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sábado, 14 de junio de 2014

Kuzu, la sabiduria del bienestar enrraizada a la tierra



¿Qué es el kuzu?

Para hablar del kuzu o también llamado Kudzu, hemos de remontarnos al lejano oriente, ya que las raíces del mismo se encuentran básicamente en China y Japón. Y nunca mejor dicho, porque en realidad lo que hoy conocemos como Kuzu, se extrae de la raiz de una planta llamada Pueraria Lobata,  muy preciada por la medicina tradicional china, por su pureza y sus maravillosas y efectivas propiedades terapéuticas, que ha sido utilizada desde la antigüedad para tratar infinidad de patologías, siendo incluso a día de hoy un tesoro medicinal de valor incalculable.

Aunque toda la planta en si goza de una gran reputación e infinidad de propiedades medicinales, los principios activos más importantes de la misma residen en su raíz, de donde realmente se extrae el kuzu, después de un proceso de lavado, secado y molido de la misma totalmente artesanal que puede llevar algunos meses, para garantizar la pureza y preservación de todas sus propiedades.
También es importante puntualizar, que durante este proceso, no se utiliza ningún componente ajeno a la misma planta, ya que de no ser así, su composición bioquímica podría sufrir cambios, que seguro se reflejarían en una perdida substancial de su pureza. Digo esto, porque en occidente, esto si sucede con muchas de las plantas medicinales que conocemos, donde si ha sido alterada su composición y como resultado menguadas sus propiedades terapéuticas.

Al igual que sucede con la raiz de la conocida bardana, la del kuzu también puede ser muy larga, llegando a medir hasta unos dos metros de largo, llegando a grandes profundidades bajo tierra, aspecto que ya nos dice mucho de sus propiedades vigorizantes y energéticas, muy útiles en momentos de debilidad, estados febriles y otras muchas patologías que describiré más adelante.

Propiedades terapéuticas

Como he comentado con anterioridad, el Kuzu ha sido desde tiempos pasados y sigue siendo en la actualidad, uno de los mejores aliados de la Medicina Tradicional China, donde se utiliza para tratar un gran número de patologías muy diversas que cito a continuación:

  • Tiende a regular el funcionamiento intestinal, tanto durante fases de estreñimiento como en casos de diarrea, espasmos intestinales, intestinos perezosos...
  • Reduce la fiebre y mejora los estados gripales, aliviando los dolores y siendo de gran ayuda en los resfriados, bronquitis y cuadros de tos.
  • Al ser muy alcalino, es perfecto para tratar el cansancio crónico y potenciar nuestros niveles de energía, aportando vigor a nuestro organismo.
  • Como Probiótico es perfecto para regenerar la flora intestinal.
  • Previene problemas derivados de la hipertensión.
  • Muy efectivo para tratar adicciones (alcohol, tabaco, drogas).
  • Activa la circulación sanguínea.
  • Apto para tratar diabetes, por su capacidad para regular los niveles de glucosa en sangre.
  • También indicado para procesos inflamatorios, migrañas e incluso en procesos de depuración hepática.
Creo que después de esta lista, donde se comentan algunas de sus propiedades medicinales, no cabe duda, de que estamos ante uno de esos milagros de la naturaleza, que en ningún caso, deberíamos dejar de lado, puesto que nadie mejor que la tierra que nos vio nacer, sabe que es mejor para nosotros.

Modo de preparación

Existen infinidad de preparaciones específicas, donde el kuzu tiene un protagonismo absoluto, siendo algunas de ellas muy populares dentro de la cara más terapéutica de la macrobiótica. Aunque también se utiliza como espesante en la cocina, para preparar purés, salsas y sopas, substituyendo a harinas y almidones, que como sabemos, pueden tener un efecto no deseado en nuestro organismo, por ser ingredientes altamente procesados y en parte desnaturalizados.


Su preparación es muy simple, disolvemos una cucharada de postre en agua fría (importante) en una taza o pequeño recipiente. Cuando el mismo esté bien disuelto, lo calentaremos durante unos minutos hasta que su textura se vuelva más espesa, siempre vigilando que no llegue a hervir, ya que podrían perderse muchas de sus propiedades medicinales.
En el caso de tratarse de un uso culinario, una vez disuelto el kuzu en el agua, lo añadiremos al plato que estemos cocinando durante los últimos minutos de cocción, removiendo  hasta que veamos que espesa.


