* Solo
sabiendo callar, es como se aprende a escuchar; oyendo es como se aprender a
hablar; y cuando sabemos hablar, es cuando aprendemos a pensar, y eso es
permitir que el otro también pueda hablar.
* Si tienes
la tendencia a exagerar tus alegrías, como lo haces con tus penas, tus
problemas perderían su importancia.
* Las Mentes
brillantes, siempre recurren a las ideas. Las Mentes comunes hablan de
banalidades. Las Mentes mediocres, solo hablan criticando a los demás.
* Algunos
tienen y apenas les alcanza. Otros podrían, pero no tienen. Otros ni tienen ni
pueden. Y aquellos que tienen y pueden, deben aprender a dar.
* Es muy
triste en esta vida, que cuando uno tiene razón, pues, nadie te escucha. Pero,
si cuando uno está equivocado, nadie te olvida, y por siempre te critican.
* Ser
profesional, no es aquél que solo obtiene un título, sino aquél que sabe
valorar a los demás por lo que son, es un Sabio.
“El que no sabe que no sabe, es un necio; apártate de él. El que sabe que no sabe, es sencillo; instrúyelo. El que no sabe que sabe está dormido; despiértalo. El que sabe que sabe, es sabio; síguelo” (Proverbio árabe).
ResponderEliminar“Quien no quiere razonar es un fanático, quien no sabe razonar es un tonto y quien no se atreve a razonar es un esclavo” (William Henry).
Un abrazo.
Coincido en todo o en mucho.
ResponderEliminarJusto hoy estuve reflexionando sobre el primer punto, y sus múltiples vértices... por ejemplo, hoy pensaba en las personas que hablan poco, y siempre son las que escuchan, pero cuando de pronto son escuchadas no paran de hablar. Y así... ha sido el tema del día.
Un abrazo.
Entre Macondo y tú habéis hecho una noche filosófica.
ResponderEliminarGrandes verdades ,
ResponderEliminarbesos
Me gustan esas ireflexiones, las suscribo prácticamente en su totalidad.
ResponderEliminarBesos.