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lunes, 31 de julio de 2017

No digas que fue amor - Francisco J. Zornoza

Título: No digas que fue amor
Autor: Francisco J. Zornoza
Editorial: Ediciones Atlantis
Año: 2016
ISBN: 978-84-9458-718-4
Nº de páginas: 250

Conocía a Francisco J. Zornoza por haber leído su anterior libro, Las llaves de la muerte, una novela histórica que nos acercaba al reinado de doña Urraca y, aunque en este caso cambiaba de registro, yo he decidido volver a adentrarme en su obra gracias a su última publicación, No digas que fue amor.

No digas que fue amor tiene por protagonista a Purificación Cañas, una joven que gracias a la recomendación del cura de su pueblo consigue abandonar éste para trasladarse a trabajar en Valencia, donde comienza a servir en casa de los Montalt-Pons. Ya a su llegada caerá bajo el influjo del hijo menor de la familia, Álvaro, con el que iniciará un tórrido romance al que tendrán que poner fin cuando ella se quede embarazada y la familia no les permita seguir adelante con la relación. Purificación tendrá que abandonar la casa e instalarse en un edificio en el que comenzará a trabajar como portera, viéndose obligada a sacar adelante a su hijo en soledad, y contando únicamente con el apoyo de don Juan, un joven sacerdote al que conocerá en la parroquia y con el que entablará una estrecha amistad.

Francisco J. Zornoza
Francisco J. Zornoza
Este es únicamente el punto de partida de una historia en la que seguiremos las vivencias de la protagonista a lo largo de los años. Lo que en un principio puede parecernos, tanto por el título como por el planteamiento, un novela de corte romántico, va dejando paso a otros elementos que la alejan un poco de este género, encontrándonos también con ciertas dosis de thriller policíaco o de novela costumbrista.

En "No digas que fue amor" nos encontramos con tres libros o grandes partes que componen la novela, quedando a su vez cada uno subdividido en diversos capítulos que suman un total de treinta y uno. Si bien la historia se va desarrollando de forma lineal, en cada uno de ellos nos vamos a encontrar con una perspectiva y forma de narrar diferente. Así el libro primero se centra en la propia Purificación y es ella quien asume la voz narrativa para ir contando sus vivencias en primera persona, mientras que llegados al segundo libro se produce un cambio que cede la palabra a un narrador omnisciente, que también será el que encontremos en el tercero, aunque en este caso hay partes en las que vuelve Purificación a asumir el relato

Ya había comprobado en Las llaves de la muerte el talento narrativo de su autor y aunque en esta ocasión no nos encontramos con un estilo tan elaborado como en su anterior obra, también aquí se aprecia que se ha cuidado al detalle, empleando una prosa directa, clara, rica y precisa. Al transcurrir la acción en Valencia, Francisco J. Zornoza mantiene algunos términos en valenciano, sobre todo aquellos que se refieren a objetos, platos o expresiones típicas de la zona, a los cuales acompaña la correspondiente nota explicativa, recogida en un glosario final. Esto se aprecia más en los diálogos, a través de los que el autor refleja la naturaleza de cada uno de los personajes y así no solamente reproduce la forma de hablar valenciana, sino que en el caso de las figuras pertenecientes a las clases sociales más bajas, emplea vocabulario que reproduce su jerga, ayudando todo ello en la definición de sus perfiles.

Purificación Cañas, una joven ingenua e insegura que abandona su pueblo para trasladarse a Valencia, es la figura que en un primer momento se alza con el protagonismo en "No digas que fue amor". Durante la primera parte del libro iremos observando su evolución y transformación, una transformación que vendrá motivada por las experiencias sufridas en esta ciudad y en la que tendrá mucho que ver el sacerdote Juan, en el que encontrará una amistad y un apoyo incondicional. Es una mujer que a pesar de su juventud demuestra tener un carácter tenaz, luchadora y ambiciosa en el sentido de que no se vendrá abajo ante las circunstancias adversas sino que luchará por salir adelante y progresar, esforzándose por mejorar su educación y poder proporcionar a su hijo una vida feliz, segura y estable. 

Purificación es el personaje que cuenta con un perfil más trabajado pero aún así comparte vivencias con otras figuras igualmente destacadas. Así en la primera parte también conoceremos a don Juan, un joven y apuesto sacerdote con el que la joven iniciará una estrecha relación que se mantendrá y afianzará a lo largo de los años, siendo él la persona responsable de la mayor parte de los cambios que se produzcan en su personalidad. Y si el cura es la persona que vela por Purificación, en el plano contrario está doña Leonor, la mujer en cuya casa entra a trabajar la joven y que no dudará en despreciarla y alejarla de su lado en cuanto se entere de su embarazo. No obstante, Leonor es una figura con un trazado interesante pues a medida que avance la historia iremos descubriendo otros matices que la hacen más humana.

El primer libro está más centrado en las vivencias de estos personajes mientras que en el segundo Francisco J. Zornoza nos sorprende con una especie de ruptura en la línea argumental que venía desarrollando, poniendo el foco de atención en los problemas de otras figuras como el hijo de Purificación, Carlos, y su grupo de amigos, o unas prostitutas, La Nancy y la Lirios, y su chulo, El Pistolas. A mí en un primer momento este cambio me descolocó bastante ya que no acababa de ver la relación con todo lo anterior, llegando incluso a pensar que eran tres historias independientes las que conformaban No digas que fue amor. Además este segundo libro, por el enfoque de la historia y por los diálogos que sostienen los personajes en los que el autor emplea un tono más coloquial, se me ha hecho un tanto pesado. Fue cuestión de seguir avanzando para que las piezas encajasen y, aunque no puedo decir que este desarrollo me haya convencido completamente, al menos finalmente sí que queda todo vinculado. 

El inicio de la historia se sitúa a comienzos de los años sesenta y se extiende hasta finales de los ochenta, más de veinte años en los que se van a producir muchos cambios, y no solo en las vidas de los personajes que desfilan por las páginas de No digas que fue amor, sino también a nivel social, político, cultural o económico en nuestro país. La novela cuenta con una buena contextualización a través de la que el autor va a dar cuenta de muchos de estos hechos, integrando en su narración diferentes datos que ayudan a situar la acción en cada época. Así se mencionan sucesos de toda índole como la celebración de las primeras elecciones a Cortes Valencianas, la boda de la cantante Lolita , el estreno de la película ET, el atentado de Atocha en 1977 o la catástrofe conocida como Pantanada de Tous entre otros.  

Y puesto que la acción tiene lugar en Valencia, y el autor es valenciano, vamos a disfrutar de una excelente ambientación a través de la que Francisco J. Zornoza nos va a mover por la ciudad, mostrándonos calles, plazas o lugares emblemáticos. Y además de los emplazamientos físicos, también nos ofrece en No digas que fue amor una muestra de cómo era la sociedad de cada época, destacando especialmente el periodo correspondiente a los años ochenta.

Resumiendo, No digas que fue amor es una novela cercana y real que mezcla diferentes elementos pero en la que priman los sentimientos, recogiendo la historia de una mujer que tendrá que luchar por salir adelante ante la adversidad y hacer realidad sus sueños.

