29/8/09
EDITORIAL VÉRTICE Nº 5
Manifiesto del VII Congreso
La vida de toda organización política está llena de hechos cotidianos y de ocasiones extraordinarias. Una de éstas es la celebración del VII Congreso Nacional de FE-JONS porque marcará un antes y un después en la trayectoria del partido y de todo el Movimiento de Liberación Nacional Sindicalista. Sea cual fuere el resultado del congreso, los militantes, afiliados y simpatizantes de la denominada Alternativa Vértice
MANIFIESTAN
qué seguirán luchando para hacer de la falange el instrumento de la Revolución Nacional Popular española, para lo cual es preciso un partido con unos perfiles muy determinados.
— Queremos un partido patriótico, en la línea de un patriotismo crítico, único que puede dar un sentido de superación nacional alejado del folclorismo zarzuelero de la derecha.
— Queremos un partido social, que una su destino al de las clases y sectores sociales más desfavorecidos de este Sistema.
— Queremos un partido solidario con todos los pueblos que luchan contra el imperialismo plutocrático, a cuya cabeza se encuentran Estados Unidos de América, auténtico cáncer de la humanidad.
— Queremos un partido abierto y dinámico, donde el debate, la discusión y la apertura de ideas sean la característica de su vida interna y no una especie de partido-iglesia dominado por el dogmatismo y la autarquía ideológica.
— Queremos un partido con cuadros formados y preparados en los mismos métodos de trabajo. Una auténtica falange preparada para el combate político.
— Queremos un partido enraizado en la sociedad. Un partido que, a través de sus organizaciones, cree una red de interconexiones que nos permitan estar integrados y movernos con naturalidad dentro de nuestro entorno social.
— Queremos un partido con memoria histórica. Asumiendo y respetando nuestro pasado, entenderemos el presente y podremos conquistar el futuro.
— Queremos un partido creativo, auténtico laboratorio de ideas e iniciativas alternativas. El Nacionalsindicalismo no está, ni deberá estar nunca, acabado. Siempre existirán nuevas rutas que abrir y explorar.
— Queremos un partido que sea crisol de los nuevos valores. Frente a la ética formal burguesa, levantemos una praxis vivencial basada en una ética revolucionara coherente con nuestros valores.
— Queremos un partido comunitario. Una comunidad militante donde la camaradería sea mucho más que una palabra. Nunca abandonar al camarada que necesite ayuda.
— Queremos un partido inclaudicable. Dispuesto a no ceder, a no rendirse jamás, a no dar la batalla por perdida, a no flaquear por muy duras que sean las circunstancias. Queremos un partido para vencer.
— Queremos un partido radical. Intransigente en lo fundamental, firme en su identidad. Tan elástico en lo formal y superficial, como terriblemente duro y granítico en sus afirmaciones de principios.
— Queremos por tanto un partido revolucionario. No debemos ser conservadores de nada que pertenezca a este Sistema biocida. Debemos ser su contradicción, su subversión, un partido de conjurados para su destrucción implacable.
Esto queremos y esto pedimos a todos los falangistas. Que construyamos la organización, que levantemos la ilusión, que forjemos el entusiasmo, que conquistemos el futuro…
Queremos El Partido
Madrid, 24 de Octubre de 1998
Vértice. Publicación falangista alternativa, nº 5, Octubre de 1998, pág. 4.
4/6/09
EDITORIAL VÉRTICE Nº 4
La convocatoria del VII Congreso nacional se inscribe en un momento de crisis del Partido, es decir, un momento en el que se hace necesaria la toma urgente de decisiones que permitan acometer los problemas con los que nos encontramos y dar un salto adelante en la construcción del movimiento social y patriótico que España necesita.
Como era de esperar, no existe en el Partido una visión unidimensional de las situaciones y esto facilitaba la aparición de corrientes, críticas entre sí, que darían lugar a diversas candidaturas ante el Congreso. Esta era la perspectiva cuando se organizó en el mes de julio la denominada Alternativa Vértice.
Teníamos por delante una difícil tarea: darnos a conocer, justificar nuestra existencia, realizar una lógica labor crítica exponiendo algunos de los problemas no resueltos en la organización, sacar adelante una candidatura, etcétera. Sin medios y sin cargar al Partido con una sola peseta de gastos, hemos hecho y estamos haciendo lo que humildemente podemos.
