30 noviembre, 2008

SALTAR AL VACÍO...........


..............CADA DÍA.

Y tú, ¿qué opinas?

23 noviembre, 2008

KNOCKOUT

Sigues ahí, como un lobo acechando a su presa...
Te escondes en un rinconcito para, de repente atacar y envolverme con tu burlona mirada haciendo que vuelva a caer en tu trampa. Te aprovechas de cualquier circunstancia para aferrarte a mi pecho y despojarme de aliento, hundiendo tus garras en lo más profundo de mi alma para que el dolor sea aún más intenso. Balanceándote sentado sobre las manillas de mi corazón para que pierda el resuello. Carcajeándote de mi semblante reflejando tu horrible cara en mi espejo.

Estoy cansada, después de tanto tiempo no termino de comprender qué es lo que te he hecho para que me trates así, para que te alojes en mis adentros, para que recorras todo mi cuerpo dejando tus huellas marcadas allá por donde te encuentro.
Dime, ¿hasta cuando va a durar esto?
¿Nunca te cansas?
No estoy dispuesta a llevarte conmigo.
Ve buscando otra salida, enfréntate a tus propios miedos pues para ti no hay cabida en el lugar hacia el que mis pasos caminan.
No te queda otra opción mas que... ¡salir de mi vida!

19 noviembre, 2008

MALA HIERBA

Caminaba alegre por aquella llanura repleta de luz, respirando el aire puro que la suave brisa le proporcionaba y disfrutando del maravilloso paisaje con el que la madre naturaleza le obsequiaba, sintiéndose feliz. Capaz de llegar a su destino por aquel camino franco y despejado.
Día tras día, bajo los rayos de un sol radiante que le acompañaba...mochila al hombro y dispuesto de nuevo a retomar su camino, comenzaba su particular excursión rumbo a un destino imaginario que sólo en su cabecita se hallaba.
Soñando con un mañana colmado de ilusiones y dando por hecho lo que hasta ahora habían sido ensoñaciones.
Descubriendo nuevas formas y colores en su andadura siendo fiel a sus pasos pues eran los únicos en los que se veía reflejado, ya que todo lo demás era sombras que le intentaban distraer de la ruta señalada.
Unas sombras que poco a poco en cierto tramo del camino fueron cobrando vida. En un primer momento, notó como le acariciaban sus piernas al pasar, lanzándole una mirada de reojo queriéndolas así apartar. Más adelante observó que éstas eran algo más grandes, situadas en el andén de la calzada, inclinadas hacia delante y se vio en la obligación de tenerlas que retirar pues eran escollos que le impedían avanzar. Y por último, tras un largo período de tiempo, espantándolas con sus manos, decidió que era mejor arrancarlas y si era de raíz mejor que mejor.
Así ya no habría nada que le frenara a la hora de prosperar.
-¡Mala hierba!
Se dijo para sus adentros con el puño bien cerrado, casi cárdeno del esfuerzo que estaba haciendo para no dejarla escapar y para luego arrojarla en un lugar en el que no pudiese importunar nunca más...
Pero ya nada fue similar a lo que, en un primer momento logró conquistar. Una vez que se deshizo de ellas, el camino se mostraba escabroso y cada vez le costaba mucho esfuerzo dar un paso más. Transitó durante mucho tiempo por aquellos parajes de apariencia sin igual sin percatarse que a lo largo de su viaje todo lo que en un momento consideró como “mala hierba”, de alguna forma u otra, le hubiese podido aportar algo para seguir abriéndose camino al andar.

17 noviembre, 2008

CAMINO HACIA EL SOL

A veces, por circunstancias que nos rodean o bloqueados por nuestros propios miedos dejamos de lado algo muy importante que deberíamos desarrollar a lo largo de nuestra vida para poder vivirla plenamente que es nuestra propia fuerza interior. Es entonces cuando decidimos pedir ayuda, para orientarnos a la hora de buscar o recuperar esa fortaleza interna que alguna vez queriendo escapar, la dejamos atrás.