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Gracias al autor por facilitarme el ejemplar para su reseña

lunes, 12 de junio de 2017

La chica en la niebla - Donato Carrisi

Título: La chica en la niebla
Autor: Donato Carrisi
Editorial: Duomo
Traducción: Maribel Campmany
Año: 2017
ISBN: 978-84-166-3458-3
Nº de páginas: 400

No había leído nada de Donato Carrisi pero había visto opiniones muy positivas de sus novelas, por lo que era un autor con el que tenía ganas de estrenarme y la oportunidad ha llegado gracias a su última publicación, La chica en la niebla.

La chica en la niebla da comienzo sesenta y dos días después de la desaparición que se va a convertir en el eje de su desarrollo. Es entonces cuando a la consulta del doctor Flores, psiquiatra que ejerce en el hospital de un pueblo de los Alpes, es trasladado el agente especial Vogel, quien ha sufrido un accidente de tráfico a causa del que se encuentra confuso, y no recuerda nada de lo sucedido con anterioridad al mismo. En el accidente no ha habido víctimas pero Vogel  tiene la ropa cubierta de sangre, por lo que es fundamental conocer con exactitud qué ha ocurrido antes de que este se produjese y aquí es donde entra en juego el doctor Flores, quien tendrá que obtener su confesión. Será así como vayan rememorando lo ocurrido durante los últimos dos meses, en los que el agente ha participado activamente en la búsqueda de Anna Lou Kastner, una niña de dieciséis años perteneciente a una religiosa familia que, tras salir de casa para ir a una reunión en la iglesia, no ha vuelto a ser vista, convirtiéndose además su desaparición en el foco de atención de los medios de comunicación.

Donato Carrisi
Donato Carrisi
Ya hemos comentado en otras ocasiones los problemas que acarrea tener una expectativas demasiado altas y eso es lo que me ha ocurrido a mí con Carrisi, su novela me ha gustado mucho pero aún así he de reconocer que no ha llegado al nivel que esperaba. Y con esto no quiero decir que no haya disfrutado de su lectura, al contrario, he disfrutado y mucho, pero pensaba que me encontraría con una lectura más adictiva, aunque esto como siempre es una cuestión personal con la que otros lectores no tienen por qué coincidir.

En "La chica en la niebla" no nos vamos a encontrar con una trama lineal sino que su desarrollo transcurre a través de continuas oscilaciones temporales que nos mueven principalmente por los días posteriores a la desaparición de la joven, que se produce un 23 de diciembre, volviendo en alguna ocasión a la noche del encuentro entre Vogel y el psiquiatra, también un día 23 pero en este caso de febrero. La novela se divide en capítulos y cada uno de ellos corresponde a una fecha, la cual queda determinada al comienzo, por lo que es fácil seguir el curso de la historia sin perderse con los saltos temporales. Esta estructura, unida al ritmo creciente que tiene el libro, hace que su lectura sea sumamente ágil y dinámica pues aunque no tiene un ritmo tan intenso como otros thrillers, sentimos la necesidad de avanzar de forma constante intentando descubrir qué ha ocurrido con Anna Lou, más a medida que vamos acercándonos a los capítulos finales y los giros argumentales se incrementan. Donato Carrisi utiliza un narrador omnisciente en tercera persona del pasado y su estilo es directo, claro y fluido, con lo que la lectura no resulta complicada ni se hace pesada.

La chica en la niebla es una novela que se centra principalmente en la acción, es decir, en los hechos que han tenido lugar, y es por eso que los personajes no están excesivamente desarrollados, lo que no es algo negativo ya que en este caso no es necesario, con los datos que Donato Carrisi nos ofrece de cada uno es suficiente para que tengamos una idea clara de quiénes son y el papel que desempeñan en la trama. Entre todos ellos destaca el agente especial Vogel, a quien podríamos calificar como protagonista, encargado de marcar el ritmo de la investigación y a través de quien vamos a conocer la mayor parte de lo que ha sucedido. Es un personaje que tiene un carácter muy peculiar, lo que hace difícil congeniar con él; a mí particularmente me ha parecido inaguantable, aunque esto no ha influido negativamente en la lectura ya que considero que como protagonista es muy llamativo, de esas figuras difíciles de olvidar. El agente especial Vogel, un hombre puntilloso, manipulador, arrogante, y egocéntrico, es especialmente conocido por sus excentricidades y por sus apariciones televisivas, medio que utiliza habitualmente para lograr sus objetivos en las investigaciones que lleva a cabo, casi siempre centradas en crímenes o delitos atroces que tienen un fuerte impacto emocional, con lo que sabe que con su resolución se ganará  el éxito ante el público.

Y en relación con este último apunte, es este uno de los temas que Donato Carrisi aborda en su novela y es un enfoque diferente ya que esta relación entre policía y periodistas no suele ser lo habitual. A través de La chica en la niebla el autor expone la capacidad de manipulación que tienen los medios televisivos así como la forma en la que no dudan a la hora de explotar las situaciones más dramáticas para aumentar su audiencia. Nos muestra la forma en la que las noticias influyen en la población, cómo modifican nuestra percepción de la realidad y pueden llegar a hacer que condenemos a alguien sin tener realmente ninguna prueba o constancia de su culpabilidad, únicamente guiados por la forma en la que se han expuesto los hechos, pero incidiendo también en la morbosidad del público, que "disfruta" conociendo los detalles más escabrosos de este tipo de noticias. 

Ya comentaba anteriormente que "La chica en la niebla" es un libro que va ganando en intensidad a medida que avanzamos y comienzan a sucederse los giros argumentales y el descubrimiento de pistas a seguir. Me ha parecido magnífica la forma en la que Donato Carrisi plantea su historia ya que mantiene la intriga hasta el final, un final en el que nos espera una resolución del caso sorprendente que pone en evidencia la habilidad con la que el autor ha desarrollado la trama, ofreciéndonos una resolución convincente y coherente en la que todo queda perfectamente explicado. Y este desenlace a mí me ha parecido buenísimo, especialmente la explicación de los motivos que han llevado a la desaparición de Anna Lou, un móvil que te hace parar a reflexionar sobre lo fácil que es cruzar la frontera entre el bien y el mal cuando deseamos lograr algo. 

Y como complemento a todo esto, una fantástica ambientación con la que Carrisi logra aumentar la tensión que rodea a todo lo que está sucediendo. La acción se sitúa en la localidad de Avechot, un pueblo alpino ubicado en el valle y rodeado de bosques al que solo se puede acceder por una única carretera. La vida en él transcurre plácidamente, formando parte la mayoría de sus habitantes de una comunidad religiosa que se autogestiona como si de una secta religiosa se tratase, imponiendo sus normas y prohibiciones. Tanto esta atmósfera de fanatismo religioso como el ambiente apagado, gélido y neblinoso que se sucede día a día envuelven al lector y hacen que la lectura se torne más inquietante, tensa y opresiva.

En resumen, La chica en la niebla presenta una trama bien elaborada e hilvanada con la que Donato Carrisi logra mantener la tensión e intriga hasta el final, en el que nos esperan sorprendentes e inesperadas revelaciones que constituyen el broche perfecto a la lectura. Creo que es un libro con el que disfrutarán todos los aficionados al género y en mi caso, aunque no ha sido lo esperado, no tengo dudas de que en un futuro repetiré con Carrisi  porque creo que es un autor a tener muy en cuenta.