Iniciamos una crítica dura y agria; una crítica que debería haber provocado debates políticos respecto a los problemas que señalábamos. Lamentablemente, muchas veces estas críticas eran tomadas como ataques personales que enrarecían y crispaban el ambiente, demostrándose, una vez más, nuestra falta de cultura política. ¡Claro que la crítica era dura! No podía ser de otra forma. En caso contrario, ¿cómo íbamos a llamar la atención de los camaradas sobre la gravedad de los problemas? ¿Qué nos distinguiría de la anunciada candidatura que encabezaría el actual Secretario General? ¿Íbamos a celebrar un Congreso serio o a montar una parafernalia propagandística?
Aún así, existió la oportunidad de negociar una lista única y llegar a un Congreso a la ‘bulgara’. No fue posible; parece ser que nuestras propuestas sobre cómo debía llevarse a cabo la negociación eran inaceptables para la otra parte. Se presentó, por tanto, nuestra lista: camaradas jóvenes, conocidos por la mayoría de los miembros del Partido, todos —repetimos todos— miembros del equipo de trabajo (en la Junta o en la Oficina Nacional) del anterior Jefe Nacional. Aún hoy seguimos sin conocer la presunta lista que encabezaría Jesús López. Imaginaos esas asambleas provinciales para elegir compromisarios: ¿sobre qué están decidiendo? ¿Únicamente sobre nuestra lista o también se tiene en cuenta la presunta, sin conocer su composición? ¿Acaso nuestros contrincantes están elaborando una lista sorpresa con dirigentes de los grupos que recientemente han formado acuerdos con el Partido, acuerdos negociados únicamente por el Secretario General, que es quien encabeza supuestamente la otra lista? ¿Qué otras razones justificarían un secretismo de esta envergadura?
Igualmente, de poco tiempo van a disponer los camaradas para el debate de las ponencias. Nos opusimos en la última Junta Política a su inclusión en un Congreso ya complicado de por sí. Tras un empate, el voto de calidad del Secretario General abría las puertas a la discusión de las ponencias. Pero la realidad es que, a veinte días del Congreso, poco tiempo hay para debatirlas. Mucho nos tememos que se votarán en función de quien las presente, desnaturalizando completamente el sentido que tienen las ponencias en un congreso ordinario. Sed conscientes de esto cuando vayáis a votar. No sólo se elige un equipo de trabajo, se elige también un programa.
No compartimos, en absoluto, esa imagen catastrofista del Congreso por la cual parece como si el Partido se fuera a romper, como si fuéramos a acabar mal, enemistados unos con otros y deseosos de comenzar una guerra civil. Por nuestra parte, nada más lejos de la realidad. Queremos un Congreso normal y normalizado, como en el resto de los partidos, aunque esto para algunos sea un anatema. Seremos respetuosos con la legalidad y con los resultados. Y seguiremos trabajando por nuestro modelo de Partido.
No debe haber miedo a dos candidaturas, ni a ponencias enfrentadas, ni a la discusión sobre los problemas del Partido. Que nos disculpen aquellos que se hayan sentido dolidos por nuestra crítica, pero que entiendan que a veces la política también es así cuando se hace con ánimo constructivo. Y que tengan en cuenta que las ‘críticas’ vertidas hacia nosotros han ido en la tónica del insulto, el falso rumor y la amenaza. No importa. Para el día 24 de octubre las habremos olvidado.
De todas formas, no deja de ser triste presenciar cómo, para algunos camaradas, Alternativa Vértice se convertía en el enemigo a destruir. Nosotros debemos ser el problema, no esas locales en posición erizo, siempre dispuestas a plantear un nuevo grupo falangista, o esas que llaman a la escisión en una nueva FEA, como se ha hecho desde Cieza. El cainismo llega al punto de hacer decir a algún cargo que “prefiere la muerte agónica del Partido” a que nosotros triunfemos. Incluso los del “Saludo a Franco” han plateado frentes ‘AntiVértice’ en la red Internet. Tampoco importa. Es bueno saber dónde está la extrema derecha.
