"Hasta 1860 lo correcto era nacer en tu propia casa. Hoy, según me dicen, los grandes dioses de la medicina han establecido que los primeros llantos del recién nacido deben ser emitidos en la atmósfera aséptica de un hospital, preferiblemente en un hospital elegante. Así que el señor y la señora Button se adelantaron cincuenta años a la moda cuando decidieron, un día de verano de 1860, que su primer hijo nacería en un hospital. Nunca sabremos si este anacronismo tuvo alguna influencia en la asombrosa historia que estoy a punto de referirles. Les contaré lo que ocurrió, y dejaré que juzguen por sí mismos."
Esta vez fue la película la que atrajo mi atención y me llevó a buscar el libro, sin saber que pertenecía a Fitzgerald, un autor que ya me había conquistado hace tiempo con El gran Gatsby. Así llegué a este librito, y por eso hoy traigo a mi estantería virtual, El curioso caso de Benjamin Button.
Cuando Roger Button va al hospital a conocer a su hijo lo que menos se espera es el lío que se va a encontrar. Benjamin ha nacido sí, pero no es un niño normal sino que habla, y no sólo eso, sino que aparenta más de setenta años. Benjamin que acaba de nacer, disfruta de la vida de adulto más que de la propia de un niño, y sus gustos irán cambiando a medida que cumpla años para realizar el recorrido inverso en un mundo que no le comprende.
Según el propio autor, la historia la inspiró Mark Twain al comentar que era una pena que lo mejor de la vida estuviera al principio mientras que la peor parte estaba al final. Partiendo de esa idea realizó este relato que ha sido pensado y repetido en el tiempo por varios autores. Y así nació nuestro Benjamin Button con aspecto de viejo, en un relato que el autor calificaba también como su mejor y mas divertida obra. Es difícil resistirse a ella teniendo en cuenta sus palabras.
Lo primero que me sorprendió fue la brevedad del relato, vista la película esperaba algo más extenso. Además, y pese a que giran sobre la misma idea, la historia se diferencia lo suficiente de la película como para que no interfiera en uno haber visto la otra. Está contada de una forma rápida, apresurada incluso, y no da una explicación sobre el nacimiento de Benjamin con esta "extraña enfermedad", y tampoco nos importa demasiado. Nos quedamos con esa vida realizada de forma inversa y con las situaciones que provoca en un mundo normal, algunas de las cuales son trágicas como el rechazo por parte de su padre y otras son cómicas, como que quisiera ponerle de nombre Matusalén. En conjunto me ha parecido un relato sumamente original que merece la pena descubrir. Aunque tengo que reconocer que eché en falta un poco más de desarrollo en algunas partes, creo que me hubiera gustado más una novela puesto que el argumento daba de sí, y algún personaje, como a la madre de Benjamin. En todo caso he disfrutado mucho de esta historia en la que la vida comienza con reflexiones y termina jugando de forma despreocupada. Quien sabe, tal vez Mark Twain tuviera razón.
Si aún no conocéis a la familia Button os aseguro que no tiene desperdicio, ya sea en su versión literaria o en la cinematográfica. Aunque si me preguntáis a mi, me quedo con ambas. Esta vez lo digo sin sombra de duda: ambas merecen la pena ser descubiertas. Porque vosotros... ¿ya conocéis a Benjamin Button?
Gracias
PD. El trailer de la película: