Patricio Sesnich Espinoza lo tuvo muy claro desde niño: quería contar historias
donde la gente dialogara, compartiera su mundo interior y hubiese comunión de
almas. El joven escritor aspiraba a reflejar por escrito esas conversaciones que
se entablan en un encuentro casual o pactado, que pueden resultar amables y
fructíferas porque las palabras discurren francas y espontáneas, pero sin dejar de lado
esas en las que los emisores y receptores mienten, ocultan, vacilan o callan. También
incluye aquellos no tan escasos encuentros, donde los monólogos impuestos
marcan la pauta por decisión arbitraria, cuando solo un protagonista se abre e intenta comunicar, mientras que su interlocutor
le niega su atención, y su presencia no pasa de ser física, ni de mero
espectador.
Le dejo la palabra a Patricio, quien también ejerce el periodismo
en el diario El Longino de Iquique (Chile). Él les contará su historia a través
de sus respuestas.
Según entiendo el escritor nació antes
que el periodista y ambos se han ido desarrollando en paralelo durante todos
estos años, ¿cómo te describes o evalúas en cada una de tus facetas?
Su primera obra, la que le abrió numerosas puertas en su país |
La verdad es que no me siento periodista, porque no lo soy, de
hecho soy escritor (no de carrera universitaria completa) pero sí por haber
realizado un Bachiller intensivo de Literatura entre los años 2004 y 2006. Creo
que el periodista (y lo digo por experiencia personal, pues mi hermana lo es)
realiza muchas labores que yo no realizo, por ejemplo, rara vez hago notas en
terreno, me gusta más el realizar las entrevistas por correo, y es ahí donde
siento que está, existe el escritor, porque me gusta que el entrevistado se tome su
tiempo en contestar las preguntas, algo (a veces) difícil de realizar cara a
cara. Me ha tocado sí entrevistar, en algunas oportunidades, para FICIQQ
(Festival De Cine de Iquique, que se realiza cada mes de febrero) a los
invitados, y es una experiencia gratificante. A veces cuando me lo piden o hay
cierto ‘apuro’, salgo a la calle y entrevisto, pero regularmente no lo hago. De
hecho cuando me llaman ‘periodista’, me siento un poco…no sé, como ofendiendo
al gremio de periodistas, por eso digo la verdad y que soy escritor. Soy
escritor realizando trabajo periodístico.
¿Qué le aporta a tu labor literaria el
hecho de ejercer de periodista y viceversa?
Al entrevistar está el escritor presente, lo que soy, a lo que me
dedico, y el aporte es que como escritor y como persona me gusta leer las
respuestas de los entrevistados, y detenerme en las respuestas a las preguntas
que son de tono reflexivo, como cuando pregunto “¿Qué les asombra de la vida?”.
Mi aporte a final de cuentas es en lo personal algo gratificante, para el
lector…que esté informado y conozca a autores, artistas, personas, que están
haciendo cosas para difundir la cultura nacional e internacional.
¿Por qué te inclinas por hacer
estudios de periodismo y no te decantas totalmente por la literatura?
Pese a que ejerce el periodismo con solvencia sabe que su sitio está en la literatura |
Es al revés, me decanté por la literatura y no por el periodismo,
jejeje. Cuando egresé de enseñanza media (el colegio) no tenía claro qué quería
hacer, pensé mucho la verdad y al mismo tiempo pensaba en nada. Una parte de mí
no quería entrar a la universidad, otra parte de mi quería estudiar algo breve.
Creo que se inclinó eso último en la balanza aunque esperaba que el Bachiller
de Literatura tuviera éxito y siguiera 4 años (que eran los inicialmente
anunciados por la entidad universitaria), pero no y siento que en 2 años y
medio aprendí mucho y tenía (modestia aparte) conocimientos gramaticales por
haber escrito historias desde el colegio (tímidamente, sin compartirlas con
nadie) y después subirlas a los Foros de Internet (De Network 54, estoy
hablando de entre 1999 y 2001).
No se me pasó por la mente estudiar o ingresar a periodismo,
porque ya conocía a lo que iba por experiencia familiar, entonces en ciertas
cosas, aunque ahora he agarrado más confianza, soy tímido, y la verdad, no me
‘veía’ saliendo a terreno con micrófono en mano a un acontecimiento…por eso
admiro a los periodistas ¡Periodistas! Que lo hacen todo y más. La labor de
escritor es más solitaria…pero también se necesita estar en compañía de tu
entorno, de tus afectos.