Desde un punto de vista más terapéutico existen un sinfín de preparaciones que personalmente siempre me han dado un resultado más que óptimo, pero por nombrar una muy sencilla aquí os dejo esta apta para toda la familia:

KUZU CON ZUMO DE MANZANA

Sin duda este preparado específico es de mis preferidos, ya que tiene un efecto inmediato en nuestro organismo. Normalmente lo recomiendo en estados de hipoglucemia. Es decir esos días que tras una comida familiar u otra situación poco habitual en nuestra dieta, hemos ingerido una cantidad elevada de azúcares, bebidas azucaradas, bollería industrial, productos demasiado procesados, exceso de frutas y postres ...
Esto nos provocará sin duda un aumento de glucosa en sangre acompañado de una aparente euforia, que más tarde como todo lo que sube rápido, también baja rápido, así que de pronto nos sentiremos cansados, deprimidos, faltos de energía y en definitiva apagados. Es en estos momentos cuando este preparado tan sencillo nos ayudará a reanimarnos y salir de este estado hipoglucémico.
Para preparlo, no tenemos mas que disolver una cucharada de postre de kuzu directamente en una taza de zumo de manzana bio (importante) frío o a temperatura ambiente. Una vez disuelto, lo ponemos en un cazo y lo calentamos durante unos minutos, a la vez que removemos sin parar lentamente, hasta que veamos la mezcla toma un tono blanquecino de textura algo espesa, siendo este el momento de devolver el preparado a nuestra taza y tomar bien caliente.
Sin duda una preparación, que además de tener un sabor muy bueno, tiene efectos inmediatos que notaremos al poco de tomarlo, siendo también apta para niños.

Unas últimas consideraciones importantes
  • Como no contiene gluten puede ser un gran aliado para personas celíacas, que podrán utilizarlo como espesante en vez de harina para algunos casos puntuales.
  • Quiero poner un acento especial en intentar transmitir que el kuzu, podría catalogarse como un "alimento medicamento", con esto quiero decir, que a pesar de que sus propiedades beneficiosas son incontables, no tiene sentido abusar del mismo de forma desmesurada, añadiéndolo a todo aquello que hagamos o tomemos. En primer lugar porque su precio es bastante elevado, y en segundo lugar porque al igual que no tomamos pastillas como algo normal en nuestra dieta, tampoco tiene sentido tomar kuzu a todas horas, siendo mucho mejor , reservarlo para aquellas ocasiones que realmente lo precisan.
  • Teniendo en cuenta que la demanda del kuzu a crecido mucho en los últimos años, y que su obtención requiere un proceso nada fácil de llevar a cabo, cada vez se encuentran más en el mercado productos etiquetados como kuzu que en realidad no lo son ( impresionante pero cierto). Por ello incluso, cuando compramos en tiendas donde los productos tienen una procedencia ecológica, de vez en cuando es importante mirar alguna que otra etiqueta, para ver si aquello que deseamos comprar, se corresponde con la realidad del mismo producto. En el caso del kuzu,  actualmente se están comercializando mezclas que tan solo llevan un 10% de kuzu y el resto en algunos casos es almidón de patata u otro almidón llamado arrurruz. En ambos casos no perderemos sus propiedades espesantes por ser almidones, pero si debemos tener claro que si quedarán totalmente descartadas todas sus propiedades terapéuticas, que a mi parecer son las realmente importantes.
Bueno, esto ha sido todo por hoy, esperando como siempre que esta información llegue a cuanta más gente posible mejor, ya que lo importante no es retener el conocimiento, siendo mejor transmitirlo y hacer del mismo un bien para todos!

Seguimos adelante y gracias por estar siempre tan cerca!

Gassho!


Sergi Hogaku

martes, 24 de septiembre de 2013

Natillas de trigo sarraceno y frambuesas



Nuevamente volvemos a la sección de postres, ya que a menudo mucha gente duda de que en macrobiótica al prescindir del azúcar, se puedan elaborar buenos postres. Pero lo cierto es que las posibilidades son tan infinitas como saludables, siendo estas natillas una prueba de ello.
Eso si, antes de seguir presentando la receta, quiero insistir nuevamente en la utilización que debemos hacer de los postres en nuestra dieta. Siendo estos muy Yin, lo recomendable es que sólo los tomemos en ocasiones especiales, pero nunca como una costumbre diaria, ya que de lo contrario, tiraremos por tierra todo el equilibrio que hemos conseguido mediante la buena combinación de los alimentos que componen nuestro plato principal. Sobre todo las personas yin, que además de ello sean vegetarianas deben controlar la cantidad de postres que incluyen en sus dietas habituales.
Dicho esto, decir que entre las bondades de este postre, podemos resaltar que no llevan azúcar, están libres de gluten, y son muy digestivas, entre otras cosas por contener kuzú y trigo sarraceno entre sus ingredientes, así que tenemos un postre sencillo, energético, depurativo y muy rico!