Es por lo que nunca la vamos a encontrar en nada ni en nadie, porque la llevamos dentro y hay que trabajarla para poder usarla, conociéndonos, reconociendo cuáles son nuestros aspectos más sólidos y los más vulnerables, pero eso no es algo que se pueda hacer de un día para otro, todo requiere un tiempo. Y a lo largo de ese período habrá caídas, recaídas, tropezones y días, pero lo importante es tenerla ahí presente para desarrollarla y poder proporcionarnos resistencia, coraje y capacidad para afrontar los obstáculos que se nos presentarán a lo largo de la vida sanando así todas nuestras heridas.

Debemos confiar tanto en aquello que nos proporciona cierto grado de seguridad como en nuestra propia capacidad. Y se nos irán abriendo puertas que dentro de nuestra obcecación quisimos, en algún momento mantener bien cerradas.

Dicen que todo el que posee fortaleza interior es capaz de afrontar las adversidades que se le presentan con decisión y valor.

12 noviembre, 2008

SELENA


Suave, cándida, profunda, perdición...
Penetrante como el mar.
Buscando no pensar voy rozando el índigo horizonte de tu inmensidad.
Navego hacia tí remando hacia atrás,
sucumbiendo en el océano para volver a flotar.
Acercándome a tu luz para perecer de nuevo en la oscuridad.

Huída fácil, la que nadie entiende...
...Rozando los límites de la eternidad.

09 noviembre, 2008

VIDA


Nos empeñamos en buscar la Felicidad cada día,
y no nos damos cuenta,
de que es ella quien tiene que encontrarnos,
cuando menos te lo esperas, en mitad de una vida...

Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo,
que el final de un camino,
sólo es el principio de otro,
y lo único importante es la persona
que escoges para que camine a tu lado.
Aunque sea para esconderte en un desierto...
Eso es lo que menos importa.

Lo más significativo es que estás tocando
con la yema de los dedos eso con lo que has estado soñando
toda tu vida.
Entonces es cuando sólo interesa,
el hoy, el presente y lo que queda por venir.



"Estas líneas me las ha enviado una persona muy importante para mí. Alguien con una fortaleza infinita. Alguien a quien le cambió la vida para siempre con tan solo oír una noticia al otro lado del teléfono. Alguien que ha sabido afrontar una cruel realidad. Una persona que, tras un año de lágrimas, dolor y lucha hoy vuelve a sonreír"

Estamos contigo Virginia.

03 noviembre, 2008

ZAHORÍ


Cruzando un desierto de silencio oscuro y mirada helada, buscando veredas por las que atajar...
Soñando una luna que la ilumine hasta el final. Un final que nunca acabará si es la misma historia la que en su pensamiento habitará. Jugando a imaginar formas y colores con las sombras que roban su luz y sorteando dunas que el viento con esmerado capricho dibujará.
Escribiendo con las manos atadas sobre arenas movedizas que siembran chispas de esperanza allá por donde sus pies vuelven a pisar y que al mirar atrás, el aura borrará.
Así se encuentra. Atravesando un desierto de incertidumbres que no logra despejar. Esperando que el viento muera para poder recomenzar.
Intentando hacerse camino al andar. Pretendiendo escapar...
La oscuridad de la noche la acompaña, queriendo seguir una luna que la guíe hasta El manantial del Silencio en el que parará a descansar para retomar fuerzas para seguir luchando contra unos pensamientos que en sus manos tiene, rotos por la realidad y que envuelven sus ojos con un tupido velo de inseguridad.
Atraída por un punto, decide sentarse, en mitad de la nada, dibujando círculos en la arena dorada, inmersa en lo más profundo de su alma, quedándose así embelesada... percibiendo poco a poco unas vibraciones cercanas, permitiéndole que sus labios se refresquen, brindándole un poco de agua. Tomándole las manos y mojándoselas. Serena, alza la mirada y descubre ante ella un manantial de señales que le van indicando el comienzo de una nueva etapa...

“Has descubierto lo que en lo más profundo de tu Ser se ocultaba, sólo de tí depende seguir avanzando o quedarte aquí sentada”.