Lo mismo me pasó con (en algún momento) estudiar Comunicación
Audiovisual o Dirección de Cine, de hecho en 2003 hice un semestre de esa
carrera, pero pensando en que quería escribir, crear historias, pero me di
cuenta a tiempo de que no era lo mío, los datos técnicos, realizar guiones
técnicos, no era algo que pensaba que tenía que hacer un guionista…aunque
claro, están los guionistas técnicos y los literarios, yo me inclino por ese
último, pero al menos ahí no iba a aprender a eso, sino que a crear historias
considerando los planos, la imagen, las locaciones.
Escribes desde muy pequeño, lo hacías
solo para ti, y te resistías a compartirlo con otros, ¿en qué momento te
vuelves extrovertido y sales a mostrar tu trabajo?
Una de las cientos de entrevistas que realizado para El Longino de Iquique (Chile) |
Cuando niño lo que escribía me lo reservaba, cierto. A los 12 o 13
años lo que escribía se lo mostraba a mis amigos cercanos, compañeros de
colegio. Desde los 15 hasta los 17 más o menos, la etapa final del colegio, ya
varios de mis amigos cercanos ‘sabían’ que escribía Foronovelas virtuales,
algunos las leían y me daban sugerencias, otros prefería que no lo supieran
porque así podía ‘inspirarme’ en sus historias personales (risas). Incluso
saliendo del colegio, seguía escribiendo sin mostrarle a nadie (cercano o
familiar) lo que escribía. Creo que me quité ese ‘temor’ cuando autopubliqué Una novela cebolla en el 2009, que era
una historia que ya había escrito en internet. Aunque con Esos pequeños gestos en su primera autopublicación en 2013
considero que es el ‘salto’ definitivo para mostrar mi trabajo”.
¿Sobre qué te gustaba escribir en esos
tiempos? ¿Eras de aquellos que se inspiraban en la gente o exploraban su mundo
interno?
Sin duda mi inspiración en esos tiempos y hasta el día de hoy es
mi entorno, mis afectos, mi familia, mis amigos, lo que les pasa, lo que me
cuentan…claro que es realidad aumentada a lo que a veces me cuentan u observo.
Me gusta o trato de enfocarme y concentrarme en una situación o conversación
digna para ser convertida en historia.
Es poco común conocer a un escritor
que no le gustara leer de niño, y uno de
ellos eres tú. Admites que tu amor por la lectura empezó tarde y que coincidió
con tu afición por los libros de adaptaciones cinematográficas. Todo se presentó
de golpe, ¿no?
Es que cuando niño me aburría leer, creo que influye mucho lo que
te hacen leer (al menos en Chile) en los colegios, hoy que he visitado colegios
e incluso mi excolegio (Don Bosco de Iquique) me sorprendo gratamente al ver cómo
han cambiado la lista de libros para leer, y dan ganas de regresar al colegio
(risas). Ahora no todo fue malo, durante tercero y cuarto medio en electivo
Humanista leímos a Vargas Llosa o Paulo Coelho, y digamos que leyéndolos me
entusiasmaban a seguir leyendo, pero estaba ‘absorbido’ por internet y el poco
tiempo que te brindaba el estar en el colegio. Sí, definitivamente el hábito de
la lectura llegó a fines de 2003, principios de 2004, cuando empecé a comprar
libros que después se convirtieron en películas, y de ahí no he parado,
encontrando no solo ese tipo de literatura, sino otros títulos.
De manera constante los medios radiales quieren tenerlo como invitado en sus programas |
En un momento pensaste en dedicarte a
escribir guiones para cine y televisión, ¿por qué cambiaste de opinión?
Cambié de opinión cuando me di cuenta que mi idea (el texto el diálogo que había escrito), no podría no
ser representado tal cual como lo había creado. También por un tema de
comodidad, quizá. Fluyo escribiendo relatos breves dialogados, y me resulta pesado
crear un guion con ‘Escena 1. Interior. Lugar’ (risas), prefiero que ese trabajo
lo haga el guionista. Con Esos pequeños
gestos me he encontrado con conversaciones de pasillo o entre amigos de “¡Oye,
deberíamos hacer un cortometraje de uno de tus relatos!”, yo feliz de ceder…y
dárselo a alguien que quiera hacerlo.
Tuviste la oportunidad de estar cerca
del cine, que también te apasiona, cuando tuviste un espacio dedicado al
séptimo arte en el diario Iquique express, como se dice en Latinoamérica, ‘estuviste
en tu salsa’, ¿no es así?