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Gracias a la editorial por facilitarme el ejemplar para su reseña

martes, 2 de mayo de 2017

Muertos prescindibles - Michael Hjorth & Hans Rosenfeldt

Título: Muertos prescindibles
Serie Bergman III
Autor: Michael Hjorth & Hans Rosenfeldt
Editorial: Planeta
Traducción: Claudia Conde
Año: 2017
ISBN: 978-84-08-16600-9
Nº de páginas: 592

Muertos prescindibles es la tercera entrega de la serie Bergman y en mi caso disfruté tanto con el anterior volumen, Crímenes duplicados, que en cuanto terminé su lectura y aprovechando que tenía el siguiente en la estantería me puse inmediatamente con él. Quería descubrir cómo continuaba la historia de este peculiar personaje y del resto de figuras con las que comparte su día a día.

Han transcurrido unos meses desde los sucesos a los que asistimos en Crímenes duplicados y la vida de Sebastian y del resto de los miembros de la Unidad de Homicidios ha seguido su curso, aunque en algunos casos se ha visto marcada por los hechos que vivieron. Es así como la relación entre Vanja y Sebastian se ha ido estrechando y su amistad cada vez está más consolidada, lo que hace que éste tenga grandes esperanzas de compartir un futuro juntos, pero cuando la joven se presente a un proceso de selección para ingresar en un curso del FBI en Estados Unidos, Sebastian verá como todos sus planes se evaporan, algo que no está dispuesto a consentir. Por su parte, el equipo tendrá que hacer frente a un nuevo caso cuando en las montañas de Jämtland se encuentre una fosa común con seis cadáveres que han recibido un disparo en la cabeza y cuya identidad el asesino se ha esforzado en ocultar, lo que hará que la investigación se vaya complicando progresivamente, más teniendo en cuenta que alguien de las altas esferas parece querer tapar esas muertes a toda costa.

Michael Hjorth & Hans Rosenfeldt
Michael Hjorth & Hans Rosenfeldt
Son muchas las series de novela negra que hay en el mercado y a mí me suele dar cierta pereza comenzar con una nueva, más considerando que suele ser habitual que su interés vaya decreciendo a medida que salen nuevas entregas o que se vuelvan repetitivas. Y os comento esto porque es uno de los puntos más positivos que tiene esta serie, al menos de momento, no solo en cada nuevo volumen se mantiene el nivel del anterior sino que lo supera: la evolución de los personajes y sus facetas privadas se van volviendo más complejas e interesantes con lo que es inevitable no finalizar uno y querer ponerse con el siguiente, algo a lo que contribuyen los impactantes finales con los que los autores cierran cada libro. Es por eso que en este caso es importante leer los volúmenes en orden pues si bien las investigaciones en cada libro son independientes y quedan cerradas, lo que es el ámbito privado de los protagonistas sigue una evolución, con giros argumentales sorprendentes que merece la pena descubrir en el momento adecuado y que si leemos los libros en otro orden se van a estropear. Es decir, que si no habéis leído los dos anteriores, yo os recomiendo comenzar por ellos pues es la mejor manera de disfrutar plenamente de esta fabulosa serie.

Al igual que los dos volúmenes anteriores, "Muertos prescindibles" se presenta estructurado en capítulos de corta extensión que van alternando entre las distintas líneas argumentales. A diferencia de Secretos imperfectos y Crímenes duplicados, aquí hay varios frentes abiertos y así tenemos subtramas centradas en cada uno de los personajes principales más las relativas al caso que investigan que esta vez no sigue una única dirección sino que es más complejo y presenta varias piezas que se complementan. De esta manera, Muertos prescindibles se convierte en una lectura adictiva desde sus primeras páginas, con un ritmo intenso y una sucesión constante de hechos que hacen que la lectura sea ágil y fluída. Hjorth & Rosenfeldt siguen utilizando un narrador omnisciente pues es el que más libertad les da para mostrar al lector todo lo que está ocurriendo, y su estilo también sigue la línea de los anteriores libros, encontrándonos con un lenguaje claro,  directo y sencillo.

Ya comentaba en mi anterior reseña que uno de los puntos más positivos que tenía esta serie para mí era el peso que se le daba a la faceta privada de sus personajes y en este volumen aún se aprecia más. Los autores han logrado que investigación y temas personales estén equilibrados, de tal manera que el desarrollo de "Muertos prescindibles" es sumamente interesante y el interés no decae en ningún momento a pesar de los constantes cambios de línea argumental. Todo está bien enlazado e integrado para que sigamos con atención lo que está ocurriendo, deseando descubrir cómo continúa cada uno de los diversos hilos argumentales que se van entrecruzando. Y lo mismo ocurre con los personajes pues si bien Sebastian Bergman es el punto de conexión y la figura en torno a la que se construye la serie, todos los miembros del equipo van a sufrir una evolución  y en función de ella irán cobrando especial relevancia, convirtiéndose en protagonistas de sus propias subtramas como si de una especie de novela coral se tratase.

Aún teniendo en cuenta su peculiar forma de ser, Sebastian Bergman se ha ganado mi simpatía y como ya os comentaba en las anteriores reseñas, pienso que es otro de los puntos fuertes de estos libros. Es un personaje difícil de olvidar; su construcción está muy lograda y aún siendo un auténtico impresentable, resulta complicado no quedar atrapado bajo su influjo. A medida que vamos avanzando en la serie se va profundizando en su personalidad, le vamos conociendo mejor y más profundamente, con lo que se va volviendo más humano y cercano al mostrar sus puntos débiles y vulnerabilidades. No obstante, sigue manteniendo los rasgos típicos de su carácter  y así la mayor parte del tiempo se muestra egoísta, engreído e irritante, pero también nos deja ver que tiene sentimientos, que se siente solo y que, al igual que cualquier persona, necesita afecto y comprensión.

Respecto al resto de miembros de la Unidad de Homicidios, siguen siendo los mismos a los que ya conocimos en entregas anteriores, eso sí, nos vamos a encontrar con una nueva incorporación que habrá que esperar a las siguientes entregas para descubrir si continúa o no. Al igual que ocurre con Sebastian, se sigue profundizando en sus perfiles y cada vez los vamos conociendo mejor, descubriendo sus fortalezas y debilidades, algo que contribuye a aumentar el atractivo de la serie y que nos hace querer seguir devorando las siguientes entregas para saber qué va a ser de sus vidas. Son ellos los que dan continuidad a la serie, y es esta la principal razón por la que hay que leer las entregas en orden.

Muertos prescindibles me ha gustado aunque no he disfrutado tanto como con la anterior, Crímenes duplicados. Su planteamiento es diferente pues por la tipología del caso al que se enfrenta la Unidad de Homicidios el ritmo no es tan trepidante ni provoca tanta tensión durante su lectura, pero aún así es una gran novela en la que además se abordan temas muy actuales como el problema de la inmigración o el terrorismo, haciendo que su planteamiento se aleje un tanto de los que suelen ser más habituales en este tipo de libros. Y qué decir de su final… impactante, de esos que son completamente inesperados, que te dejan pensando que no puede ser y deseando que llegue cuanto antes la siguiente entrega para averiguar qué es lo que ha pasado.

Resumiendo, con una trama compleja y bien urdida, Muertos prescindibles se convierte en una lectura adictiva desde las primeras páginas, permitiéndonos seguir descubriendo a su carismático protagonista junto al resto de miembros de la Unidad de Homicidios. Al igual que las anteriores entregas de la serie Bergman, una novela sin duda muy recomendable.

