Si desean saber sobre mi faceta de escritora, por favor, ingresen a https://elgareategui.com/ Asimismo pueden hallar información sobre mi actividad como periodista literaria y promotora cultural en La ardilla literaria ( https://laardillaliteraria.com/)
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miércoles, 1 de agosto de 2018

Marisol Sales:“Para mí escribir es una necesidad, publicar no”




Marisol Sales logró varias proezas: conseguir que una gran masa de jóvenes lectores leyeran su primer libro, que se prendaran de sus historias y la acompañaran a lo largo de las cuatro obras que comprende su saga Las crónicas del ángel.  Ha trabajado mucho, sin descanso. Y con una responsabilidad y entusiasmo sin límites. Hoy culmina una etapa de su vida presentando En su nombre, título de la cuarta entrega con la que cierra toda una aventura literaria que inició siendo una adolescente, durante el instituto, y sin contar con experiencia alguna en la escritura.  Se atrevió y hoy aún no se cree nada de lo que le ha sucedido.  Su éxito es indiscutible. Es la princesa de la ficción juvenil. Sin embargo prestando oídos a su madurez considera que es el momento de parar. Marisol ha crecido y requiere tiempo para descansar y estar consigo misma.  Hasta su vuelta sigan disfrutando de sus libros, y quienes no los conozcan, hoy es su día de suerte: acudan a  la librería más cercana y adquieran alguno de su colección. 

Acabas de poner punto final a una etapa, que se inició a tus doce años, la cual fue en sí misma un descubrimiento y una revelación, como has dicho, ¿aún te cuesta asimilar todo lo que sucedió en estos casi cinco años?
A día de hoy todavía me cuesta asimilar cosas o ser consciente de ellas ya que han marcado toda mi vida y han construido parte de quien soy y lo que quiero ser. He conocido a personas que admiraba desde pequeña, y he hecho amigos dentro de todo este mundo. No cambiaría ni un solo segundo de todo lo que he vivido gracias a esto, y eso cuesta de creérselo.
Un trabajo escolar la condujo a un rotundo éxito literario
Revelaste, sin temor alguno,  que antes del trabajo escolar que te cambió la vida, la lectura no formaba parte de tu vida, tu interés por ella era nula, en otras palabras, no te gustaba leer, ¿cómo explicas, entonces, el hecho de escribir de buenas a primeras con tanta soltura sin haber tenido un pasado de lectora?
Cierto es que aborrecía la lectura por la falsa creencia de que es algo aburrido. Antes de escribir La noche roja solo había leído por gusto la saga Rubí. La soltura, como bien dices, creo que viene de la propia naturalidad y seguridad que tenía a la hora de escribir y más creyendo que eso jamás nadie lo leería.
Tu madre fue quien te dio la confianza necesaria  para lanzarte de lleno a la escritura y dejarte llevar por ese camino que se abría ante tus ojos, ¿qué te dijo exactamente para que te llenaras de valor y asumieras ese reto?
Cuando ya llevaba escritos seis capítulos le pedí a mi madre que los leyese. Mientras leía yo la observaba y por sus caras sabía si lo estaba haciendo bien o no y para mi sorpresa vi que aquello que quería transmitir se dibujaba en su rostro. Cuando terminó me dijo que la había dejado con la intriga y que por favor continuara.
El libro que le cambió la vida
De allí en adelante, ¿cómo fue el proceso para publicar? ¿Recibiste muchos no por respuesta o a la primera conseguiste editorial?
Afortunadamente no obtuve  un “no” por respuesta. A la primera editorial a la que mandamos el manuscrito (Bohodón Ediciones) dijo que sí. Una vez dentro de este mundo descubrí que mi caso no era el usual y me sentí aún más agradecida y realizada si cabía.
¿Estabas totalmente convencida de querer hacerlo? ¿Hubo miedo o dudas en ti?
No tuve dudas porque para mí era un sueño que podía cumplirse. El hecho que mis historias pudiesen llegar a las manos de todo el que lo desease.
Sin mal no recuerdo,  solo estando en el proceso de creación de tu  primera novela ya  te asumías como escritora, tanto así que sin ningún pudor, al comienzo de una clase abordaste a un profesor y te presentaste como tal, ¿recuerdas cómo se dio esa situación?
