sábado, 20 de febrero de 2021

LOS SUICIDAS

Imagen del certamen

El más complaciente es el clásico de toda la vida, el que lo hace por amor, y que abunda sobre todo en otoño. Pero también satisface el acuciado por las deudas, que prolifera en cualquier época del año. Lo mismo que el adorable artista fracasado. O el solitario sin más, tan propio del invierno. Tampoco dejan de interesar, más típicos de la primavera, los motivados por algún chantaje. Ya sea sexual, financiero o criminal.
Es fácil imaginarlos a todos ellos, haga calor o frío, transitando con niebla, helados y cabizbajos, por ese túnel sin luz al fondo, sin una puerta lateral de emergencia por la que escapar. Hasta que llegan tiritando a la única y fatal decisión de fugarse por las venas. De creer hallar una salida con gas. De intentar liberarse mediante una soga, un disparo, un balcón. Empeñarse en huir con pastillas, con trenes o tranvías. Y en el último instante, al descubrirlos dudando, antes de que logren arrepentirse del todo, asomar por detrás y susurrarles al oído: te aliviará.

Relato finalista en castellano en el mes de enero en LA MICROBIBLIOTECA. Por tanto, ya estoy incluido en la  antología de la X Edición del concurso, en la que estaré acompañado de grandes amigos y autores a los que admiro. Feliz.  

sábado, 16 de enero de 2021

Todo lo raro

Imagen de la red, tuneada

El día de Nochebuena llegó Papá Noel arrastrando los pies. No se esperó a que nos fuéramos a la cama. Ni siquiera entró por la ventana. Ni por la chimenea. No tenemos. Cuando llamó al timbre eran las siete y media de la tarde. Abrí yo y, al verlo, supe enseguida que no era ninguno de mis tíos. Su barba no era de mentira. Ni su pelo, ni sus arrugas. Ni olía como ellos. Me tocó la cabeza y sonrió, pero sin ganas ni alegría. La Tía Mercedes se quedó muda. Había llegado esa mañana. A pasar con nosotros estos días felices de dolor, había dicho. Tía Mercedes se había quedado completamente sola dos veces seguidas. La primera por mi tío, la segunda por mi abuela. Fue al principio de todo lo raro.
Cuando Papá Noel la vio, se fue hacia ella despacio. Como a cámara lenta. O como si la Navidad fuera a durar todo el año. A mi tía, inmóvil, empezó a temblarle la barbilla. Se quedaron frente a frente unos segundos larguísimos y, entonces, como si se tiraran por un balcón, se abrazaron mientras berreaban como bebés. Mi hermano, que está ya en segundo de ESO, dijo muy bajito: fuera los renos también están bramando.

Relato presentado a Zenda con #unaNavidaddiferente

sábado, 2 de enero de 2021

AMOR CONFINADO

Imagen del certamen

Conocí a mi mujer durante el primer confinamiento. No es que un día nos encontráramos comprando lejía, no, ya estábamos casados. Pero apenas sabía de ella. Ni ella de mí. No hablábamos. Recordaba que de solteros nos volvía locos
Supertramp. Y las chufas de la feria. Poco más. Hoy nada se sabe de los primeros, ni encuentras chufas en los puestos. De hecho, ya nunca vamos a la feria. Ahora, con razón pandémica añadida, a la feria ni a ningún sitio.
Después de tres semanas compartiendo sofá, hartos de coincidir por el piso, de oírnos respirar callados, comenzamos a comunicarnos. Un día le solté lo guapa que estaba cuando recién se lavaba el pelo. Ella me dijo que la barba así, dejada, me daba un aire entre intelectual e indómito.
Y ahora, que ven probable otro confinamiento, se me acelera el corazón imaginando verla salir de la ducha.

A este relato el jurado le otorgó una mención especial, junto a otros dos, en el XIII Concurso de Microrrelatos SOL CULTURAL
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