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viernes, 21 de abril de 2017

Crímenes duplicados - Michael Hjorth & Hans Rosenfeldt

Título: Crímenes duplicados
Serie Bergman II
Autor: Michael Hjorth & Hans Rosenfeldt
Editorial: Planeta
Traducción: Claudia Conde
Año: 2016
ISBN: 978-84-081-5962-9
Nº de páginas: 624

Crímenes duplicados es la segunda entrega de la serie Bergman, cuyo primer libro, Secretos imperfectos, leí hace un par de meses y me gustó muchísimo, así que no quise dejar demasiado tiempo sin descubrir cómo continuaba la vida de este peculiar personaje, más teniendo en cuenta el impactante final del primer volumen.

La trama de Crímenes duplicados transcurre unos meses más tarde de la resolución del anterior caso al que la Unidad de Homicidios tuvo que hacer frente. La vida de los miembros del equipo ha seguido su curso mientras que la de Sebastian Bergman ha comenzado a girar en torno al descubrimiento que realizó al finalizar esa investigación. Cuando una mujer sea asesinada en su domicilio siguiendo el mismo ritual que se ha llevado a cabo para matar a otras dos en menos de un mes, la Unidad de Homicidios, bajo la dirección de Torkel, tendrá que hacerse cargo de la investigación. Las víctimas parecen copias idénticas de otras halladas en los años noventa, mujeres asesinadas a manos de un asesino en serie inteligente y manipulador que ahora cumple condena gracias a Sebastian Bergman. Todo apunta a que se trata de un imitador y el equipo parece encontrarse en un callejón sin salida, sin pistas que seguir y con la certeza de que pronto se cometerá un nuevo crimen. Pero todo se complicará aún más cuando Bergman se entere de lo que está sucediendo y decida entrar a formar parte de la investigación, descubriendo inmediatamente una sorprendente conexión entre las víctimas que aumentará su implicación en un caso que se torna cada vez más personal.

Aunque la mayoría de series de este tipo se pueden leer de forma independiente pues se centran en la resolución de casos aislados, creo que en este  caso es necesario leer los libros en orden ya que buena parte de la trama se centra en la vida privada de los protagonistas, y ahí sí que hay continuidad. Es por eso que si no habéis leído el primer volumen, os recomiendo que empecéis por él porque en Crímenes duplicados se parte de los hechos que tuvieron lugar meses atrás, con lo cual os estropearía los giros argumentales de Secretos imperfectos. Voy a intentar no desvelar nada relevante pero en todo caso os animo a que no sigáis leyendo esta reseña si tenéis previsto leer estos libros próximamente.

En lo que se refiere a estructura y estilo, "Crímenes duplicados" es un libro similar a Secretos imperfectos. Se desarrolla a través de capítulos muy breves que hacen que la lectura sea sumamente ágil y dinámica, más teniendo en cuenta que el ritmo es vertiginoso desde las primeras páginas. Los autores emplean un narrador omnisciente que les permite alternar entre diferentes perspectivas y así unos capítulos se centran en los miembros del equipo, otros lo hacen en el asesino en serie Edward Hinde, otros en el asesino actual y otros en Sebastian Bergman. Como ya comenté en la reseña del primer volumen, Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt son guionistas y eso se nota en la forma en la que escriben, empleando un estilo sencillo y fluido en el que los diálogos son abundantes y la acción no decae en ningún momento, sorprendiéndonos con constantes giros argumentales. 

Una de las cosas que me gusta en esta serie es que, con independencia de que haya un caso que resolver, la faceta privada de los personajes cobra gran relevancia. En el anterior volumen nos encontramos con un primer acercamiento y sobre todo era Sebastian Bergman quien más desarrollado estaba y al que mejor llegábamos a conocer, pero en este caso el resto de miembros del equipo ganan protagonismo y se profundiza en el ámbito personal de cada uno, dando lugar a otras subtramas que enriquecen a la principal y que nos permiten tener una visión más amplia y profunda de estas figuras. Observamos una evolución en todos ellos marcada por las circunstancias que van viviendo a nivel particular, siendo Billy una de las figuras que, desde mi punto de vista, más cambia pues en Secretos imperfectos era de los miembros que menos trascendencia tenía y en Crímenes duplicados se ha potenciado su personaje, dotándole de asuntos propios que van a marcar su relación laboral. Por parte de Torkel y Ursula no hay grandes cambios, aunque sí vamos a descubrir hechos que tuvieron lugar en el pasado y que nos van a ayudar a comprender su forma de actuar, a pesar de que se podían intuir. Y de todos los miembros de la Unidad de Homicidios, es Vanya quien más protagonismo va a ganar por la posición en la que se encuentra y su vínculo con Sebastian Bergman, con lo que se va a profundizar en su carácter y va a quedar más patente la fuerte personalidad que tiene y la profesionalidad que demuestra en su trabajo.

Sebastian Bergman sigue siendo el gran protagonista y en este libro vamos a ver una faceta más humana del personaje. Sigue manteniendo su carácter egoísta, interesado, descortés, grosero e irritante pero tanto por los hechos a los que tiene que enfrentarse en este caso como por el descubrimiento que hizo al final del anterior volumen, muestra más a menudo otro tipo de sentimientos, le vemos sufrir, mostrarse afectuoso y preocuparse por el bienestar de determinadas personas que le importan. Esto hace que, aún siendo un hombre muy carismático y con el que tiene que ser difícil congeniar, sea un personaje que se gana el aprecio del lector, al menos para mí es un gran protagonista y se ha ganado mi simpatía, supongo que si nos conociéramos personalmente no pensaría igual.

Al margen de estos nombres que son los que se van manteniendo a lo largo de la serie, aquí nos encontramos con otras figuras que desempeñan diferentes papeles secundarios. Entre todos ellos sobresale Edward Hinde, el asesino en serie que se halla en prisión gracias al trabajo realizado por Bergman años atrás, y conectado con él, el asesino actual. Son dos figuras interesantes a nivel psicológico ya que los autores nos van a mostrar los entresijos de sus perturbadas mentes, exponiendo al mismo tiempo los orígenes del comportamiento que han desarrollado para que seamos conscientes de los motivos por los que cometen sus crímenes.

Como os comenté en su reseña, Secretos imperfectos me encantó y estaba deseando ponerme con esta segunda parte, aunque no pensaba que fuese a disfrutar con su lectura tanto como lo he hecho. Me ha parecido mucho mejor que la primera parte, con una trama más elaborada e interesante en todos los frentes que mantiene abiertos a la vez. Los giros argumentales, el suspense y la intriga que nos acompañan a lo largo de todas las páginas y el deseo de descubrir cómo se resolvería todo han hecho que lo haya leído con creciente interés, cada vez más atrapada tanto por el desarrollo de la historia como por unos personajes que se han ido tornando cada vez más cercanos, hasta el punto de sentir pena al llegar al final por tener que abandonarlos. Afortunadamente tenía la tercera parte, Muertos prescindibles, en la estantería, con lo que he tenido clara cual iba a ser mi elección a la hora de comenzar nueva lectura. 