La verdad es que no lo recuerdo pero desde siempre me he asumido como escritora porque desde el minuto uno he sentido mis letras, he pensado, reído y llorado como mis personajes.  Me he deshecho  por dentro y  he roto a llorar cada vez que he terminado una novela. Esa es mi definición de escribir, a grandes rasgos.
¿Imaginaste el éxito que ibas a tener? ¿Lo soñaste o quizá deseaste que así fuera?
Nunca lo imaginé y menos tan joven. Cuando eres pequeña te hacen creer que los sueños no se cumplen, que es algo que te hace avanzar pero que son inalcanzables y, que si eres un afortunado que lo consigue, lo harás siendo mayor. Toda esta creencia también contribuyó en el hecho de que no pudiera creer lo que me estaba pasando.
¿Desde el primer libro sabías que ibas a hacer una saga de cuatro entregas?  ¿Tenías todo planificado o las historias para las siguientes novelas se fueron dando progresivamente?
Sí que lo sabía y lo único que tenía claro era el título y el antagonista de cada libro.
Admite que de pequeña la lectura no era una de sus pasiones
Has dicho hace poco que al comienzo creías que tus personajes nada tenían que ver contigo, pero con el correr de los tiempos, te has dado cuenta, por ejemplo, que Javi, Natalia y Ángel    están basados en ti. ¿Cómo llegaste a esta conclusión?  ¿Qué comparten estos protagonistas contigo?
Siempre fui consciente que Javi y Natalia guardaban relación conmigo pero pensé que Ángel no. Fue en En su nombre que me di cuenta que Ángel era quien yo deseaba ser: fuerte, independiente y comprometida.
Te definiste desde el inicio  como una escritora de brújula, que carece de esquemas, que se deja llevar por la inspiración, y sigues siendo igual, que nunca fue importante para ti  el lugar ni el momento para escribir, y que incluso te vieron hacerlo en el aula en medio del bullicio de tus compañeros, eso sí ha cambiado.  El ‘dónde’ sí ha cambiado, ahora necesitas de ciertas condiciones, ¿qué ha pasado?
Sí, ahora necesito estar tranquila y sola. Lo que ha cambiado es que ahora soy consciente de mi responsabilidad como autora y que no todo es lo que cuentas sino también cómo lo cuentas, y para ello se necesita concentración.
Antes de comenzar a escribir, los títulos han ido por delante. Ha ocurrido invariablemente a lo largo de tus cuatro libros.   ¿Por qué hacerlo de esta forma, Marisol?
Sí, escribiendo La noche roja sabía que el resto serían La vindicta, El retorno y En su nombre. Para mí era necesario nombrarlos para saber cómo referirme a ellos y también una guía a la hora de escribir.
Registró un lleno total en uno de sus últimos actos en la Biblioteca Valenciana
Tus personajes están  dotados de superpoderes, ¿por qué estos y cómo los asignaste?  ¿Hay alguno que te hubiese gustado poseer?
Los superpoderes de los personajes los elegí inconscientemente para que su defecto ahora fuese su arma de defensa. Por ejemplo, Javi es despistado y tiene la fama de no enterarse de nada, con el poder de leer la mente no solo es que se entere, es que lo sabe todo.
Entiendo que al comienzo, para crear solías hacerte una serie de preguntas respecto a la historia y sus personajes, ¿era un método de tu invención? ¿Alguien te lo sugirió? ¿Lo sigues usando?
Nadie me lo sugirió porque poca gente sabía que escribía, fue un método que usé inconscientemente  y que es muy útil. Aún lo uso cuando me veo ante “la página en blanco”.
Fue condición de aquel trabajo escolar que hicieras un relato fantástico, está claro, pero tuviste la libertad de cambiar de registro luego, ¿por qué seguiste en este género? ¿Qué te aporta?
Aprendió a ver la vida con otros  ojos a través de sus personajes
Es un género en el que me encuentro a gusto y segura. Es el único género donde todo es posible, no cuenta con las barreras de lo real por lo que todo lo que imagino tiene cabida.