La verdad es que el Semanario Iquique Express fue la puerta para
después en 2007 tener una página completa en Diario 21 Iquique, que después
pasó a llamarse Diario El Longino de Iquique. Lugar al que llegué gracias al
recordado director del diario Héctor Vivero, que me invitó en 2007 a tener ‘una
columna breve’, con recomendaciones cinematográficas, que con el paso de los
meses fue creciendo y ya en 2017 cumpliré 10 años con una página que ha
ampliado los contenidos, no solo con cine, literatura, las entrevistas a
escritores.
Junto a la simpática Aliz, una de sus gatas |
Fuiste el que inició el movimiento
denominado foronovela en Chile, ¿en qué consistió y cómo viviste esta
experiencia?
Tuve que abrir (aunque en realidad no me manejaba mucho abriendo
páginas pero con ayuda) un Foro bajo la página de Network 54 que era un
servidor que cobijaba y cobija hartos foros de internet a nivel internacional.
Abriendo un Foro podía subir capítulos cada fin de semana o todos los días,
dependía de mí (risas).
Fue ir creando una historia de no más de 60 o 70 capítulos, como
una telenovela, de hecho lo que escribían eran solo diálogos entre personajes,
historias breves que tenían continuidad.
La primera historia fue Amistad
perdida, en creación conjunta con Alejandra Herrera y Coté Moreno, de La
Serena, y después Pan de amor, donde
ellos también aportaron personajes, pero al final, como en ambas creaciones,
recibí la ‘entrega’ de sus personajes para que les diera vida. Después vino Una novela cebolla,
Huecas & Ardientes y finalmente Milk Shake.
La verdad la experiencia fue positiva, y la viví de
forma…tranquila, creo que el ‘fenómeno’ fue cuando en 2002 publicaciones de
internet, como la Revista Punto Net o notas en diario El Mercurio, informaron
de este género virtual que crecía y que fue fuerte entre 1999 y 2003. A la
fecha en Chile se siguen escribiendo foronovelas virtuales, en Fotech.cl”.
Sé que tus foronovelas Huecas
& ardientes así como Milk Shake hicieron que cosecharas una legión de
seguidores en tu país, ¿cuáles fueron las razones para tanto éxito?
Creo que las razones…hasta el día de hoy no las tengo (risas).
Creo que básicamente fue entregar una historia con (bastante) humor negro,
también de humor picaresco y harta seducción, al menos Huecas & Ardientes. El caso de Milk Shake era más ligera. También influyó que Huecas…, la escribí desde finales de 2001, cuando estaba terminando
mi enseñanza media, en el colegio y todo 2002, en el que me tomé un año
sabático. El éxito en sí fue porque compartí mucho el link en todos los Foros
de internet y también porque hubo interés de la prensa en Santiago en revista
Punto Net o en el diario El Mercurio.
Gastón Pauls, uno de los más destacados galanes de la telenovela latinoamericana de estos tiempos |
Según entiendo, y aclárame si no fue
así, pero antes de lanzarte a la
publicación en solitario, Pan de amor
tuvo una edición física y tuvo gran aceptación, ¿esto te alentó a iniciar un camino literario por tu cuenta y
riesgo?
No, no saqué un libro llamado Pan
de amor. Esta fue la segunda foronovela virtual que escribimos el año 2000.
Alejandra Herrera y Coté, al igual que en Amistad
perdida, crearon personajes y yo creé personajes. Ellos escribieron unos
capítulos y por tiempo no pudieron continuar, y me dejaron ambas historias a
mí. Quedaron muy contentos con los resultados. Los tres iniciamos una amistad
‘virtual’, por correo electrónico, sin conocernos. Ellos desde La Serena –IV
Región de Chile- y yo desde Iquique.
En 2001, aparece Una novela cebolla, ¿qué quisiste contar en
esta obra y que particularidades de redacción exhibe?
En 2001 nace la foronovela Una
novela cebolla, y en 2007 publiqué la misma historia que escribí en internet,
pero con algunas modificaciones (agregué más texto) en formato libro, con poco
tiraje. Lo que quise con Una novela cebolla
fue contar una historia dentro de otra historia. En este caso la realización de
una telenovela, siendo seguidor, más que fanático del género de telenovelas
(ahora cada vez menos la verdad sea dicha) quería contar una historia sobre un
grupo de actores grabando una telenovela, también crear el mundo de una revista
de espectáculos. Una novela cebolla fue mi homenaje a las
telenovelas”.