INGREDIENTES
( a ser posible de procedencia ecológica y local)
(APTA PARA INTOLERANTES AL GLUTEN)


Canela en polvo
1 Cucharada sopera de concentrado de manzana
La piel de un limón
100gr de frambuesas
1/4 de una rama de vainilla
1 Vaso de trigo sarraceno
Sal marina ( no refinada)
1 Litro de bebida de arroz
1 cucharada sopera de kuzú


ELABORACIÓN

1. En primer lugar cocemos el trigo sarraceno, para ello primero lo lavamos con agua fría y lo cocemos.
Apunte para la cocción: Por cada medida de trigo sarraceno, el doble de agua más un poco de sal, cuando comience a hervir, bajamos el fuego al mínimo y lo tapamos, cocinando durante treinta minutos.

2. Una vez cocido el trigo sarraceno, los vertimos en una olla o cazo grande y añadimos tres vasos de bebida de arroz, una pizca de sal, la ramita de vainilla abierta por la mitad, la piel a tiras del limón ( previamente lavada), una cucharada de concentrado de manzana. Tapamos y cocinamos durante unos quince minutos.

3. Seguidamente disolvemos una cucharada de kuzú en un vaso de cortado con un poco de agua fría ( o a temperatura ambiente, todo menos caliente).
Pasados los quince minutos del paso anterior, añadimos el kuzú diluido y vamos removiendo lentamente, con ayuda de una cuchara de madera o similar durante unos cinco minutos más, a la vez que observamos como poco a poco va espesando.

4. Finalmente, sacamos las pieles de limón y la rama de vainilla, triturando el resto de la mezcla junto a las frambuesas con ayuda de un túrmix o similar. Al finalizar lo disponemos en los diferentes recipientes, espolvoreando un poco de canela por encima de cada uno de ellos y decorándolos con alguna frambuesa entera e incluso algunos cereales crujientes.

Buen provecho!!

Gassho!

Sergi Gámez

( Fotos: Sergi Gámez)






jueves, 28 de marzo de 2013

Sopa de peras y fresas con kuzú



Con la llegada de la primavera, nuestra cocina se impregna de nuevos colores, sabores y esas frescas fragancias que nos invitan a crear sabrosas recetas que aportan vitalidad a nuestro organismo. Por esta razón hoy os presento un postre, dedicado a aquellos que piensan que los macrobióticos sólo comemos arroz integral y algas. Una receta muy sencilla que se prepara en sólo unos veinte minutos con unos resultados muy óptimos. Porque cuando se trata de cocinar, las barreras sólo existen en nuestra mente, así que si somos capaces de liberarnos de las mismas podremos crear recetas brillantes, nutritivas y muy sanas con infinidad de diferentes ingredientes!
Teniendo en cuenta la estación en la que estamos, utilizaremos como base la pera y la fresa, dos frutas que ahora pueden utilizarse aprovechando toda su energía, combinando sus sabores a la perfección.
Y ya antes de pasar a la acción, quisiera dedicar esta receta a Beatriu Alabart, una de mis primeras maestras de macrobiótica y autora de esta efectiva receta que gracias a sus enseñanzas ahora yo os presento con gran ilusión.

INGREDIENTES ( para cuatro personas)
(A ser posible de procedencia ecológica y local)

4 Peras
10 Fresas de temporada (esto es muy importante, porque la piel de la fresa al ser muy fina es muy sensible a los químicos que se utilizan  para fumigar en las grandes explotaciones no ecológicas, por ello es importante que las fresas sean siempre de temporada y de procedencia ecológica).
1 Vaso de zumo de manzana o de uva
1-2 Cucharadas soperas de Kuzú
Pasas de corinto
Canela en polvo (opcional)
Sal

ELABORACIÓN

1.  En primer lugar, pelaremos bien las peras y las cortaremos en unos seis trozos cada una, eliminando a su vez las semillas de su parte central.

2. En una olla dispondremos las peras cortadas y añadiremos un puñado de pasas de corinto y agua hasta que las peras queden como si flotaran encima del agua, es decir muy poca agua.

3. Tiramos una pizca de sal (sin pasarnos) y cocinamos durante unos diez minutos a fuego medio.

4. Pasados los diez minutos, añadimos el vaso de zumo de manzana o uva y cocinamos durante unos diez minutos más.

5. Mientras disolvemos entre una y dos cucharadas de kuzú en un poco de agua utilizando un vaso a parte y una vez disuelto, se lo añadimos al resto a la vez que removemos con mucho cuidado.
El kuzú, entre sus muchas propiedades digestivas es un fabuloso espesante para sopas, postres y otros menesteres culinarios. En este caso a medida que vaya tomando temperatura, observaremos como la mezcla liquida de nuestra receta va espesando a la vez que toma una apariencia gelatinosa.

6. Una vez tenga la textura deseada, presentamos en un plato nuestra receta y le añadimos algunas fresas de temporada cortadas a mitades, con las que aportaremos un toque de color y sabor a nuestro postre.

7. De forma opcional podemos añadir también un poco de canela en polvo, pero no es necesario en absoluto.

Buen provecho!!

Gasho!!

Sergi Gámez

(Fotos y texto por Sergi Gámez)