Sé que en la cuarta entrega te implicaste no solo como escritora sino también como persona, que se te volcaron muchas emociones, pues no solo culminabas una etapa en tu vida de escritora, sino porque descubrías una ruta nueva a transitar, ¿ya tienes claro lo quieres hacer cuando salgas del bachiller?
Desde que tengo uso de razón he querido ser periodista y este nuevo curso empezaré esta carrera en la Universidad Carlos III de Madrid.
Aseguras que has escrito los libros que te hubiese gustado leer, aquellos fundamentados en los valores que amas: igualdad, respeto por los animales y el medio ambiente, ¿continuarás su defensa en tu nueva carrera?
Por supuesto y cada vez con más fortaleza y empeño.
Has manifestado que seguirás siendo una escritora aunque no publiques, ¿esto quiere decir que te darás un largo descanso a este respecto o que simplemente sacar un nuevo libro no será una prioridad en tu nueva vida?
Fragmento de la entrevista que me concedió para Momentos en 2016
Para mí escribir es una necesidad, publicar no. Siempre tendré una historia entre manos o estaré en su búsqueda. Como he dicho antes, para mí escritor no es el que publica, sino el que siente lo que escribe.
Te molesta que se menosprecie a la generación de la tecnología, a la que perteneces. La has defendido diciendo que buena parte de lo dicen es mentira, por ejemplo, que no leen y solo paran pendientes de las redes sociales. En resumen que su vida es banal y despreocupada, concluyen. ¿En que se equivoca la gente? 
En que no tenemos interés por el mundo que nos rodea, que somos cómodos y no reivindicativos. Es necesario entender que hay un gran antes y después entre nuestra generación y la anterior: Internet. Tanto para bien como para mal. Y eso es algo que desconcierta y aterra de cara el futuro. Pero yo creo que Internet es una gran arma de revolución, reivindicación y de información. Nuestra generación es la primera del resto que vendrán, espero que aún más libres y bien informadas.
Has dejado entrever que estás inmersa en un nuevo proyecto que tiene que ver con la distopía, del cual no quiere dar detalles, sin embargo lo evidente es que seguirás en la línea de lo fantástico, pero abordando estructuras o políticas, por ahí va el asunto, ¿no?
Sí, en este caso no hay poderes ni son medio-ángeles estudiantes. Es un reflejo distorsionado de nuestra actualidad abordando la política, tecnología, medio ambiente, animales, la mujer, la orientación sexual, la identidad…
Hasta ahora tu vida no fue planificada, simplemente te dejaste llevar, sin embargo, en este momento estás haciendo planes y visualizas un futuro, ¿cómo te ves en él?
Mi futuro más cercano es mudarme a Madrid para estudiar periodismo y crecer como persona. Me veo escribiendo, sobre todo.

Si desean saber de la autora o su obra
pueden pinchar
los siguientes enlaces:
http://www.marisolsalesgimenez.com/
https://twitter.com/marisol_sales?lang=es
https://www.facebook.com/marisolsalesgimenez/


viernes, 27 de enero de 2017

Patricio Sesnich Espinoza: “Entiendo la literatura como un medio para pensar y distraer al mismo tiempo”




Patricio Sesnich Espinoza lo tuvo muy claro desde niño: quería contar historias donde la gente dialogara, compartiera su mundo interior y hubiese comunión de almas. El joven escritor aspiraba a reflejar por escrito esas conversaciones que se entablan en un encuentro casual o pactado, que pueden resultar amables y fructíferas porque las palabras discurren francas y espontáneas, pero sin dejar de lado esas en las que los emisores y receptores mienten, ocultan, vacilan o callan. También incluye aquellos no tan escasos encuentros, donde los monólogos impuestos marcan la pauta por decisión arbitraria, cuando solo un protagonista  se abre e intenta comunicar, mientras que su interlocutor le niega su atención, y su presencia no pasa de ser física, ni de mero espectador.  
Le dejo la palabra a Patricio, quien también ejerce el periodismo en el diario El Longino de Iquique (Chile). Él les contará su historia a través de sus respuestas.    
