Mishal Katz, los Reyes Magos, mi baúl y yo.

¿Que qué hacemos todos juntos? ¿Os cuento la historia de este encuentro entre los cuatro? 

Empecemos por Mishal Katz, arquitecta, diseñadora y buscadora de tesoros. Tras varios éxitos, ella y su hermana Eugenia decidieron fundar en 2008 la marca Laskatz. Antes de formar esta empresa de la que luego os hablaré, Mishal se dedicaba a diseñar bolsos y carteras. 

Los Reyes Magos. Creo que los conocéis casi todos. Se llaman Melchor, Gaspar y Baltasar y sólo nos acordamos de ellos en Navidad porque ellos sólo se acuerdan de nosotros también en estas fechas. Tienen el vicio, no de pedir, sino de regalar. Así que, contra este vicio no tenemos nada que objetar. ¡Alabado sea!

¿Mi baúl? Pues como el de la Piquer, grandote, variado y lleno de piezas de épocas pasadas siempre dispuestas a ser redescubiertas por otro propietario. Son chaqueteras y un pelín traidoras.

Y en cuanto a mi, creo que ya no necesito presentación. Me conocéis tal cual soy.

Y ahora, la pregunta: ¿Cómo y por qué nos hemos juntado los cuatro? Ilustro el comienzo de mi relato con imagen gráfica que no os servirá de ayuda pero suscitará vuestra curiosidad.

Aquí tenéis el motivo de esta singular unión.

Resulta que los Reyes Magos hace poco se pusieron en contacto conmigo por si quería colaborar en su campaña navideña con alguna donación. Sí, ¡a ésto hemos llegado! Las casas reales ya no son lo que eran, estaréis de acuerdo. El caso es que yo, todavía muy tímida con la realeza a pesar de estas pequeñas decadencias, no supe decir que no. Así que abrí mi baúl y me encontré con un bolso diseñado por Mishal Katz en el año 2001, que había conseguido hacía años a través de una de mis tiendas favoritas de Madrid:  Piamonte. 

Así que nada, los Reyes aceptaron, no sin antes llamarme tacaña por sólo donar un regalo (¡tiene narices!) y me instaron a adjudicarlo como me viniera en gana. Así que yo, que siempre estoy pensando en vosotros, decidí sortear el bolso de aquella fantástica e irrepetible colección de Mishal Katz del año 2001, año, en el que por cierto, ni volábamos en naves espaciales ni teníamos una computadora llamada Hal. ¡De hecho seguimos igual! O peor... ¿por qué desde 1969 nunca volvió el hombre a la Luna? ¿O es que, realmente, nunca estuvo allí?

"2001, Odisea del Espacio" dirigida por Kubrick y basada en una novela de Arthur C. Clarke

No, no me voy a ir por las ramas que ahora hace mucho frío como para estar saltando de árbol en árbol. Prefiero dejar este tema para otro momento. Mejor os hablo del bolso que tiene su historia. ¿Sabéis que las flores están basadas en un tapiz antiguo que encontró Mishal dentro de un mueble, también antiguo, que a su vez compró en una brocante? ¡Ni el vendedor sabía lo que realmente estaba vendiendo! 

El susodicho tapiz era de fieltro y tenía varios grupos de flores. Mishal lo transformó y adaptó para sus creaciones decidiendo hacer el equivalente de la flor en cuero. 

Detalle de la boquilla. Todos los cosidos y aplicaciones están hechos a mano. 

En cuanto al herraje de pellizco antiguo (la boquilla de metal) formaba parte de un stock que compró a una fabrica de herrajes de los suburbios industriales de Buenos Aires; una empresa con problemas durante la época de la crisis argentina de 2001 y a la que Mishal logró acceder después de mucho buscar pellizcos y comprobar que allí ya no se fabricarían más.

La pieza sobre cuadro kitsh made in S.Tartán.

Por ultimo, el maravilloso terciopelo sobre el que esta armado el aplique es cien por cien algodón y tapicería de la buena. Concluyendo: si queréis llevaros un trocito de nuestro Buenos Aires querido, otro trocito de mi baúl y una pieza artesanal y casi única, no dejéis de leer el párrafo que indica cómo conseguir todo ello.

¿Cómo participar en el sorteo? Sus Majestades y yo, queridos lectores, hemos debatido y acordado lo siguiente:
1. Ser residente en España. .
2. Ser "seguidor" de este blog. ¿Qué significa ésto? Para haceros seguidores, tenéis que pinchar en la parte derecha de la pantalla, en una sección que pone "Participar en este sitio". Pincháis y si no tenéis perfil de blogger, entonces tenéis que hacéroslo o bien, si lo preferís, podéis introducir vuestro e-mail y una contraseña y después pinchar en "seguir este Blog" y en "seguir de forma pública". ¡Es muy fácil!
3. Hacer un comentario a esta entrada, para que, a medida que vayáis haciendo comentarios se os vaya asignando un número de sorteo, sólo uno. Así el primero que comente, tendrá el número uno, el segundo, el dos... y así sucesivamente. Mis comentarios no cuentan a la hora de asignar número.
4. El número afortunado lo escogeremos los Reyes y yo a través de la web http://www.random.org/ que elige un número al azar. 
5. El plazo el sorteo se terminará el día 6 de enero a las 00.00. horas cuando se supone que ya estáis todos dormiditos y con vuestros calcetines dispuestos para recibir los regalos. Al día siguiente se dará a conocer el nombre o nick del ganador.
6. El bolso se enviará a portes pagados, sin ningún tipo de gasto para el afortunado destinatario.
¡¡Mucha suerte!!

¿Os apetece volver al pasado?

Pero no quiero terminar y abandonaros, sin antes sugerir que os deis un paseo por la fantástica web de Laskatz, buscadoras incansables de hallazgos y curiosidades. Os dejo unas espectaculares muestras de su buen hacer que a mi, particularmente, me han cautivado.

Collares, pulseras y pendientes que harán las delicias de las chicas más fantasiosas y divertidas.

Uno de los vestidos vintage que pronto estará a la venta.

Si queréis comprar algo de Las Katz o al menos cotillear y descubrir su trabajo, sólo tenéis que pinchar aquí: laskatz.tiendanube.com y os encontraréis en un precioso mundo de colorines y fantasías varias con todo el encanto de los objetos antiguos recuperados para una segunda vida.

Otro bolso de aquella colección de 2001.

Y nada más queridos lectores, espero haberos descubierto una dirección de sumo interés y sobre todo haberos inyectado el gusanillo de conseguir un Mishal Katz o alguna de las maravillas de LasKatz.
¡Un beso muy grande y feliz semana prenavideña!

Sylvie Tartán.