Título: El sol de Argel
Autor: Esther Ginés
Editorial: Ediciones Carena
Año: 2012
ISBN: 9788415681274
Nº de páginas: 276
SINOPSIS: Lee la sinopsis de este libro pinchando AQUÍ
Había visto alguna reseña que había conseguido dejarme con
ganas de leer El sol de Argel y por eso cuando su autora, Esther Ginés,
contactó conmigo y me ofreció un ejemplar para leer y reseñar no dudé en
aceptar su oferta.
El argumento de El sol de Argel tiene como punto de partida
el suicidio de Matías, a quien sus padres encuentran muerto sobre el suelo del
baño al regresar a casa. Es un duro golpe para la familia, más teniendo
en cuenta que nadie se esperaba algo así, por lo que supone un trauma difícil
de superar. Es su hermano Martín quien, incapaz de asumir la muerte de su
gemelo, con el que siempre ha estado muy unido, necesita encontrar respuestas a
los múltiples interrogantes que se abren en su mente, especialmente en torno a
las causas que llevaron a su hermano a quitarse la vida. Es así como comenzará
a indagar en los meses previos al suicidio de Matías, sirviéndose para ello de
una agenda que encuentra en su cuarto en la que Matías recoge entre otras
cosas, una cita semanal los martes a las seis y media con una mujer que
responde a la inicial de M. Pero ¿quién es esa misteriosa mujer y qué papel
jugó en la vida de su hermano?
Con este planteamiento, El sol de Argel se convierte en un
thriller psicológico en el que Esther Ginés explora temas como el vínculo que
une a los hermanos gemelos o la búsqueda de nuestra propia identidad. Desde las
primeras páginas el lector siente la necesidad de dar respuesta a los mismos
interrogantes que se plantean en la mente de Martín y es esto lo que hace que
el interés no decaiga y la novela se lea con bastante facilidad y rapidez.
Tras un prólogo en el que tenemos un primer acercamiento a
Matías un par de meses antes de su muerte, la novela se estructura en dos
grandes bloques divididos a su vez en capítulos, todos ellos narrados en
primera persona por Martín. Esther Ginés emplea un estilo cuidado a través de
un lenguaje claro, predominando en la novela un tono intimista y reflexivo en
todo momento. No es una obra que siga un ritmo trepidante sino que transcurre
más bien de forma pausada, invitando a leer con calma para compartir las
reflexiones y emociones de su protagonista.
El sol de Argel es principalmente una novela de personajes
pues son ellos los pilares sobre los que se apoya el desarrollo de la trama. Lo
verdaderamente importante es acercarse a sus pensamientos, a sus reacciones
ante la muerte de Matías y a sus emociones, siendo Martín quien adquiere el
mayor protagonismo. Al estar narrado en primera persona nos permite
zambullirnos en su mente, observar los interrogantes que se van despertando y
su incapacidad para superar la muerte de su hermano gemelo, logrando de esta
manera que nos pongamos en su lugar y lleguemos
a conocerle muy bien. Es un personaje que está perfilado con detalle,
especialmente a nivel psicológico pues se pone de manifiesto su carácter y el
sufrimiento por el que atraviesa al haber perdido una parte tan importante de
su propia persona a través de su gemelo.
Esther Ginés explora el vínculo y la conexión existente
entre los hermanos gemelos y esto es un punto que resulta muy interesante.
Analiza su relación desde niños y el progresivo distanciamiento que se va
produciendo, algo inevitable a medida que cada uno va creando su propia vida
pero sin perder nunca la conexión que han tenido siempre y que les permite
intuir lo que les ocurre aunque no estén juntos. Como Martín expone, Matías es
una parte de él y por tanto su perdida es como haber perdido una extremidad, lo
que provoca que se sienta desubicado, sin saber seguir adelante más cuando se
va dando cuenta de que la persona que creía conocer tan bien se ha convertido
en un auténtico desconocido.
Junto a Martín existe otra figura relevante que es la mujer
que se esconde detrás de M., una mujer misteriosa de la que poco conocemos
y que mantiene su secretismo a lo largo
de toda la novela. En torno a ella se crea un halo de misterio, muchos
interrogantes abiertos que necesitan respuesta pero que no impide que nos
sintamos a gusto en su compañía, es una mujer que desprende un cierto
magnetismo por el que tanto Martín como el lector se sienten atraídos, quizás
porque lo que sabemos de ella nos llega a través de su propia percepción y es
así inevitable que traslade a nosotros sus sentimientos.
El resto de personajes quedan en un segundo plano, no son
demasiados y tampoco están excesivamente desarrollados pues no es necesario.
Los conocemos a través de las reflexiones de Martín y del contacto que tiene
con ellos, pero tampoco entra en excesivos detalles salvo en el caso de su
gemelo Matías, de quien sí tenemos más información pues rememora muchos tiempos
pasados y así observamos el carácter que ambos niños tenían y como Matías
siempre tuvo una personalidad más dominante, marcando así el carácter de Martín
que en cierta forma se dejaba llevar por él.
A pesar de que he señalado que es una novela de personajes,
hay un escenario que se impone con entidad propia y adquiere una gran
relevancia. Es el Instituto Homeopático y Hospital de San José, fundado en el
año 1878 y que en el año 1997 es declarado Bien de Interés Cultural por lo que
la Comunidad de Madrid se hace cargo de su reconstrucción. Son hechos que
quedan en cierta forma reflejados en El sol de Argel y a través de acertadas y
precisas descripciones Esther Ginés nos invita a adentrarnos en el mismo y
descubrir el aspecto de sus jardines o su interior.
Otro punto a destacar es la importancia que en El sol de
Argel tiene la obra de Albert Camus El extranjero. Martín toma como punto de
referencia este libro para ir analizando el comportamiento de su hermano,
estableciendo relaciones entre el protagonista de esta obra y Matías y sacando
sus propias conclusiones. Habla mucho de lo que sucede en El extranjero y en
este sentido he notado que quizás me estaba perdiendo algo ya que no he leído esta
novela y por lo tanto aunque la autora se encarga de explicar todos los
paralelismos, creo que habría disfrutado más si hubiese leído anteriormente la
obra de Albert Camus.
Finalmente señalar que el final de la novela no me ha
convencido pues me he quedado con la sensación de que algunas de las preguntas
e interrogantes que me había planteado no han encontrado respuesta. Con ello no
quiero decir que sea un mal final, es quizás el único posible y como siempre
sucede en este punto, es cuestión de gustos. Creo que la autora logra el
objetivo que perseguía con la novela y el resto de cuestiones son algo
secundario que como sucede en la vida misma han de quedarse sin explicación.
Resumiendo, El sol de Argel recoge una historia intimista y
reflexiva, narrada con acierto y con un ritmo que mantiene la tensión e
intriga, dando lugar a una obra que ahonda en la psicología de sus personajes y
nos permite acercarnos a la relación existente entre los hermanos gemelos y a
la búsqueda de la propia identidad.