Según entiendo el escritor nació antes que el periodista y ambos se han ido desarrollando en paralelo durante todos estos años, ¿cómo te describes o evalúas en cada una de tus facetas?
Su primera obra, la que le abrió numerosas puertas en su país
La verdad es que no me siento periodista, porque no lo soy, de hecho soy escritor (no de carrera universitaria completa) pero sí por haber realizado un Bachiller intensivo de Literatura entre los años 2004 y 2006. Creo que el periodista (y lo digo por experiencia personal, pues mi hermana lo es) realiza muchas labores que yo no realizo, por ejemplo, rara vez hago notas en terreno, me gusta más el realizar las entrevistas por correo, y es ahí donde siento que está, existe el escritor, porque me gusta que el entrevistado se tome su tiempo en contestar las preguntas, algo (a veces) difícil de realizar cara a cara. Me ha tocado sí entrevistar, en algunas oportunidades, para FICIQQ (Festival De Cine de Iquique, que se realiza cada mes de febrero) a los invitados, y es una experiencia gratificante. A veces cuando me lo piden o hay cierto ‘apuro’, salgo a la calle y entrevisto, pero regularmente no lo hago. De hecho cuando me llaman ‘periodista’, me siento un poco…no sé, como ofendiendo al gremio de periodistas, por eso digo la verdad y que soy escritor. Soy escritor realizando trabajo periodístico.
¿Qué le aporta a tu labor literaria el hecho de ejercer de periodista y viceversa?
Al entrevistar está el escritor presente, lo que soy, a lo que me dedico, y el aporte es que como escritor y como persona me gusta leer las respuestas de los entrevistados, y detenerme en las respuestas a las preguntas que son de tono reflexivo, como cuando pregunto “¿Qué les asombra de la vida?”. Mi aporte a final de cuentas es en lo personal algo gratificante, para el lector…que esté informado y conozca a autores, artistas, personas, que están haciendo cosas para difundir la cultura nacional e internacional.
¿Por qué te inclinas por hacer estudios de periodismo y no te decantas totalmente por la literatura?
Pese a que ejerce el periodismo con solvencia
sabe que su sitio  está en la literatura 
Es al revés, me decanté por la literatura y no por el periodismo, jejeje. Cuando egresé de enseñanza media (el colegio) no tenía claro qué quería hacer, pensé mucho la verdad y al mismo tiempo pensaba en nada. Una parte de mí no quería entrar a la universidad, otra parte de mi quería estudiar algo breve. Creo que se inclinó eso último en la balanza aunque esperaba que el Bachiller de Literatura tuviera éxito y siguiera 4 años (que eran los inicialmente anunciados por la entidad universitaria), pero no y siento que en 2 años y medio aprendí mucho y tenía (modestia aparte) conocimientos gramaticales por haber escrito historias desde el colegio (tímidamente, sin compartirlas con nadie) y después subirlas a los Foros de Internet (De Network 54, estoy hablando de entre 1999 y 2001).
No se me pasó por la mente estudiar o ingresar a periodismo, porque ya conocía a lo que iba por experiencia familiar, entonces en ciertas cosas, aunque ahora he agarrado más confianza, soy tímido, y la verdad, no me ‘veía’ saliendo a terreno con micrófono en mano a un acontecimiento…por eso admiro a los periodistas ¡Periodistas! Que lo hacen todo y más. La labor de escritor es más solitaria…pero también se necesita estar en compañía de tu entorno, de tus afectos.
Lo mismo me pasó con (en algún momento) estudiar Comunicación Audiovisual o Dirección de Cine, de hecho en 2003 hice un semestre de esa carrera, pero pensando en que quería escribir, crear historias, pero me di cuenta a tiempo de que no era lo mío, los datos técnicos, realizar guiones técnicos, no era algo que pensaba que tenía que hacer un guionista…aunque claro, están los guionistas técnicos y los literarios, yo me inclino por ese último, pero al menos ahí no iba a aprender a eso, sino que a crear historias considerando los planos, la imagen, las locaciones.
Escribes desde muy pequeño, lo hacías solo para ti, y te resistías a compartirlo con otros, ¿en qué momento te vuelves extrovertido y sales a mostrar tu trabajo?