Con su engreído Funny Lu, uno de sus siete perros |
Luego, en 2014, aparece Esos
pequeños gestos, que ya no sé en qué número de edición va, y que ha
obtenido enorme éxito en tu país e incluso la lectoría ha trascendido
fronteras, y justamente con este libro se consolida tu particular estilo en los relatos breves dialogados, ¿cuéntanos
sobre tu forma de entender la literatura y qué buscas en ella?
Pues sí, en 2014 sale la primera autopublicación de Esos pequeños gestos y bueno, este 2016
autopubliqué una nueva edición con nueva portada, diagramación (realizada por
Carolina Varela) e Ilustraciones en las páginas interiores (realizadas por
Ignacio Irigoin). Quedé y estoy muy contento con esta nueva edición, que es
cierto, ha trascendido y está trascendiendo las fronteras…desde mi propia
iniciativa de dar a conocer mi historia y que llegue no solo a los lectores nacionales,
sino que internacionales.
Entiendo la literatura como un medio para pensar y distraer al
mismo tiempo, y lo que busco en ella es precisamente lo mismo, pensar,
distraerme, que me aporte algo lo que leo y lo que escribo, que me aporte como
autor, y que al lector también le aporte algo, que un mensaje o una frase le
quedé dando vueltas en su mente durante mucho tiempo, que no lo olvide, y qué
mejor que como relatos dialogados, en donde está lo que se vive el día a día,
conversaciones, relaciones humanas.
Esos pequeños gestos constituyen una reflexión sobre las
relaciones humanas, un retrato exacto de nuestro comportamiento con la gente
que está en nuestra vida e ignoramos y de la que dejamos atrás sin una
despedida. Sin duda hechos cotidianos que vemos o no queremos ver, Patricio. ¿Tu
libro es tal vez un mea culpa por algo que hiciste o producto de una larga
observación, teniendo en cuenta que te agrada conocer gente y escucharla?
Acompañado del actor Samuel González durante una de las presentaciones de su libro |
Me encanta esta pregunta. Sin duda de los 11 relatos dialogados
hay ‘mea culpa’ en cosas que a lo mejor dependían de uno, pero al mismo tiempo
hay situaciones, acontecimientos entre amigos que podrían haber tenido una
solución ‘conversando’ pero que al final ganó el orgullo o la decisión de
‘cerrar la puerta’, sin dar oportunidad para una solución. Creo que escribiendo
varios de los relatos hice catarsis, solté y lloré harto al escribir varias de
las historias y fue gratificante como persona y autor. También hay relatos que
nacieron precisamente de la observación y de escuchar a la gente o una
situación, como lo que ocurre en el relato de una madre y su hijo, que está
inspirada de alguna forma de una relación parecida de un amigo cercano, o la de
las hermanas que se ocultan las cosas, que me recordó un par de anécdotas
parecidas de unas viejas amigas.
Pero también te agrada la compañía de
los animales, pasas mucho tiempo con tus siete perros y dos gatas. ¿Permaneces
en silencio junto a ellos o les cuentas tus historias?
Tras la exitosa presentación de su libro en el colegio María Auxiliadora |
A estas alturas ellos me cuidan más que yo a ellos (risas). La
verdad es que es difícil que esté en silencio con ellos porque son tan guardianes
que ladran bastante. Pero sí, disfruto de su compañía y no sé, creo que con
todos tengo ‘pendiente’ escribirles algo, algo desde el punto de vista de uno
de mis perros o de mis dos gatas.
Manifiestas que haces meditación
cuando caminas por playa Brava (Iquique, Chile), ¿sabes también interpretar el
lenguaje del mar? ¿Te cuenta también un poco de su vida?
Cuando lo hago trato, intento conectarme con el mar y lo que este
entrega, precisamente el lenguaje del mar. Si, a veces siento que lo
interpreto, es difícil de explicar, pero sí, y le envío parte de mi amor al
mar, que es tan importante, para que este nos proteja, nos cuide y regale lo
mejor al entorno.
¿Con que sueña un muchacho que se
considera tímido pero que disfruta socializando?
Creo que estoy cada vez menos tímido, soltando esta timidez, esa
‘carga’, esa ‘mochila’, pero tampoco quiero abandonar esa ‘timidez’, tenerla
ahí guardada…pero ojala en estos momentos bien lejos (risas). Mi sueño, la
verdad, ya no es tener un millón de amigos como dice Roberto Carlos, pero sí ir
creando o cocreando nuevas relaciones humanas y crear con ellas nuevos
recuerdos.
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