A veces da la sensación de que se intenta acallar al mensajero en ves de discutir y acometer los problemas. Nosotros no queremos destruir el Partido, queremos construirlo, queremos fortalecerlo y queremos imprimirle una dirección que creemos correcta. Hemos procurado levantar un vértice, un punto adelantado, un lugar de vanguardia: el vértice de la claridad, el vértice de la democracia interna, el vértice de la libertad… Un vértice que marque tras de sí la línea de una flecha, la Línea Futura.
Vértice. Publicación falangista alternativa, nº 4, segunda quincena de septiembre de 1998, págs. 1 y 2.
24/5/09
EDITORIAL VÉRTICE Nº 3
No creemos equivocarnos si decimos que el mayor deseo de los militantes y afiliados a FE-JONS era que se llegara al VII Congreso Nacional con una única lista a Junta Nacional fruto de una negociación entre todas las partes. Con ese horizonte, el pasado diecinueve de julio, en Navacerrada, los promotores de la candidatura denominada Alternativa Vértice nos dimos un plazo de tiempo para llevar adelante esas negociaciones, plazo que finalizó el día 11 de septiembre.
Durante todo este tiempo, el camarada que presuntamente encabezaría la otra candidatura, Jesús López, nos había dado muestras sobre su intención de llegar a esa lista única, a lo cual nosotros le hemos contestado afirmativamente siempre que entráramos a negociar programas y equipos de trabajo.
Pero el tiempo pasa, y ante la inminencia del plazo que nos habíamos dado en la citada reunión de Navacerrada, el pasado día 9 de septiembre emplazamos por correo electrónico al camarada Jesús López a una rápida respuesta para iniciar las negociaciones. El contenido de la comunicación decía lo siguiente (en nuestra página Web está la versión completa):
Estimado camarada:
Tras los ofrecimientos realizados por tu parte, tanto al camarada Juan Antonio Aguilar en solitarios (30 de junio) como al resto de los miembros de la Junta Nacional que participamos de la Alternativa Vértice (27 de julio), así como los comentarios que me realizaste en la comida del 30 de julio, para negociar una candidatura única al Congreso Nacional, y teniendo en cuenta que:
a) finalizó el plazo de un mes (27 de agosto) que tú propusiste para reflexionar sobre la posibilidad de lograr una única candidatura, y
b) finaliza el próximo 11 de septiembre el plazo que acordamos en Navacerrada los miembros de la Alternativa Vértice para iniciar las negociaciones.
Te rogamos que nos des una respuesta antes de las 24 horas del día 11 de septiembre, en el sentido de si existe intención de abrir dicho periodo de negociaciones o, en su caso contrario, damos por cerrada la citada posibilidad.
(…)
Estando a tu disposición para cualquier aclaración respecto a esta comunicación, recibe un cordial saludo a nuestro estilo.
Fdo. Miguel Ángel Vázquez
Entre las 18 y las 24 horas del día 11 de septiembre no dejaron de sonar los teléfonos pero el tiempo se iba agotando. No hubo respuesta. Era medianoche. Nueva ronda de llamadas telefónicas y a las 00,30 horas acordábamos enviar el siguiente comunicado oficial.
Camaradas:
Como recordaréis, el 19 de julio pasado decidimos un plazo para iniciar las negociaciones con vistas a conseguir una lista única a presentar en el próximo Congreso Nacional de FE-JONS, plazo que finaliza a las 24 horas del día 11 de septiembre.
El pasado día 9 de septiembre enviamos una comunicación al camarada Jesús López rogándole que antes de la finalización del plazo nos hiciera llegar su intención de iniciar conversaciones para buscar esa lista única al Congreso.
A las 00,30 horas del 12 de septiembre podemos informar a todos los miembros del Partido y simpatizantes que ninguno de los representantes autorizados de la Junta Promotora de la Alternativa Vértice ha recibido mensaje alguno telefónico, electrónico o por escrito, por parte de la candidatura que encabeza Jesús López.
Esto implica una nueva situación y un escenario distinto al que contemplábamos como posible hasta hace muy poco tiempo. A partir de ahora, cada cual que asuma sus responsabilidades y sepa cumplir con su deber.
¡Arriba España!
Fdo.: Miguel Ángel Vázquez,
Juan A. Aguilar, Sergio Herrera,
Manuel Leal y Álvaro Romero.
