas que se hacen al final del horneado, justamente cuando tienes que sacarlas del horno.
Tenía muchas ganas de probarlas, es la primera vez que las hago, pero las tendré que repetir porque en casa han gustado mucho, con un intenso sabor a chocolate sorprende su interior jugoso como si de un bocadito de brownie se tratara, la verdad que están buenísimas.
CRINCKLES DE CHOCOLATE SIN GLUTEN
INGREDIENTES: (para unas 40 galletas)
- 70 g mantequilla
- 250 g chocolate negro sin gluten
- 100 g. azúcar
- 2 huevos
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
- 200 g harina sin gluten Mix Dolci de Schär especial para repostería
- 1 pizca de sal
- 1/2 cucharadita de levadura sin gluten
- Azúcar glas para rebozar
PREPARACIÓN
Derretimos el chocolate junto con la mantequilla, bien al baño maría o al microondas. Reservamos a temperatura ambiente hasta que el chocolate se haya enfriado.
En un bol mezclamos los ingredientes secos, la harina, la levadura y la pizca de sal. Reservamos.
En otro bol batimos los huevos y el azúcar hasta que blanqueen y añadimos el chocolate derretido mezclandolo bien hasta que esté todo unificado.
Añadimos los ingredientes secos y mezclamos hasta que queden integrados.
Tapamos la masa con film y dejamos reposar en la nevera como mínimo dos horas, yo la tuve un día entero.
Sacamos de la nevera y con una cuchara cogemos porciones de la masa, y hacemos bolitas, procurando que todas salgan más o menos del mismo tamaño (unos 15 gramos de masa por bolita) Guardamos las bolitas en la nevera durante 15 minutos antes de hornear.
Mientras el horno se calienta a 170º rebozamos cada bolita en azúcar glas y las colocamos en la bandeja del horno sobre un papel vegetal
Horneamos a 170º durante 10 minutos. Si las dejamos más tiempo quedarán secas en su interior y tienen que quedar muy tiernas por dentro con la textura de un brownie.
Pasado el tiempo de horneado sacamos la bandeja del horno y rápidamente y con mucho cuidado porque están blanditas, ponemos las galletas sobre una rejilla para que se enfríen y no se aplasten con el calor de la bandeja.
Si os podéis resistir esperar que se enfríen, están mucho mas buenas y si conseguís que aguanten hasta el día siguiente, aun estarán mas ricas :)
Por cierto tengo que darle las gracias a Josiño por darme envidia con sus crinkles !!!
Por cierto tengo que darle las gracias a Josiño por darme envidia con sus crinkles !!!