Una de las cientos de entrevistas que realizado
para El Longino de Iquique (Chile)
Cuando niño lo que escribía me lo reservaba, cierto. A los 12 o 13 años lo que escribía se lo mostraba a mis amigos cercanos, compañeros de colegio. Desde los 15 hasta los 17 más o menos, la etapa final del colegio, ya varios de mis amigos cercanos ‘sabían’ que escribía Foronovelas virtuales, algunos las leían y me daban sugerencias, otros prefería que no lo supieran porque así podía ‘inspirarme’ en sus historias personales (risas). Incluso saliendo del colegio, seguía escribiendo sin mostrarle a nadie (cercano o familiar) lo que escribía. Creo que me quité ese ‘temor’ cuando autopubliqué Una novela cebolla en el 2009, que era una historia que ya había escrito en internet. Aunque con Esos pequeños gestos en su primera autopublicación en 2013 considero que es el ‘salto’ definitivo para mostrar mi trabajo”.
¿Sobre qué te gustaba escribir en esos tiempos? ¿Eras de aquellos que se inspiraban en la gente o exploraban su mundo interno?
Sin duda mi inspiración en esos tiempos y hasta el día de hoy es mi entorno, mis afectos, mi familia, mis amigos, lo que les pasa, lo que me cuentan…claro que es realidad aumentada a lo que a veces me cuentan u observo. Me gusta o trato de enfocarme y concentrarme en una situación o conversación digna para ser convertida en historia.
Es poco común conocer a un escritor que no le gustara  leer de niño, y uno de ellos eres tú. Admites que tu amor por la lectura empezó tarde y que coincidió con tu  afición por los libros de  adaptaciones cinematográficas. Todo se presentó de golpe, ¿no?
Es que cuando niño me aburría leer, creo que influye mucho lo que te hacen leer (al menos en Chile) en los colegios, hoy que he visitado colegios e incluso mi excolegio (Don Bosco de Iquique) me sorprendo gratamente al ver cómo han cambiado la lista de libros para leer, y dan ganas de regresar al colegio (risas). Ahora no todo fue malo, durante tercero y cuarto medio en electivo Humanista leímos a Vargas Llosa o Paulo Coelho, y digamos que leyéndolos me entusiasmaban a seguir leyendo, pero estaba ‘absorbido’ por internet y el poco tiempo que te brindaba el estar en el colegio. Sí, definitivamente el hábito de la lectura llegó a fines de 2003, principios de 2004, cuando empecé a comprar libros que después se convirtieron en películas, y de ahí no he parado, encontrando no solo ese tipo de literatura, sino otros títulos.
De manera constante los medios radiales  quieren tenerlo
como invitado en sus programas
En un momento pensaste en dedicarte a escribir guiones para cine y televisión, ¿por qué cambiaste de opinión?
Cambié de opinión cuando me di  cuenta que mi idea  (el texto  el diálogo que había escrito), no podría no ser representado tal cual como lo había creado. También por un tema de comodidad, quizá. Fluyo escribiendo relatos breves dialogados, y me resulta pesado crear un guion con ‘Escena 1. Interior. Lugar’ (risas), prefiero que ese trabajo lo haga el guionista. Con Esos pequeños gestos me he encontrado con conversaciones de pasillo o entre amigos de “¡Oye, deberíamos hacer un cortometraje de uno de tus relatos!”, yo feliz de ceder…y dárselo a alguien que quiera hacerlo.
Tuviste la oportunidad de estar cerca del cine, que también te apasiona, cuando tuviste un espacio dedicado al séptimo arte en el diario Iquique express, como se dice en Latinoamérica, ‘estuviste en tu salsa’, ¿no es así?
La verdad es que el Semanario Iquique Express fue la puerta para después en 2007 tener una página completa en Diario 21 Iquique, que después pasó a llamarse Diario El Longino de Iquique. Lugar al que llegué gracias al recordado director del diario Héctor Vivero, que me invitó en 2007 a tener ‘una columna breve’, con recomendaciones cinematográficas, que con el paso de los meses fue creciendo y ya en 2017 cumpliré 10 años con una página que ha ampliado los contenidos, no solo con cine, literatura, las entrevistas a escritores.