Dos de la madrugada del día 12 de septiembre. Ni siquiera un posible retraso en la red justifica ya la ausencia de respuesta. Hay que tomar otra rápida decisión pues, cinco horas después el camarada M. Leal parte hacia La Habana. Nueva ronda telefónica y nuevo comunicado en la red:
Camaradas:
A lasa 10 horas del día 12 de septiembre se hace entrega, por vía de correo electrónico y correo ordinario, a los miembros de la Mesa Provisional del Congreso de la candidatura oficial a Junta Nacional por parte de lo que se ha denominado Alternativa Vértice.
Esta candidatura, para conocimiento público estará formada por:
Cda. Miguel Ángel Vázquez, para Jefe Nacional.
Cda. Juan A. Aguilar, para la Secretaría General.
Cda. Manuel Leal, para la Secretaría Nacional de Acción Política.
Cda. Sara Fernández, para la S. N. de Organización.
Cda. Luis del Rey, para la S. N. de Comunicaciones.
Cda. Sergio Herrera, para la S. N. de Acción Electoral.
Próximamente haremos público el resto del equipo de trabajo que apoyará la labor de la Junta Nacional propuesta pues, aunque sus cargos no entran en la lista de electos por el Congreso, es nuestro deseo que sea conocido de antemano por todos los compromisarios.
Por la Patria, el Pan y la Justicia
¡Arriba España!
No fue posible llegar a una lista única para el VII Congreso Nacional. No sabemos si esto será beneficioso o perjudicial para el Partido. Lo que sí quedó en evidencia es que a las 12 de la noche del 11 de septiembre cayó el telón de la Historia, se acabó la obra de teatro y todos volvimos a la realidad, mirándonos unos a los otros y diciendo, para nuestros adentros, ¿y ahora qué? En lo que a Alternativa Vértice se refiere, la respuesta está dada: seguir adelante. Siempre adelante.
Vértice. Publicación falangista alternativa, número 3, primera quincena de septiembre de 1998, Madrid, págs. 1 y 2.
5/4/09
EDITORIAL VÉRTICE Nº 2
Finaliza el tiempo de silencio
Casi cinco horas —salvo poco más de media para comer— duró la exposición sobre la situación del partido a cargo del lacónico Secretario Nacional de Acción Cultural, Miguel Ángel Vázquez. De esta forma se iniciaba el encuentro sobre el futuro del nacionalsindicalismo celebrado en Navacerrada, Madrid, durante los pasados días 18 y 19 de julio, al que asistieron medio centenar de camaradas procedentes de todos los puntos de España salvo Extremadura y Asturias, con cuyos miembros el encuentro se producirá inminentemente.
En un tono distendido y altamente participativo, el Secretario Nacional de Acción Política, Manuel Leal, expuso las líneas maestras de las ponencias que la Alternativa Vértice presentará al Congreso Nacional de Falange a celebrar el mes de octubre: línea y objetivos políticos, estrategia general y criterios organizativos. También se analizaron los posibles escenarios ante dicho Congreso: la candidatura única, la presentación de otras candidaturas y la posibilidad de acuerdos para elaborar una sola lista.
Luis del Rey presentó el número uno de la publicación VÉRTICE, cuya histórica cabecera fue adquirida a principios de julio en subasta pública, adelantando las mejoras a realizar, ya patentes en este segundo número. Seguiremos avanzando.
Se finalizó la jornada del primer día, bien entrada ya la madrugada del domingo, debatiendo sobre el problema de las siglas, la posible colaboración —preferiblemente enfocada a lo electoral— con otros grupos afines y la participación en frentes de lucha social, sindical y cultural.
La mañana del domingo se dedicó a debatir y poner en orden las conclusiones del día anterior así como a elaborar un Manifiesto ante el Congreso Nacional del que ya iremos dando cuenta en sucesivos boletines.
Fue elegida una Junta Promotora para presentar una candidatura al VII Congreso Nacional de FE-JONS en la línea de la Alternativa Vértice. Su misión será la elaboración de dichas candidaturas, independientemente de que portavoces autorizados puedan entablar negociaciones para llegar a acuerdos o pactos con otras candidaturas.