En definitiva, Crímenes duplicados no solo mantiene el nivel  de su predecesora, Secretos imperfectos, sino que lo supera. Una historia adictiva, que se lee con desasosiego y creciente interés por descubrir cómo se va a resolver todo, y que cuenta con un protagonista sumamente carismático al que es difícil olvidar. Una serie que merece la pena tener en cuenta y que os recomiendo sin ninguna duda, especialmente a los aficionados al género, eso sí, leyendo los volúmenes en orden para disfrutar de todos los giros argumentales y sorpresas que contienen. 

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martes, 28 de marzo de 2017

El último duelo de Évariste Galois - Francisco J. Sánchez Lizón

Título: El último duelo de Évariste Galois
Autor: Francisco J. Sánchez Lizón
Editorial: Tandaia
Año: 2016
ISBN: 978-84-945-4431-6
Nº de páginas: 334

Cuando comencé con el blog allá por el año 2011, uno de los primeros autores en contactar conmigo para ofrecerme la lectura de su libro fue Francisco J. Sánchez Lizón, quien por entonces había publicado su primera novela, El oasis maldito. Fue una lectura que me atrapó desde las primeras páginas y con la que disfruté mucho, especialmente con su final, por lo que cuando Francisco me ha ofrecido la posibilidad de leer su última obra, El último duelo de Évariste Galois, he aceptado encantada.

El comienzo de "El último duelo de Évariste Galois" nos sitúa en la noche del 30 de mayo del año 2010, fecha en la que un joven es asesinado en la puerta de su casa de campo. Un año más tarde, se cometerá otro crimen siguiendo el mismo patrón, lo que pondrá en alerta al cuerpo de policía. Será el detective Víctor Laplaza el encargado de llevar el caso, aunque cuando en el año 2012 se vuelva a cometer otro asesinato siguiendo las mismas pautas sin que el detective haya hecho ningún avance, sus superiores decidirán asignarle un ayudante, siendo el joven Eric Ripoll el seleccionado. Sin embargo, el carácter de Víctor pronto hará que ambos hombres se enfrenten y más que colaborar, cada uno iniciará su propia línea de investigación para dar con ese misterioso asesino que únicamente actúa la noche del 30 de mayo de cada año, retando a sus víctimas a un duelo de espadas. 

Francisco J. Sánchez Lizón
Francisco J. Sánchez Lizón
El último duelo de Évariste Galois es el título seleccionado por Francisco J. Sánchez Lizón y puede que a muchos de vosotros, igual que me sucedió a mí, este título no os diga nada ya que tampoco sepáis quién es Évariste Galois. No voy a ser yo quien entre en detalles y os desvele quien es este personaje porque creo que es uno de los interrogantes que merece la pena descubrir a través de la lectura; hablaros del papel que juega en la trama sería anticipar hechos y en parte estropear el suspense del libro. Si alguien se queda con la intriga, una simple búsqueda en Google es suficiente para profundizar en su figura. Yo me limitaré a señalar que me ha parecido muy original la forma en la que el autor ha incluido a este personaje, como podéis imaginar real, en su novela, dando forma a una trama bien urdida que atrapa desde las primeras páginas y que va ganando en intensidad a medida que avanzamos.

La novela se compone de dos grandes partes bajo las que se agrupan los treinta y dos capítulos que forman el libro, incluyéndose además un prólogo y un epílogo. La historia discurre linealmente y aunque todo comenzaría en el año 2010, el grueso de la acción tiene lugar entre los años 2013 y 2014. Para relatar los hechos Francisco J. Sánchez Lizón ha seleccionado un narrador omnisciente que va alternando entre distintos personajes y escenarios para que seamos testigos de todo lo que ocurre, empleando un estilo sencillo, conciso y claro que da lugar a un lectura fluida y amena, algo en lo que también influye que la acción discurra a buen ritmo, manteniendo la tensión y el suspense a lo largo de todos los capítulos a pesar de que desde un principio vamos a conocer la identidad del asesino.

Y este es uno de los puntos a destacar en el planteamiento que realiza el autor, puesto que en las primeras páginas ya nos muestra quién es el asesino, convirtiéndose este hombre en el protagonista de algunos capítulos. Esto podría haber supuesto una pérdida de interés por el desarrollo de la trama pero Francisco J. Sánchez Lizón logra mantener la atención del lector, la tensión es constante y necesitamos seguir avanzando para ver cómo se desarrolla la investigación y las motivaciones que se esconden detrás de cada uno de los crímenes que va cometiendo. Además el autor va entremezclando otras subtramas relacionadas con la principal pero que se centran más en el ámbito privado de los personajes y sus relaciones, lo que aumenta el atractivo de la historia en conjunto.

En una novela de este tipo, que se centra mayormente en la investigación, una buena construcción de los personajes no es algo quizás tan determinante pues nos interesa más ver cómo se desarrollan los hechos. No obstante, en El último duelo de Évariste Galois nos vamos a encontrar con unos personajes cuyo perfil se ha trazado con cuidado sin necesidad de profundizar demasiado en ellos, llegando a cobrar tanta relevancia como la acción misma. Tenemos tres figuras destacadas, además del propio asesino, aunque en este último caso su identidad va a quedar un tanto difuminada para mantener la intriga. Eric Ripoll, Víctor Laplaza y su secretaria Marina serán las tres personas que más protagonismo van a adquirir, estando definidos cada uno de ellos por unos rasgos muy característicos. De esta manera y por su carácter, el detective Laplaza se convierte en la figura más carismática aunque también más detestable a pesar de estar al frente de la investigación. Tras haber sido uno de los mejores dentro del cuerpo de detectives, en la actualidad Víctor ha perdido facultades y el caso que trae entre manos le supera, agriando aún más su personalidad prepotente y descortés. Al contrario que él, Eric es un joven agradable, solitario, educado, metódico y serio que despierta inmediatamente nuestra simpatía; al igual que lo hace Marina, una inteligente mujer que queda enmascarada tras su imponente cuerpo y belleza, a los cuales se hace constantemente referencia.

Évariste Galois
Évariste Galois
Estas tres personas son las que van a tener el cometido de desenmascarar al asesino antes de que cometa un nuevo crimen, un complicado caso cuya evolución nosotros vamos a seguir con gran interés, pues a medida que avanzamos van surgiendo pistas y giros argumentales que incrementan la ansiedad por desvelar cómo se va a cerrar el caso, si es que lo hace, además de ver cómo termina la relación entre todos ellos, que es otro de los aspectos que se mantiene en el aire a lo largo del libro. Una investigación en la que hay un elemento que va a ir cobrando importancia y así nos encontramos con que en "El último duelo de Évariste Galois", las matemáticas están muy presentes, especialmente en su segunda parte. Para aquellos que somos de letras no va a suponer ningún problema ya que las explicaciones son sencillas y claras, es decir, que si no os gustan los números no debéis ver esto como algo negativo, no tienen tanto peso como para influir negativamente en la lectura pero son una pieza fundamental en el desarrollo de la trama

Y como señalaba anteriormente, estamos ante una obra de ficción cuyos cimientos se asientan en la historia de un personaje real. Un personaje, Évariste Galois, que yo desconocía pero que me ha encantado descubrir a través de este libro y cuya historia me ha parecido de lo más curiosa e interesante, llegando incluso a investigar un poco más una vez finalizada la lectura. Como siempre digo, es positivo aprender cosas nuevas a través de los libros, así que uno de los aspectos a destacar en El último duelo de Évariste Galois es este pequeño apunte histórico que incluye, y que nos acerca a un personaje que, desde mi punto de vista, no es muy conocido, o al menos yo no recuerdo haberme topado con él en mi etapa estudiantil. 