Junto a la simpática  Aliz, una de sus gatas 
Fuiste el que inició el movimiento denominado foronovela en Chile, ¿en qué consistió y cómo viviste esta experiencia?
Tuve que abrir (aunque en realidad no me manejaba mucho abriendo páginas pero con ayuda) un Foro bajo la página de Network 54 que era un servidor que cobijaba y cobija hartos foros de internet a nivel internacional. Abriendo un Foro podía subir capítulos cada fin de semana o todos los días, dependía de mí (risas).
Fue ir creando una historia de no más de 60 o 70 capítulos, como una telenovela, de hecho lo que escribían eran solo diálogos entre personajes, historias breves que tenían continuidad.
La primera historia fue Amistad perdida, en creación conjunta con Alejandra Herrera y Coté Moreno, de La Serena, y después Pan de amor, donde ellos también aportaron personajes, pero al final, como en ambas creaciones, recibí la ‘entrega’ de sus personajes para que les diera vida. Después vino Una novela cebolla, Huecas & Ardientes y finalmente Milk Shake.
La verdad la experiencia fue positiva, y la viví de forma…tranquila, creo que el ‘fenómeno’ fue cuando en 2002 publicaciones de internet, como la Revista Punto Net o notas en diario El Mercurio, informaron de este género virtual que crecía y que fue fuerte entre 1999 y 2003. A la fecha en Chile se siguen escribiendo foronovelas virtuales, en Fotech.cl”.
Sé que tus foronovelas  Huecas & ardientes así como Milk Shake  hicieron que cosecharas una legión de seguidores en tu país, ¿cuáles fueron las razones para tanto éxito?
Creo que las razones…hasta el día de hoy no las tengo (risas). Creo que básicamente fue entregar una historia con (bastante) humor negro, también de humor picaresco y harta seducción, al menos Huecas & Ardientes. El caso de Milk Shake era más ligera. También influyó que Huecas…, la escribí desde finales de 2001, cuando estaba terminando mi enseñanza media, en el colegio y todo 2002, en el que me tomé un año sabático. El éxito en sí fue porque compartí mucho el link en todos los Foros de internet y también porque hubo interés de la prensa en Santiago en revista Punto Net o en el diario El Mercurio.
Gastón Pauls, uno de los más destacados galanes de la
telenovela latinoamericana de estos tiempos 
Según entiendo, y aclárame si no fue así, pero  antes de lanzarte a la publicación en solitario, Pan de amor tuvo una edición física y tuvo gran aceptación, ¿esto te alentó a  iniciar un camino literario por tu cuenta y riesgo?
No, no saqué un libro llamado Pan de amor. Esta fue la segunda foronovela virtual que escribimos el año 2000. Alejandra Herrera y Coté, al igual que en Amistad perdida, crearon personajes y yo creé personajes. Ellos escribieron unos capítulos y por tiempo no pudieron continuar, y me dejaron ambas historias a mí. Quedaron muy contentos con los resultados. Los tres iniciamos una amistad ‘virtual’, por correo electrónico, sin conocernos. Ellos desde La Serena –IV Región de Chile- y yo desde Iquique.
En 2001, aparece  Una novela cebolla, ¿qué quisiste contar en esta obra y que particularidades de redacción exhibe?
En 2001 nace la foronovela Una novela cebolla, y en 2007 publiqué la misma historia que escribí en internet, pero con algunas modificaciones (agregué más texto) en formato libro, con poco tiraje. Lo que quise con Una novela cebolla fue contar una historia dentro de otra historia. En este caso la realización de una telenovela, siendo seguidor, más que fanático del género de telenovelas (ahora cada vez menos la verdad sea dicha) quería contar una historia sobre un grupo de actores grabando una telenovela, también crear el mundo de una revista de espectáculos. Una novela cebolla fue mi homenaje a las telenovelas”.

Con su engreído Funny Lu, uno de sus siete perros
Luego, en 2014,  aparece Esos pequeños gestos, que ya no sé en qué número de edición va, y que ha obtenido enorme éxito en tu país e incluso la lectoría ha trascendido fronteras, y justamente con este libro se consolida tu particular estilo  en los relatos breves dialogados, ¿cuéntanos sobre tu forma de entender la literatura y qué buscas en ella?