Los camaradas que forman la Junta Promotora son:
Manuel Leal
Miguel Á. Vázquez
Sergio R. Herrera
Juan A. Aguilar
Álvaro Romero
Néstor P. Bol
José M. Irigaray
Diego Rodríguez
Luis del Rey
Enrique Moreno
Sara F. Zurita
José M. Jiménez
Vértice. Publicación falangista alternativa, Madrid, número 2, agosto de 1998, pág. 1.
2/4/09
LA ALTERNATIVA VÉRTICE, RECORDADA POR ERNESTO MILÁ
Fue bajo la jefatura de Lopezón que se constituyó el Grupo Vértice formado por un grupo de amigos que habían ingresado en el partido: Miguel Ángel, Aguilar, Moreno, Néstor, Galocha, etc. Cuando se trató de dar el cambio radical al partido, Vértice perdió la partida por escaso margen y Lopezón salió reelegido. Victoria pírrica porque poco después abandonaría el partido. Luego FE-La Falange estallaría a pedazos: de la escisión de FE-JONS aparecieron primero la Mesa Nacional Falangista, luego la Falange Española Auténtica (una FEA rediviva), mientras que el grupo FE-La Falange quedó empequeñecido. Luego Lopezón se ausentó sin dejar señas, asumiendo la dirección, Cantalapiedra. Y en eso está, sin haber podido evitar, por supuesto, la escisión de la escisión que dio vida a otra FE-La Falange a la que, finalmente, Ynestrillas se sumó por aquello de que las desgracias nunca vienen solas. Sin desaparecer, FE-La Falange de Cantalapiedra dio vida al Frente Nacional. En su conjunto, todo este tejemaneje de escisiones y más escisiones y escisiones de escisiones, se había dentro de un ambiente cada vez más contraído, más empequeñecido y más poblado por siglas y mas siglas entre las que es difícil aclararse donde empieza una, termina otra y quien es quien y donde está quien, en cual proyecto y qué aspiraciones se forja.
La tendencia Vértice, al poco tiempo de perder las elecciones, se desvinculó del partido. Participaron en la coalición España 2000 en las elecciones de ese año, junto a DN, al grupo formado en torno a Juan Antonio Llopart y los valencianos agrupados en torno a José Luis Roberto. El resultado fue pobre sino pobrísimo y, por supuesto, no hubo ninguna reunión posterior para analizar los resultados, ni aquella Unión Temporal tuvo continuidad, salvo en Valencia. Unos cuantos “vértices” confluyeron con el grupo de Llopart y algunos exmiembros de CEDADE y allí estuvieron siete años compartiendo las siglas Movimiento Social Republicano, hasta que unos por un motivo y otros por otro, se fueron desprendiendo de la matriz que jamás logró superar el estadio grupuscular.
Lo interesante de Vértice fue la naturaleza de sus miembros, en gran medida —nunca se puede generalizar del todo y siempre existe algún “pero”— gente normal, respetada en el ambiente y con ideas y capacidad para expresarlas. Quizás era demasiado pequeño para poder controlar una estructura que nunca había funcionado muy bien (me refiero a la sigla histórica FE-JONS, que siempre, incluso en tiempos de José Antonio tuvo una trayectoria vacilante, excesivamente activista, poco política y es con el “fundador” cuando se inicia la tradición del ahí te quedas por vía de la escisión. De hecho si Ramiro Ledesma, después de fusionarse con el grupo de José Antonio Primo, se escindió y desde ese momento no dudaron en ponerse verdes, ¿por qué no iban a tener derecho a hacer otro tanto sus émulos tardíos?
En Vértice participaba gente que había asumido iniciativas interesantes antes, que tenía imaginación, que conservaba presencia militante en alguna de las pocas zonas en donde Falange tenía todavía cierto arraigo (Cantabria) y que, aun siendo falangistas, eran perfectamente conscientes de que debían variar mucho las estructuras del partido si querían hacer política. El hecho de que miguel Ángel Vázquez no fuera elegido enésimo “jefe nacional”, en lo personal, creo que le liberó de un marronazo del que difícilmente hubiera podido salir. De todo se aprende y todos los que participaron en Vértice —y los que vimos los toros desde la barrera— aprendimos mucho de aquella época y de la que siguió ya en el nuevo milenio. Siempre se aprende a hostias y, al final, se termina conociendo el camino justo que lleva al éxito político. Claro está que eso nos puede ocurrir cuando seamos venerables abueletes o bien en la siguiente reencarnación. O en la otra.
