"Si abandona París por la carretera de Orleans, cruce la Enceinte y, si gira a la derecha, se encontrará en un distrito algo salvaje y en absoluto placentero. A derecha e izquierda, delante y detrás, por todos lados se alzan grandes montones debasura otros residuos acumulados por los procesos del tiempo.
París tiene su vida nocturna además de la diurna, y el viajero que penetra en su hotel de la Rue de Rivoli o la Rue St. Honoré a última hora de la noche o lo abandona a primera hora de la mañana puede adivinar, al llegar cerca de Montrouge -si no lo ha hecho ya antes- la finalidad de esos grandes carros que parecen como calderas sobre ruedas y que puede hallar pase por donde pase".
Muchas veces un autor pasa a la fama por un único libro y asumimos por ello que no ha escrito nada más, un claro ejemplo es El perfume, cuyo autor es conocido por todos sólo asociado a ese libro. Otro claro ejemplo lo tenemos con Bram Stoker.
Cuando recordé a los vampiros comenté la curiosa forma en que comenzó a gestarse la idea de escribir sobre ellos y en lo que termino convirtiéndose, Drácula, así que ahora tengo que añadir que este autor debía de tener una especie de radar para hacer del nacimiento de sus libros, una anécdota fácil de recordar.
El entierro de las ratas surge en 1878, durante la luna de miel del autor en la ciudad de París, que no sale muy bien parada en la obra, y esta vez y sin que sirva de precedente, no voy a comentar nada al respecto. No vería su publicación hasta 1891 y, realmente, nunca alcanzó una gran notoriedad salvo para los fanáticos de Stoker. Éste ve en París una ciudad macabra, casi cruel con su protagonista, un joven que viaja por Europa esperando que transcurra el año que le han impuesto que ha de superar lejos de su amada. Cuando lo conocemos llega a París y, la fascinación habitual de la ciudad, no le hace mella y decide buscar el lado oculto, conociendo a los traperos. Así es como llega a adentrarse en su comunidad y descubrimos una ciudad nauseabunda, repleta de personas feas y malolientes aguas estancadas, en la que seremos testigos de una persecución digna de nuestras peores pesadillas.
Yo he decidido quedarme con este relato, aunque en el libro encontramos tres más que no intentan sorprendernos sino todo lo contrario. Están escritos con la sobriedad que se les supone al ser el fruto de un autor reconocido. Incluso, me atrevería a decir que si comprásemos el libro en una librería cualquiera, viene ya con los bordes amarilleados para que no desentone con lo que representa. Su mayor atractivo es la ambientación victoriana y la mirada a lo clásicos, al gótico de toda la vida, además de la rareza que supone tener dos libros escritos por el autor de Drácula.
Gracias
Contenido de El entierro de las ratas y otros relatos:
- El entierro de las ratas
- Las arenas de Crooken
- El secreto del oro creciente
- La boca del río Watter