Pues sí, en 2014 sale la primera autopublicación de Esos pequeños gestos y bueno, este 2016 autopubliqué una nueva edición con nueva portada, diagramación (realizada por Carolina Varela) e Ilustraciones en las páginas interiores (realizadas por Ignacio Irigoin). Quedé y estoy muy contento con esta nueva edición, que es cierto, ha trascendido y está trascendiendo las fronteras…desde mi propia iniciativa de dar a conocer mi historia y que llegue no solo a los lectores nacionales, sino que internacionales.
Entiendo la literatura como un medio para pensar y distraer al mismo tiempo, y lo que busco en ella es precisamente lo mismo, pensar, distraerme, que me aporte algo lo que leo y lo que escribo, que me aporte como autor, y que al lector también le aporte algo, que un mensaje o una frase le quedé dando vueltas en su mente durante mucho tiempo, que no lo olvide, y qué mejor que como relatos dialogados, en donde está lo que se vive el día a día, conversaciones, relaciones humanas.
Esos pequeños gestos constituyen una reflexión sobre las relaciones humanas, un retrato exacto de nuestro comportamiento con la gente que está en nuestra vida e ignoramos y de la que dejamos atrás sin una despedida. Sin duda hechos cotidianos que vemos o no queremos ver, Patricio. ¿Tu libro es tal vez un mea culpa por algo que hiciste o producto de una larga observación, teniendo en cuenta que te agrada conocer gente y escucharla?
Acompañado del actor Samuel González durante una de las
presentaciones de su libro
Me encanta esta pregunta. Sin duda de los 11 relatos dialogados hay ‘mea culpa’ en cosas que a lo mejor dependían de uno, pero al mismo tiempo hay situaciones, acontecimientos entre amigos que podrían haber tenido una solución ‘conversando’ pero que al final ganó el orgullo o la decisión de ‘cerrar la puerta’, sin dar oportunidad para una solución. Creo que escribiendo varios de los relatos hice catarsis, solté y lloré harto al escribir varias de las historias y fue gratificante como persona y autor. También hay relatos que nacieron precisamente de la observación y de escuchar a la gente o una situación, como lo que ocurre en el relato de una madre y su hijo, que está inspirada de alguna forma de una relación parecida de un amigo cercano, o la de las hermanas que se ocultan las cosas, que me recordó un par de anécdotas parecidas de unas viejas amigas.
Pero también te agrada la compañía de los animales, pasas mucho tiempo con tus siete perros y dos gatas. ¿Permaneces en silencio junto a ellos o les cuentas tus historias?
Tras la exitosa presentación de su libro en el colegio María
Auxiliadora 
A estas alturas ellos me cuidan más que yo a ellos (risas). La verdad es que es difícil que esté en silencio con ellos porque son tan guardianes que ladran bastante. Pero sí, disfruto de su compañía y no sé, creo que con todos tengo ‘pendiente’ escribirles algo, algo desde el punto de vista de uno de mis perros o de mis dos gatas.
Manifiestas que haces meditación cuando caminas por playa Brava (Iquique, Chile), ¿sabes también interpretar el lenguaje del mar? ¿Te cuenta también un poco de su vida?
Cuando lo hago trato, intento conectarme con el mar y lo que este entrega, precisamente el lenguaje del mar. Si, a veces siento que lo interpreto, es difícil de explicar, pero sí, y le envío parte de mi amor al mar, que es tan importante, para que este nos proteja, nos cuide y regale lo mejor al entorno.
¿Con que sueña un muchacho que se considera tímido pero que disfruta socializando?
Creo que estoy cada vez menos tímido, soltando esta timidez, esa ‘carga’, esa ‘mochila’, pero tampoco quiero abandonar esa ‘timidez’, tenerla ahí guardada…pero ojala en estos momentos bien lejos (risas). Mi sueño, la verdad, ya no es tener un millón de amigos como dice Roberto Carlos, pero sí ir creando o cocreando nuevas relaciones humanas y crear con ellas nuevos recuerdos.

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