(c) Ernesto Milà - infokrisis - infokrisis@yahoo.es - http://infokrisis.blogia.com
9/2/09
1995 EL ESPEJISMO DE UN RELEVO
Apoyándose en las distintas corrientes internas, fundamentalmente “renovadoras” y “reaccionarias”, dando preeminencia a una u otra según las circunstancias, Márquez no solo no imprimió una línea estratégica clara, sino que ideológicamente, Falange era un galimatías indescifrable hasta para sus propios militantes.
Tras 12 años de jefatura ininterrumpida, Márquez tenía en su haber la destrucción de las secciones juveniles de partido (FFJJE y JJFF), la desaparición del SEU, la hostilidad de la Vieja Guardia y la insubordinación de las pocas delegaciones provinciales que permanecen activas... la situación llega hasta el extremo de que, en abierta rebeldía, los afiliados madrileños expulsan de su despacho al Jefe Nacional, teniendo este que atender durante meses las escasas visitas que recibía en una cafetería próxima a la sede del partido.
Sin embargo, el ostracismo de Márquez se atenuó notablemente al inscribirse en el partido un pequeño pero compacto grupo de proveniente de los distintos sectores de la “diáspora azul” que parecían despertar el consenso de la militancia, constituyendo una esperanza para reconducir la situación hacia la reconstrucción de la Falange.
Márquez recupera su despacho —entre la indiferencia de los falangistas madrileños que prefieren ignorarle civilizadamente— y nombra a los nuevos afiliados “vicesecretarios” (figura inexistente en los estatutos y organigrama del partido).
Los recién incorporados, capitaneados por Gustavo Morales, se ponen a trabajar frenéticamente, organizando actos públicos y estableciendo una intensa campaña de comunicación interna a través del boletín En Marcha y la proliferación de circulares y envíos de propaganda a las delegaciones del partido. Por primera vez en años, comienzan a producirse afiliaciones.
El activismo callejero y la espectacularidad alcanzadas por el recién creado Sindicato de Enseñanzas Medias contribuyen a la movilización de la militancia juvenil que ve un espacio en el que desarrollar su compromiso militante más allá de trasnochadas exhibiciones paramilitares.
El verano de 1994, en el campamento Loma Riviellas de Asturias se organiza el I CAS (Curso Alejandro Salazar) que logra atraer afiliados de todas las regiones, encontrándose con un panorama inaudito hasta entonces; no se habla de Franco ni de la Guerra Civil o de la II República. Se discute sobre estrategia y táctica políticas, de agitación, de movimiento estudiantil, de medios de comunicación social, de técnicas de oratoria, de organización y contabilidad. Como contraste, una fugaz visita de Márquez a los acampados es aprovechada por éste para reivindicar su puesto al frente de la jefatura “porque así lo habían querido los afiliados” en un discurso idéntico al que entonces se escuchaba al socialista Felipe González asediado por los casos de corrupción que le costarían la Presidencia del Gobierno y la Secretaría General del PSOE.
Tras el paréntesis veraniego se elaboran unos nuevos Estatutos —seguían vigentes hasta entonces los caudillistas de ¡FET! con la excusa de que cualquier cambio en el Registro de Partidos Políticos exigiría el acatamiento de la Constitución de 1978—. La principal modificación de los nuevos estatutos (aprobados por el Consejo Nacional en noviembre de ese mismo año) supuso la consideración de la Jefatura Nacional como un organismo colegiado y el reparto de áreas de trabajo entre Secretarías Nacionales.
El congreso del relevo
La convocatoria de Congreso Nacional en julio de 1995 supone el último y desesperado intento de Márquez por salir reelegido. Forzado a presentar un equipo acude a viejos amigos a quienes promete “no tener que hacer nada más que pasar el trámite de la elección”.
