Como ya vimos en la entrada anterior, definimos hemorragia como la salida de sangre de venas arterias o capilares. Podemos diferenciar dos tipos de tratamientos: Por un lado, el tratamiento local : dirigido a contener y controlar la hemorragia de forma directa . Para ello, algunas de las actividades que se deben llevar a cabo son: Aplicar presión directa sobre el vaso sangrante, preferiblemente con gasas limpias. Si la gasa se empapa de sangre, no debemos retirarla; sino colocar otra nueva encima. Si se trata de una lesión en una extremidad, elevar la zona afectada por encima del nivel del corazón sin retirar la compresión. Esto disminuye la presión de la sangre en el lugar de la herida y ayuda a reducir la hemorragia. Realizar presión sobre el vaso que irriga la zona afectada. Como última opción, cuando la hemorragia comprometa la vida del paciente; realizaremos un torniquete. Es decir, el torniquete solo se realiza cuando los métodos anteri...
En este blog hablaremos acerca de los cuidados a nivel hospitalario de los que se encarga enfermería.