jueves, 28 de marzo de 2013

Cualquiera

Era un día cualquiera cuando te conocí
De una semana cualquiera
Una hora cualquiera.
Pudo haber sido cualquiera.

Tú eres más que eso...
Más como un tierno amigo
Como un beso de miel
Más como el vapor del café en una mañana fría
Más como una locura
Menos cualquiera, que un primer amor
Pero más inolvidable que cualquiera.

Cualquiera no eres tú
Cualquiera puede verse como tú
Pero jamás querer como tú.
Te quiero hoy
Quizás mañana lo haga
Pero siempre serás el lugar donde regresar.
Quizás cualquiera te quiera,
Pero ninguna como yo.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Dos palabras

Me elevas.



Judy Buendia "Me elevas"

martes, 5 de marzo de 2013

Aire fresco

Una vez más me encontré idealizando a un hombre. Desde la partida de Alejo mi vida no ha sido la misma; he de confesar que no fue fácil adaptarme a su ausencia: el peso en la cama al dormir, el calor en la cama, su olor en las sábanas.
Vivíamos a base de una tranquila y cómoda costumbre. Alejo resultó no ser lo que pensé, descartando aquella idea de Mister Venezuela o modelo de portada, estoy clara que él tiene de eso lo que yo de Miss, hablo más del amor, de principios, de personalidad. Él fue invento de sí mismo, producto de mi idealización, de la crisis de sus padres, problemas de infancia y un viejo amor.
Un mentiroso.
Pero aquí no estamos para arrancarles las tiras a Alejo, al menos no esta vez.
Este hombre, es un soplo de aire fresco, fresquísimo, como sentir el té con limón y hielo caer y bajar por tu garganta en una tarde calurosa. Pero hay un inconveniente, como todo: este hombre no sabe que existo. 
Sí, me conoce,
pero digamos que "no estoy en su radar". Me he encontrado a mi misma sintiendo mariposas en el estómago cuando estoy cerca de él, me he descubierto pensando en la curva de sus sonrisa, y en la anchura de su espalda.
¿Qué será de mi? me pregunto constantemente desde que lo conocí.
Idealizándolo como caballero perfecto, distorsionándolo, pensando que debe quererme, que puedo gustarle.
Puede ser el caballero perfecto, tan provocador como en realidad es, es el amante perfecto.

¿Qué hago para tenerte, amor?

Pensando en ti
con un bolígrafo prestado,
es de ti, como lo es mi corazón,
mi corazón, es de ti mi risa
por ti mis cantos desafinados,
de ti mi llanto, por ti mis sueños,
y los desvelos.

Los desvelos me matan
lentamente me matan, querido
queriéndote es estar viva, pero
muriendo.

¿Qué pasa cuando te veo?
y aun cuando no te veo,
siento marchas de soldaditos de azúcar
la dulce espera, tortuoso placer, aun culposo,
porque no me conoces amor
estamos en un abismo,
donde yo pertenezco al fondo, y tú
tu altar en lo más alto.
¿Qué hago para tenerte, amor?