Desesperadamente el Subjefe Nacional (otro cargo que tampoco existía en los Estatutos ni organigrama) Luis Martínez de Eguilaz, inicia una ronda de llamadas telefónicas a los compromisarios intoxicando sobre la figura de Morales a quien acusa, entre otras perlas, de “trabajar para una embajada extranjera” (era funcionario en la oficina de prensa de la embajada de Irán, como todos sabían).
La anárquica situación de la Jefatura Nacional contribuye a enmarañar el ambiente al intentar Márquez falsear los censos de militantes para infiltrar en el Congreso compromisarios afines; sin embargo la política de organización y comunicación interna de Morales había conseguido hacer una radiografía más o menos exacta de la situación del Partido. Ante la inexistencia de un registro de afiliados o de cuentas claras, la distribución de los boletines (se exigía a las delegaciones provinciales adquirir 5 revistas por cada militante), la renovación de los carnés de afiliados y un tímido control sobre la recaudación de cuotas desveló la presencia de extraños introducidos fraudulentamente en la Asamblea.
También fracasaron los intentos de Márquez de impedir el paso a algunos compromisarios con derecho a voz y voto, como los cargos electos, que al grito de “¡¡Faltan nuestros concejales!!” fueron introducidos a trompicones por los militantes madrileños, logrando ocupar sus sitios a pesar de la amenaza de Márquez de suspender el Congreso, cuestión que rechazó la Mesa del mismo al constatar que la razón estaba de parte de los ediles falangistas.
No pudo sin embargo asistir el SEU, organización entonces en fase de reconstrucción, que se conformó con desplegar una pancarta denunciando su exclusión del Congreso.
El primer punto del orden del día del Congreso era la aprobación del acta del Consejo Nacional anterior, dando un resultado la votación aparentemente favorable a Márquez que intentó presentar el rechazo al acta como una reprobación de los nuevos Estatutos, sin embargo este aspecto fue aclarado por Manuel Pereira, Jefe Provincial de Guadalajara, que aclaró en alta voz que su voto contra la aprobación de las actas del Consejo era para evitar que Márquez pudiera hipotecar las sedes que eméritos militantes habían adquirido con sus propios medios, como al parecer allí se había “colado”.
Seguía transcurriendo el Congreso evidenciando las tretas de Márquez, su falta de liderazgo y su nula capacidad para asumir la dirección del partido; mientras los miembros del equipo de Morales desgranaban su programa, presentado en un dossier repartido a los compromisarios, los supuestos secretarios de Diego se encogían de hombros cuando se les inquiría sobre sus proyectos... Se habían presentado a votar con la intención de volverse rápidamente a sus casas y no esperaban que nadie les fuera a preguntar cómo pensaban cumplir su cometido.
Tal fue el bochorno que se iba acumulando que uno de los miembros de candidatura de Márquez tomó la palabra para anunciar que abandonaba aquella pantomima, aclarando que su interés estaba en trabajar para la Falange y no ser un nombre de una lista-florero en la que no se esperaba que hiciese nada.
Llegó así el acto final de la farsa; visiblemente alterado ante la anulación de su candidatura al quedar incompleta, Márquez pretende asumir él mismo el puesto abandonado por su propio candidato, pretensión que provoca la hilaridad de los asistentes que confirman que la única candidatura válida es la de Morales lo cual lo convierte automáticamente en Jefe Nacional.
Abandonan aquel grotesco teatrillo los falangistas, dejando a Márquez con sus amigos y familiares el cual decide continuar un Congreso ya clausurado, esta vez sin obstáculos a sus más que irregulares procedimientos.
Ya en la sede de la Cuesta de Santo Domingo, los falangistas acceden al despacho de la Jefatura Nacional, encontrándose un espectáculo digno de un síndrome de Diógenes: basura acumulada, restos de comida, colillas en ceniceros mugrientos, papeles por los suelos, desorden... desidia. Rápidamente es izada en el balcón una bandera rojinegra limpia y nueva que sustituye a un paño descolorido y ajado que perezosamente se mecía al viento.
Morales improvisa un emotivo discurso en un salón de actos abarrotado en el que anuncia la llegada de la “Republica de los Camaradas”. Entre abrazos y lágrimas de alegría se acababa una etapa de desidia, indolencia y autoritarismo. Todos creían llegada la hora de los falangistas. Todos creían que había llegado el anhelado relevo.
Cristina Pérez, y Txuspan