La primera vez que probé esta especialidad de Alsacia fue cuando visitamos a unos amigos que vivían en Bonn. Nos llevaron a comer a una típica taberna alemana, de esas en las que las mesas son de madera y las camareras son capaces de llevar hasta 10 jarras de cerveza en una mano. Y desde entonces he querido prepararlo en casa.
El Flammekueche (en alsaciano), Flammkuchen (en alemán, literalmente "tarta hecha en las llamas") o tarte flambée (en francés) es una especialidad de las regiones históricas de Alsacia, Saarland, Baden y Pfalz en la región fronteriza franco-alemana. Es una masa de pan extendida muy finamente en forma de óvalo que se cubre con crème fraîche, cebolla y panceta. Sin más pretensiones pero riquísimo.
Cuentan que el plato fue creado por agricultores germánicos de Alsacia, Baden y el Palatinado que solían hornear pan una vez a la semana. Originalmente era un plato casero que no hizo su debut en un restaurante hasta la "locura de la pizza" de la década de 1960. Después de la anexión de Alsacia por Francia, el Flammkuchen se abrió camino también en la cocina francesa.
Yo me he querido ceñir a la receta tradicional aunque se pueden encontrar actualmente algunas variaciones con quesos, champiñones o incluso la versión dulce. Un plato sencillo de preparar si te gusta hacer masa casera.
Ingredientes: 200 g harina; 1/2 cucharadita sal; 1/4 cucharadita azúcar; 1/2 sobre levadura seca de panadería; 125 ml de agua; 100 g crème fraîche; 1 cebolla pequeña; 100 g panceta; pimienta.
Preparación: En el bol de la amasadora mezclar la harina, la sal, el azúcar y la levadura. Accionar el gancho e ir añadiendo el agua a cucharadas hasta que se forme una masa que se enganche en el gancho y se despegue de las paredes.
Pasar la masa a la superficie de trabajo ligeramente enharinada y continuar amasando con las manos hasta obtener una masa suave y lisa. Poner en un bol y dejar reposar tapada durante 1 h dentro del horno apagado. Plegar la masa de nuevo, formar una bola y dejar reposar de nuevo tapada durante 1 h más.
Con la ayuda de un rodillo, estirar la masa en forma de óvalo con unos 3 mm de grosor y colocar en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado. Precalentar el horno a 200 ºC (calor arriba y abajo sin ventilador).
Extender la crème fraîche sobre la masa con la ayuda de una espátula, dejando un borde de 1 cm libre alrededor. Pelar la cebolla, cortarla en aros finos y esparcirla sobre la crème fraîche. Finalmente repartir la panceta cortada en tiras o cubitos por encima y sazonar con pimienta.
Hornear durante 12 minutos y servir inmediatamente. ¡De rechupete!