Esta historia tiene ingredientes que me gustan: magia, el poder de la Luna, justicieros, suplantación de identidades, traiciones y planes.
Ximena puede tejer la luz del la luna y Catalina, la Condesa, leer las estrellas. El pueblo de Catalina perdió todo cuando Atoc tomó el trono en una violenta revolución, gracias a una antigua reliquia que puede invocar fantasmas. Ximena, nuestra protagonista, se ve impulsada por una imparable y ciega sed de venganza. Cuando Atoc reclama y amenaza a la Condesa para que sea su esposa, Ximena va en su lugar, haciéndose pasar por Catalina. Su intención es encontrar la reliquia mortal que Atoc posee y usarla para derrotarlo y devolver al pueblo de Catalina lo que es suyo por derecho. Pero una vez allí, la joven se da cuenta de que las cosas no son como parecían.
Me gusta el tipo de magia descrita, donde adoran a la Luna y ésta otorga regalos a los devotos. Me parece muy interesante lo relacionado con la luna (muy místico) y sus capacidades, así como el poder de Ximena y cómo se explota a lo largo de la historia. Es original y está bien llevado.
La ambientación y sistema creado por la autora también destacan y, aunque hay romance, no es el eje de la trama. La historia se centra en la estrategia política y la inminente lucha entre pueblos.
A pesar de la premisa emocionante y de los puntos fuertes de la novela, hay detalles que no me convencieron, como el no conectar con los personajes o lo predecible de algunas revelaciones.
En concreto, hay un enigmático e interesante personaje, Lobo, cuya identidad es un misterio, pero que veía venir casi desde el principio. Sin embargo, me gusta la sinergia entre Lobo y Ximena.
Misterio, magia, acción, secretos, violencia, traiciones y romance.
Leyna