¡Así es! Mi compañera de prácticas y yo estamos descubriendo a pasos agigantados lo duro que es intentar comprender a los adolescentes, o simplemente tratar que se mantengan quietos haciendo un ejercicio. Nosotras damos clase de plástica (o lo intentamos) y cada día puedes encontrarte con un panorama diferente. El truco para no volverse loco es tomárselo con buen humor, y claro, cuando llega una niña de 13 años con sus ojazos enormes y te mira con amor y te da algo como este dibujo... En fin, dan ganas hasta de intentar las suicidas oposiciones y todo...