En definitiva, Francisco J. Sánchez Lizón nos sorprende en El último duelo de Évariste Galois con una trama original y bien urdida que mantiene la tensión e intriga desde el principio, resultando una lectura sumamente amena y entretenida. Un libro de ficción pero que nos acerca a la figura de un personaje real, por lo que si no conocéis a Évariste Galois no creo que exista una mejor manera de descubrir su historia que a través de la lectura de esta novela. 

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Gracias a Francisco J. Sánchez Lizón por facilitarme el ejemplar para su reseña

lunes, 27 de febrero de 2017

Secretos imperfectos - Michael Hjorth & Hans Rosenfeldt

Título: Secretos Imperfectos
Serie Bergman 1
Autor: Michael Hjorth / Hans Rosenfeldt
Editorial: Planeta
Traducción: Claudia Conde
Año: 2016
ISBN: 978-84-08-15516-4
Nº de páginas: 528

Secretos imperfectos es el título que da inicio a una serie de novela negra que se centra en su protagonista, Sebastian Bergman, y que ha cosechado un gran éxito en toda Europa. De la misma serie se han publicado ya sus dos siguientes volúmenes, Crímenes duplicados y Muertos prescindibles, y tras ver numerosas reseñas positivas de todos ellos, hace unos días por fin me he animado a rescatarlo de la estantería y adentrarme en su lectura.

"Secretos imperfectos" comienza con la llegada de Sebastian Bergman a la localidad de Västeras tras el reciente fallecimiento de su madre, donde espera poner a la venta la casa familiar con todo su contenido, librándose así de todos los vínculos con su pasado. Sin embargo, entre las pertenencias de su madre encontrará unas viejas cartas con sorprendentes revelaciones que harán que reconsidere sus intenciones y se quede unos días más en la ciudad intentando esclarecer los hechos descubiertos. Y para ello Sebastian, psicólogo criminal aunque retirado desde hace algún tiempo, se incorporará a la investigación que está llevando a cabo la Unidad de Homicidios en Västeras, donde ha sido hallado, tras una semana desaparecido, el cadáver de un joven de dieciséis años brutalmente asesinado.

Hjorth & Rosenfeldt
En este caso las expectativas se han cumplido y, como esperaba, a mí también me ha gustado mucho Secretos imperfectos, por lo que ya estoy deseando ponerme con el siguiente volumen. No es que sea un libro que ofrezca un planteamiento diferente u original dentro de este género, pero el argumento consigue despertar el interés desde las primeras páginas y tiene un ritmo vertiginoso que hace que no puedas abandonar su lectura hasta llegar al final.

La trama de "Secretos imperfectos" se desarrolla a través de capítulos de corta extensión que aportan mucho dinamismo, escritos con un estilo sencillo, ágil y accesible, y empleando un narrador omnisciente. Son varios los hilos argumentales que se van desarrollando de manera paralela, unos con más importancia que otros, y a lo largo de los capítulos se va alternando la perspectiva de la narración para contarnos lo que sucede en torno a todos ellos. La acción va ganando en interés e intriga a medida que avanzamos y vamos descubriendo nuevas pistas y giros argumentales, con lo que como señalaba con anterioridad, es un libro que invita a leer siempre un poco más intentando alcanzar el final y esclarecer los hechos.

Y respecto a este final, es un cierre que está a la altura del resto de la obra, ofreciéndonos Hjorth & Rosenfeldt una resolución del caso que resulta convincente y en la que no entran en juego elementos inesperados, todas las piezas quedan colocadas en su lugar. Puesto que se trata del primer volumen de una serie, he de señalar que si bien el final es cerrado en cuanto a la conclusión del caso investigado, lo que son las cuestiones personales de los protagonistas sí quedan abiertas, por lo que es necesario leer los siguientes libros para saber cómo evolucionan esas tramas, encontrándonos además con una sorpresa final que hace muy difícil no querer comenzar ya con Crímenes duplicados, que es la segunda entrega.

Al igual que la mayoría de series de novela negra, estos libros giran en torno a su protagonista, Sebastian Bergman, que desde mi punto de vista es uno de los puntos más positivos que tiene el libro. Es un personaje potente, que se aleja un tanto del estereotipo del típico investigador que solemos encontrar en este tipo de obras y al que merece la pena descubrir. Su carismática personalidad produce en el lector sentimientos encontrados ya que tiene una forma de ser que repele un poco, pero por otra parte esos mismos gestos son los que hacen que nos atraiga y queramos saber más sobre los secretos que esconde su pasado. Sebastian es un hombre que vive marcado por la tragedia vivida junto a su familia, unos hechos que le arrebataron a su esposa e hija y que le producen un profundo sentimiento de culpa que es incapaz de superar. Como persona no es un dechado de virtudes, más bien todo lo contrario, es el típico hombre que se gana la animadversión de todos cuantos le rodean pues es egoísta, interesado, prepotente, cortante y maleducado, aunque por otra parte y de una forma inexplicable, tiene un enorme magnetismo y capacidad de seducción que no duda en poner en juego para llevarse a cuantas mujeres se cruzan en su camino a la cama. En resumen, es un auténtico desastre y por todo ello un protagonista que no va a dejar indiferente al lector.

A pesar de que Sebastian es el personaje en torno al que se construye la serie existen otras figuras que también tienen un alto grado de protagonismo, es más, se podría decir que el libro tiene algo de novela coral pues cada uno de los personajes va a tener, a nivel personal, una historia en la que vamos a ir profundizando a lo largo de los capítulos. De esta manera entre los principales figuran nombres como Torkel Höglund, el responsable nacional de la Unidad de Homicidios, o su equipo compuesto por Vanja, Billy y Ursula. Todos ellos tienen algo que aportar al desarrollo de la novela y así por ejemplo Vanja es una joven que a pesar de contar con tan solo treinta años se ha convertido en una excelente agente de policía; Billy Rosén destaca por sus conocimientos tecnológicos e informáticos, y Ursula Anderson es una mujer que sobresale por sus conocimientos y capacidad deductiva. Y al margen de estas capacidades laborales, tienen su propia vida que se extiende al ámbito familiar, donde también van a tener que hacer frente a determinados problemas que iremos conociendo, lo que nos va a dar una visión más amplia de cada uno de ellos, contribuyendo así a una mejor definición.

Imagino que todos estos personajes irán apareciendo también en el resto de novelas y seguirán evolucionando, mientras que el resto de figuras, que están más bien vinculadas a la investigación y relacionadas de alguna manera con la víctima, únicamente los vamos a encontrar en este libro. Aún así todos ellos están bien dibujados, los llegamos a conocer perfectamente, incluso en el caso de la propia víctima.

Por último señalar que sus autores, los guionistas suecos Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt, son los creadores de la famosa serie policíaca de televisión The Bridge y esta novela no nació como tal, sino que fue concebida en un principio también como serie televisiva, pero el proyecto no salió adelante. Quizás sea esa la razón por la que cuenta con un ritmo tan intenso y resulta tan visual, es muy fácil ir imaginando cómo se van desarrollando cada una de las escenas, lo que contribuye a que nos metamos aún más en la acción.

