Todo el mundo escribe. Consejos para escritores
La
buena escritura se anticipa a las preguntas que se haría un lector.
Porque se trata es de que la escritura sirva al lector, no
al escritor. No debe ser solo un escaparate de nuestro negocio, una forma
de publicidad o autopromoción. Se trata de que responda a las preguntas
que se hará el lector respecto a nuestra vivencia o nuestro negocio. Por eso,
cuando escribas debes ponerte en el lugar del lector o cliente, y hacerte las
preguntas que se haría él. Trata de responderlas después en el texto.
George Orwell aconsejaba a los escritores hacerse al menos
cuatro preguntas en cada frase o párrafo de un texto, que serían las
siguientes: ¿Qué quiero decir o qué trato de decir? ¿Qué palabras pueden
ser las más adecuadas para expresarlo? ¿Qué imagen o idea
trasmite? ¿Esa imagen tiene un efecto en el lector?
La
buena escritura se basa en datos concretos no solo en hipótesis.
Escribir un blog teniendo como punto de partida
únicamente nuestras propias opiniones no suele ser una buena idea. Es mejor
siempre basarnos en datos, datos verdaderos y contrastados. Esto ayuda a poner
nuestras entradas dentro de un contexto y a darles credibilidad. Lo que no
quiere decir que no podamos dar nuestra opinión, pero mejor si
comenzamos de entrada de una información sólida.
Un
texto bien escrito es como una enseñanza para el lector.
La buena escritura trata para explicar las cosas de una
manera clara y natural. Se trata de despejar las dudas al lector o cliente, no
de alardear de nuestros conocimientos. Por eso siempre es mejor escribir con un
lenguaje no demasiado rebuscado. Quizá también, antes de sentarte a escribir
deberías preguntarte cuál es tu lector/cliente tipo. A quién va dirigido. Así
podrás escoger el tono y el lenguaje más adecuado.
La
buena escritura cuenta una historia completa.
Un buen escritor no ignora que pueden existir distintos
puntos de vista sobre los mismos hechos. Por eso, puede ser interesante
incorporar los distintas perspectivas del tema. Al menos, no debes ignorar que
existen. Si no lo haces, el lector podría no confiar en ti.
Por otro lado, aunque no se trate de un relato, toda entrada
debe tener una estructura, ya sea un artículo o una experiencia personal. Trata
de buscar la historia que contiene sin dejarte ninguna de sus partes.
Para
lograr la buena escritura es necesario reescribir.
Escribir es un trabajo duro, y con frecuencia el primer
borrador resulta ser deprimente y lleno de errores. Esto implica que es
necesario una reescritura que, por supuesto, siempre debemos hacer.
Por citar a Hemingway: “El don más esencial para un buen
escritor es un detector de mierda incorporado, a prueba de golpes”.
Un
texto bien escrito se parece a las matemáticas.
Dos cosas en común tienen la escritura y las matemáticas. En
primer lugar, una buena escritura tiene lógica y estructura. Una buena
escritura es algo más que una mezcla de ideas y pensamientos. No es que siga
exactamente una fórmula. Pero hay un tipo de arquitectura a él. Un
buen escrito tiene más lógica de lo que se piensa.
En segundo lugar, la buena escritura se puede enseñar, como
la trigonometría o el álgebra. Es una habilidad que cualquiera de nosotros
puede dominar, si partimos siempre de una estructura.
La
buena escritura es sencilla, pero no simple.
A veces algunos conceptos de determinado tipo de negocios o
empresas, no resultan fáciles de entender. Por eso la buena escritura
deconstruye el producto o concepto para hacerlo más sencillo de explicar. Eso
sí, sencillo es distinto que simple. No se trata de pensar que el lector es
tonto y que no se entera de nada.
La claridad de la escritura generalmente indica claridad de
pensamiento. Así que piensa primero lo que quieres decir, y busca la
manera de explicarlo de la forma más sencilla posible.
La
buena escritura no se limita solamente a lo dicho en el punto anterior.
Un mismo concepto puede explicarse de maneras muy
diferentes, trata de hacerlo de la mejor manera posible. No te quedes solo en
lo fácil. Trabaja la forma de decirlo, es estilo debe ser un elemento
diferenciador, tanto en literatura como en tu sitio web. Tampoco tienes que ser
un genio literario, por supuesto. Solo se trata de que afines tu propia
perspectiva, que es única, y tu voz.
Los
buenos escritores no son petulantes.
La mayoría de los escritores realmente buenos que conozco, todavía se sienten un poco avergonzados cuando se hacen
llamar un “escritor”, es un término cargado de tomos gruesos de
excelencia. Pero como muchos logros en la vida, esa etiqueta parece más
significativa cuando es otorgada por otros. La arrogancia no es una buena ayuda
a la hora de escribir.
Ane Handley
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