La vida es una pareja
caprichosa.
La vida es, además, tu capricho.
Cuando pinta fatal,
ese mal bicho
te regatea una fosa.
Cuando el esplendor,
va y te deja.
La dejas.
Qué más da quién marchitó la rosa.
La decadencia del candor
no tiene libro de quejas.
© Mariano Crespo Martínez