En definitiva, Secretos imperfectos es un thriller que merece la pena leer: adictivo, ágil, bien planteado y desarrollado, y con un carismático protagonista que no deja indiferente al lector. Un libro con el que se da inicio a una nueva serie que promete ofrecernos grandes dosis de acción e intriga, por lo que todos los aficionados al género deberán sin duda tenerla en cuenta.

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Gracias a la editorial por facilitarme el ejemplar para su reseña

lunes, 13 de febrero de 2017

El asesino del acantilado - Antonio Manzanera

Título: El asesino del acantilado
Autor: Antonio Manzanera
Editorial: Ediciones B
Año: 2017
ISBN: 978-84-666-6052-5
Nº de páginas: 352

Antonio Manzanera es un autor al que descubrí hace unos años a través de El informe Müller, un libro con el que disfruté mucho a pesar de que las novelas de espionaje no están entre mis favoritas, por lo que he seguido leyendo la mayoría de obras que ha ido publicando. La última que ha visto la luz, de la mano de Ediciones B, ha sido El asesino del acantilado, y yo no he tardado demasiado en descubrir la historia que se esconde entre sus páginas, una historia que, ya os adelanto, me ha encantado.

El comienzo de El asesino del acantilado nos sitúa en Los Ángeles en febrero de 1984 para asistir a la investigación del asesinato de Ralph Sanders, un hombre que tras cumplir condena en la prisión de Oldstock por colaborar en el atraco de la sucursal bancaria en la que trabajaba, ha sido hallado muerto en una playa a la que el mar ha arrastrado su cadáver. Cheney Moore es el investigador privado al que contratará uno de los taxistas que se encarga de llevar a los presos liberados desde la prisión hasta el cercano pueblo de Santa Teresa, y que fue el responsable de trasladar a Sanders hasta uno de los hoteles de lujo de la localidad, con la misión de que encuentre el dinero del atraco por el que el preso cumplió condena; un botín que nunca ha sido hallado y que el taxista cree que Ralph Sanders tenía escondido. Será así como Moore comience una extraña investigación en la que tendrá que ir siguiendo diferentes pistas para descubrir lo ocurrido cinco años atrás, cuando el robo se llevó a cabo, así como a las personas implicadas en el mismo.
Antonio Manzanera

Esto que os he contado es a grandes rasgos la base sobre la que se asienta la novela pues la trama de "El asesino del acantilado" es bastante compleja y tiene muchos más frentes abiertos, pero desde mi punto de vista aportar más información es tanto innecesario como contraproducente de cara al futuro lector. Creo que es mejor que sea cada uno el que vaya descubriendo cómo este punto de partida se va complicando poco a poco, introduciendo nuevos elementos y pistas que dan lugar a giros argumentales que hacen que una vez que empiezas, ya no puedas parar de leer hasta llegar al final. En mi caso ya sabéis que últimamente no dispongo de demasiado tiempo para la lectura, pero El asesino del acantilado ha logrado que buscase cualquier hueco para avanzar y en un par de días lo había terminado.

La forma en la que Antonio Manzanera ha planteado el desarrollo de la novela me ha resultado original, encontrándonos con una división en tres grandes partes que se corresponden con las tres fechas en las que tienen lugar los hechos más destacados. Así comenzamos situándonos en el año 1984, que es cuando Sanders sale de la cárcel, y seguidamente nos iremos trasladando hacia atrás en el tiempo para descubrir lo ocurrido tanto en 1980, fecha en la que se produjo el atraco, como en 1977, época en la que se situaría el inicio de todo y que será donde encontremos la respuesta a las incógnitas que se han ido planteando. De esta manera el autor logra que la trama vaya ganando en intensidad e interés a medida que se van desvelando los hechos y vamos colocando las piezas en su lugar, pero será necesario alcanzar el final para tener una visión global de todo lo ocurrido, comprendiendo la historia en su conjunto. Una historia que a mí me ha parecido muy bien planteada y sobre todo, desarrollada, pues como os decía existen varios hilos argumentales relacionados entre sí y complementarios que se van entrecruzando, y el autor los ha manejado con una gran habilidad para mantener la intriga y el suspense hasta el desenlace.

Respecto al estilo del autor, se mantiene en la línea del de sus anteriores obras, y así tenemos una prosa fluida, clara, precisa y envolvente, con diálogos abundantes y un ritmo muy ágil en todo momento. En la primera parte comienza empleando un narrador omnisciente en tercera persona, pero pronto descubriremos que este relato corre a cargo de uno de los protagonistas, que posteriormente asumirá la voz narrativa para contarnos en primera persona todo lo sucedido. No voy a desvelar la identidad de este narrador, dejaremos que sea el futuro lector el que descubra quién, de todos los personajes, es el que va a tener un mayor protagonismo.

Una de las cosas que más me gusta en las novelas de Antonio Manzanera es la atmósfera en la que consigue atrapar al lector. Tiene una forma de escribir en la que, tanto a través de los diálogos como de las descripciones, logra que nos sintamos transportados a la época y lugar en la que se desarrolla la acción. En el caso de "El asesino del acantilado" desde las primeras páginas tenemos la sensación de estar visualizando cada una de las imágenes, y esas imágenes se suceden en nuestra mente con gran nitidez, lo que hace que aún se disfrute aún más con la lectura. A pesar de que hay novelas que cuentan con una buena ambientación, no siempre el autor logra producir ese efecto en el lector, y a mí personalmente es algo que me gusta mucho encontrar en un libro, ya que me hace meterme más en la historia que me están contando. Destaca especialmente la segunda parte, centrada en el ámbito carcelario, llevándonos al interior de la prisión de Oldstock con tal lujo de detalles que resulta difícil creer que es un lugar ficticio.

Pero no es la ambientación el único aspecto positivo que existe en El asesino del acantilado pues en cuestión de personajes también Antonio Manzanera ha realizado un excelente trabajo. La novela tiene algo de coral y así son varias las figuras que van a tener un alto grado de protagonismo, girando la trama en torno a ellos. Así destacan hombres como Ralph Sanders, Cheney Moore y Frank Madison, pero en un plano algo más secundario vamos a conocer a otros que también tienen algo que aportar a la historia, eso sí, todos ellos hombres, pues los personajes femeninos en esta novela no tienen prácticamente trascendencia. Antonio los va perfilando progresivamente de tal manera que a medida que vayamos descubriendo cómo sucedieron los hechos, iremos desvelando quién es quien en realidad y los distintos matices que caracterizan al personaje en cuestión. Quien más sobresale es, lógicamente, el narrador, ya que va a ser él quien ponga voz al relato y comparta con nosotros además sus emociones y reacciones ante los hechos que va viviendo, siendo también su perspectiva la que nos permita conocer al resto.

Al igual que ya comprobamos en La suave superficie de la culata, Antonio Manzanera demuestra en El asesino del acantilado que es un gran conocedor del mundo de la mafia. Este es otro de los elementos que va a entrar en juego en el desarrollo de la trama y el autor va a incluir datos que nos permitirán conocer más de cerca la Cosa Nostra, hablándonos de su funcionamiento, ritual de admisión, estructura interna, negocios, extorsiones o contactos con el FBI.

