Hace
poco tuve la oportunidad de observar a un troll durante un par de meses
desde su surgimiento. Vi cómo empezó a endurecer sus ataques poco antes de
empezar a languidecer y cómo desapareció finalmente.
Este
es un proceso en la conducta humana que los psicólogos llaman extinción.
Debo anotar aquí que yo no soy psicólogo, pero me gusta mucho observar el comportamiento
de las personas.
Cuando
una conducta no obtiene la respuesta deseada, la conducta se intensifica y
luego se extingue. Le llaman a esto un “estallido causado por la extinción”.
Por ejemplo, cuando un niño llora más fuerte para llamar la atención y los
padres no le hacen caso, es probable que esté en proceso de extinción la
conducta de llorar para llamar la atención. El error que cometen los padres es
hacerle caso al niño cuando ha intensificado su griterío.
Otro
ejemplo de estallido por extinción es cuando no funciona un interruptor o el
botón del elevador. Si parece no responder, lo que hacemos es presionar muchas
veces el botón, en forma rápida y con fuerza.
Como
sabes, los trolls en
internet son sujetos sin mucho brillo ni trascendencia, que conviven en
círculos muy reducidos, que molestan sólo por molestar y con quienes el diálogo
es imposible. Lo que necesitan es llamar la atención.
Cuando
atacan, lo hacen en principio en forma pausada. Si no se les hace caso
generalmente se retiran. Y en unos casos tal vez puedan arreciar sus ataques.
En ocasiones sus blancos de ataque caen en el error de hacerles caso, y con
ello le dan al troll lo que busca, que es llamar la atención. Es decir, les
refuerzan su conducta y la continúan por más tiempo.
Aquí
es donde se aplica el sabio consejo: “don’t feed the troll” o “no alimentes al troll”. En esencia,
lo más simple es ignorarlo, aunque exista la probabilidad de que arrecien los
ataques.
Conviene ignorarlo debido a que lo que sigue a la intensificación de
esta mala saña es el fin de su conducta.
Lo
malo es que puede ser que tú no le hagas caso, pero otros sí lo hagan. Algunos
de tus amigos indignados, por ejemplo, que sin querer estarán reforzando la
conducta del troll.
Nos has dado una buena lección.
ResponderEliminarLo seguiré ignorando mientras siga camuflado y no moleste.
ResponderEliminarSaludos, Chary Vera
Considero muy sabio lo que has escrito hoy... Pienso que es así...
ResponderEliminarMuchos besos.
Lo mejor para un caso de trollismo es decir exactamente lo mismo, copiar y pegar su mensaje como respuesta cada vez que aparece. Y así, en algún momento dejarán de molestar.
ResponderEliminarSaludos,
J.