Ella no se hace
problemas con la inspiración. Se mantiene dispuesta y los poemas surgen. Aunque
haya demorado en publicar, nada tiene que ver en esto, su enorme capacidad para
entregarse a la tarea de manifestar emociones que le son propias o que son
fruto de esa mirada sensible que traduce el sentimiento ajeno.
Hoy la poeta vuelve
con La mirada deshabitada (La Bella
Araña Editorial, 2019), un poemario donde deja clara su postura como poeta y
reafirma con contundencia su poética.
Seis años después de
alzarte con el Premio Gerardo Diego por tu obra Línea Helicoidal, que se constituyó en tu primera publicación,
retornas con un nuevo poemario, de título La
mirada deshabitada, ¿sobre qué
temas o sentimientos has querido reflexionar y hacerlos tuyos?
A priori no quería reflexionar en algo muy concreto y
entonces me fueron saliendo esos poemas de dolor y yo no sabía que estaban ahí.
Bueno, todos no son de dolor y alguno es una exageración pretendiendo dar una
visión dramática como ocurre en “El dolor es insaciable”. Pero me iban saliendo
así a medida que escribía.
De todas maneras una cosa que me pasa mucho es sentir la
angustia existencial, el vacío que crea la mirada deshabitada. También están
los recuerdos no siempre bien hallados, la huida, los muertos.
Pero quisiera añadir que no necesariamente el poeta expresa
lo que ha vivido, también somos los libros que hemos leído, las películas que
hemos visto, las personas que hemos conocido y en ese sentido lo expresado en
el poemario viene de muchos sitios.
Has declarado que La mirada deshabitada te demandó escribir
a herida abierta, ¿es recomendable
hacerlo cuando la emoción se halla desbordada o es preferible aguardar a que sea
recuerdo y no afecte tanto?
Poemario con el que ganó el Premio Gerardo Diego en 2014 |
Lo de escribir a herida abierta o cerrada no lo sé e ignoro lo que es
mejor. Seguramente la respuesta es ‘depende’. No hay formulas. Lo más importante
es escribir, en cualquier caso, y luego analizar lo escrito, y ver lo que
queremos transmitir.
Cuando eliges el
título La mirada deshabitada para darle nombre a tu libro, ¿lo hiciste
pensando en la tuya o en la de los
otros? ¿Quiénes poseen una mirada de ese tipo?
La mirada deshabitada para mí es el vacío existencial, pero
como ocurre con toda escritura para cada uno puede ser una cosa distinta.
Tu poemario tiene dos
apartados denominados: Una poética e Insomnios. A mi parecer, el primero, es una
declaración contundente de tu postura como poeta, y el segundo, expresa tu
manera de sentir y las emociones que más te conmueven, ¿estoy algo en lo
cierto?
Sí, estás en lo cierto, la primera es una declaración de
intenciones sobre la poesía y la segunda parte son mis sentimientos y emociones
vividas o relatadas de libros, películas, otras experiencias que he hecho mías.
Una constante en los
temas de La mirada deshabitada es el
sentido de trascendencia, y lo noto manifiesto en tu poema “Replicantes”, los
últimos versos son indiscutibles en ese sentido: «Los objetos /nos
sobreviven/con la memoria intacta/ igual que los libros». ¿Te preocupa no dejar
huella o se tergiverse quién fuiste?
A mí me preocupa dejar huella mientras esté viva, cuando me
haya muerto me da igual. Debe ser agradable dejar huella buena, pero esto es
para muy pocos.
El sentido de trascendencia que tú has visto en este poema ni
me lo había planteado, pero me gusta que tú lo hayas visto
La poeta durante un recital organizado por Clave |
Otro tema de igual
reiteración es la búsqueda, y uno de los poemas que lo contiene es el dedicado
a tu padre, “La soledad de los buques”. «En cubierta/unos pocos miran/ el cielo
para descubrir/planetas donde mudarse». A veces es tanta la desolación que
fantaseamos con la posibilidad de la existencia de un lugar, más amable, adonde
marchar, ¿no es así, Amparo?
De nuevo ves cosas en mis poemas que no las he escrito
conscientemente, pero si tú las percibes están ahí. Pero sí, se manifiesta el sentido de búsqueda y también
la huida de lo que no queremos.
Un libro cuando sale a
la luz está sujeto a una serie de lecturas o interpretaciones, que es muy
probable que ni por asomo, tengan alguna
relación con lo que quisiste ‘contar’ (o versar), ¿qué no te gustaría que se
diga sobre tu poemario?
Sobre qué no me
gustaría que se dijera de mi poemario, pues para empezar que no gustara, algo
que es inevitable, somos todos diferentes. Otra cosa es que se interpretara
como algo personal, aunque ya he aclarado que nuestras emociones y experiencias
vienen de muchos sitios. No pienso en una determinada situación para
escribirlos, excepto en los puramente descriptivos, como el dedicado a mi padre
y a mi madre, que se refieren a lugares concretos. En general los poemas surgen
y ya está.
Demoraste en publicar,
¿luego del éxito de tu poemario se hizo complicado volver a hacerlo? ¿Cuáles
fueron tus temores?
Mis temores en el mundo editorial se han cumplido todos: demora
en la publicación, tener que pagar, etc. Son muchas las editoriales, pero si no
tienes un amigo en alguna o no eres alguien conocido no te publica nadie; a
menos que pagues, pero aún así hay dificultades.
Ahora te dedicas por
entero a escribir, ¿aceptas la posibilidad de probar con la narrativa o quieres
seguir expresándote solo como poeta?
¿Probar con
la narrativa? Creo que se me da mejor la poesía. Escribir una novela, por
ejemplo, es de largo recorrido, un maratón, y el relato corto nunca me ha
llamado mucho. No sé por qué.
El libro se puede adquirir aquí: http://tienda.aranyaeditorial.com/101-la-mirada-deshabitada.html |