Por lo que os he contado hasta ahora podéis ver que "El asesino del acantilado" es una novela negra en la que entran en juego distintos ingredientes, todos ellos combinados con destreza y equilibrio para cautivar al lector y no darle tregua en su lectura. Tenemos grandes dosis de misterio e intriga que derivan de varias cuestiones pues por una parte está todo lo relacionado con el robo del dinero de la sucursal bancaria que os he mencionado anteriormente, por otra parte queda la cuestión del asesinato de Ralph Sanders y por otra parte existe otra línea argumental vinculada con un asesino en serie, de la que hasta ahora no os he comentado nada. Si queréis descubrir cómo está relacionado todo, las conexiones que existen entre unos temas y otros, el papel que juega la mafia en todo esto y, por supuesto, desvelar los interrogantes, tendréis que leer El asesino del acantilado, una novela que yo creo que no os va a defraudar.

Resumiendo, Antonio Manzanera nos ofrece en El asesino del acantilado una excelente novela negra que cuenta con un ritmo intenso, una trama compleja y una fantástica ambientación que hacen que su lectura resulte sumamente entretenida a la vez que adictiva. Aunque todavía estamos a primeros de año y quedan muchas lecturas por delante, me atrevería a afirmar que estará entre mis mejores lecturas del año, por lo que sin dudar os la recomiendo, sobre todo si sois aficionados al género.

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martes, 26 de julio de 2016

Todo lo que vino después - Gabriel Urza

Portada Todo lo que vino después
Título: Todo lo que vino después
Autor: Gabriel Urza
Editorial: Ediciones B
Año: 2016
ISBN: 978-84-666-5924-6
Nº de páginas: 320

Del catálogo de novedades de Ediciones B para el mes de junio una de las novelas que más llamó mi atención fue Todo lo que vino después de Gabriel Urza, un autor estadounidense de origen vasco al que yo no conocía pues, aunque tiene varias novelas publicadas, todas están escritas en inglés, siendo esta la única que de momento se ha traducido al castellano.

Gabriel Urza
Gabriel Urza
La trama de "Todo lo que vino después" gira en torno al secuestro y posterior asesinato de José Antonio Torres, político y Concejal del Partido Popular en la localidad vasca de Muriga. Estos hechos tendrán lugar en el año 1998 y aunque la vida en esta población parece haber vuelto a la normalidad, los atentados de Atocha en Madrid, cuyas primeras investigaciones señalan a ETA, volverán a abrir viejas heridas y a enfrentar al pueblo con su propio pasado. A través de la narración de Mariana, la mujer del concejal asesinado, de Joni, un viejo profesor americano residente en Muriga, y de Iker, el joven que ahora se encuentra encarcelado por dicho crimen, iremos desvelando las claves de lo que realmente sucedió hace seis años y el grado de implicación que cada uno tuvo en lo ocurrido.

No me equivoqué a la hora de fijarme en esta novela y he disfrutado mucho con su lectura, encontrándome con un planteamiento que ha captado mi atención desde los primeros capítulos y que me ha mantenido pegada a sus páginas hasta llegar al final, pues si bien desde el inicio sabemos lo que ha ocurrido, Gabriel Urza consigue envolvernos en una atmósfera de tensión y suspense que hacen que no puedas dejar la lectura, necesitas averiguar las motivaciones que se esconden detrás de los hechos y el porqué de la culpabilidad que parece acompañar a todos los personajes.

Son cincuenta y cuatro los capítulos en los que queda dividida la novela y en general todos tienen una extensión corta, lo que hace que la lectura sea muy dinámica. Cada uno de estos capítulos está centrado en un protagonista y así se va alternando el relato de Joni, Mariana e Iker, quienes van a hablarnos del momento presente pero también van a rememorar lo sucedido en el pasado, con lo que la narración no sigue un curso lineal sino que vamos a ir conociendo hechos acontecidos en diferentes momentos que tendremos que ir colocando en su lugar hasta completar la historia. Gabriel Urza construye esta trama con habilidad, manteniendo el ritmo y la tensión narrativa, y dosificando la información de tal manera que aunque desde un principio parece que está claro lo ocurrido, vamos a necesitar avanzar en la lectura para aclarar todos los hechos. Y esto lo hace a través de un estilo depurado, ágil, claro y envolvente que hace que la lectura sea accesible a la par que amena y entretenida, empleando la primera persona para poner voz a la narración de los tres protagonistas y destacando la cuidada ambientación con la que la obra cuenta.

Si tuviese que encajar la novela de Gabriel Urza en un género concreto me decantaría por el thriller político, aunque el aspecto psicológico está muy presente y así son sus personajes el pilar central sobre el que se asienta el desarrollo de la historia. En este caso no va a tener tanta importancia lo sucedido sino que lo realmente relevante es ahondar en la psicología de estas tres personas, conocer cómo vivieron los hechos que tuvieron lugar en el pasado y cómo estos han afectado y marcado el resto de sus vidas. Teniendo esto en cuenta parece lógico que el autor se haya esmerado en su construcción, y así nos encontramos con tres perfiles definidos con precisión, profundidad y de forma progresiva, lo que hará que una vez finalizada la novela tengamos una idea muy clara sobre cada uno. Y es que un rasgo que tienen en común los tres es la naturalidad, cercanía y humanidad con la que están perfilados, son personas que han sido tomadas del día a día y eso facilita que podamos ponernos en su lugar y entender tanto sus emociones y sentimientos como las motivaciones y decisiones que toman, con independencia de que las compartamos o no.

Los tres protagonistas me han parecido interesantes a pesar de que por ejemplo con Mariana no he llegado a conectar en ningún momento, no me ha gustado su forma de ser ni de actuar pero eso no ha sido obstáculo para que la considere un buen personaje, con múltiples matices que merece la pena pararse a analizar. Es lo mismo que ocurre con la figura de Iker, un joven que en un principio debería causar nuestro rechazo pero que acabará generando sentimientos encontrados y es que el autor no va a inclinar la balanza hacia un lado u otro, seremos nosotros los que tendremos que pararnos a reflexionar sobre todo lo sucedido y posicionarnos en un sentido u otro.

Al hablar del argumento os decía que la acción transcurre en la localidad vasca de Muriga, pero en realidad este pueblo no existe sino que es una ubicación ficticia que el autor ha creado. Y una vez leída la novela nadie diría que es así ya que "Todo lo que vino después" cuenta con una ambientación tan cuidada y detallada que casi da pena que solo haya existido en la mente de Gabriel Urza. La narración está aderezada con descripciones del entorno y de los que serían los principales emplazamientos de esta localidad, como el colegio de San Jorge, de tal manera que todo resulta muy visual y el autor transmite la belleza y el encanto de este pequeño pueblo, que seguramente comparte con los que sí existen realmente en la zona.

Esta estupenda ambientación no se limita al entorno físico sino que Gabriel Urza también refleja muy bien el contexto social y político, uno de los aspectos que cobran mayor relevancia en su obra. De esta manera vemos la forma de vida que se lleva en esta localidad y conocemos la forma de pensar y actuar de sus habitantes, con especial hincapié en el ámbito de la política, los movimientos independentistas y el terrorismo. En este sentido resultan interesantes los diálogos interiores de Iker  a través de los que nos va mostrando su postura y cómo se ve implicado en una situación que le acaba superando.

En definitiva, Gabriel Urza nos ofrece en Todo lo que vino después un estupendo thriller político en el que aborda el tema del terrorismo en el País Vasco con una trama bien planteada y desarrollada en la que lo importante no es lo que sucede sino el por qué sucede, lo que hace que sea necesario profundizar en las vivencias y reflexiones de sus tres protagonistas.


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