Mediodía áspero,
espejos de color en mi bolsillo.
Aborigen del silencio,
te vas sin que decir,
detenido;
vas pasando.
Tribu sedienta y maldita
sentencia que nadie dice haber leído:
Serás lo que quieras ser,
pero allá, solo,
inmensidad al fondo
donde el barro se junta con el cielo.
El Poeta del Asfalto (Buenos Aires, abril de 2009)
viernes, 14 de mayo de 2010
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