¡¡¡Ya estoy de vuelta!!! Técnicamente, os había dicho que volvía el día 4 (véase, domingo), pero hubo un par de imprevistos y bueno... Llegué a casa ayer por la noche. Y hoy, queridos Perdidos... Me he dado de bruces con esto:
¡YA SOMOS 50!
De hecho, somos 53, pero ¡no he podido llegar antes! Agradezco a todos mis seguidores haberse tomado la molestia de leer mis desvaríos de vez en cuando y haberme aguantado en los peores momentos; pero sobre todo, me alegra saber que sois más de los que nunca imaginé... (¿Ha sonado tan cursi como parece?) Tras la empalagosa sensiblería de mis lágrimas de cocodrilo, no me complace informar que no habrá concurso hasta nuevo aviso. Las editoriales de hoy en día ya no son lo que eran...
Y ahora, viene la peor parte...
¡Sí! ¡Yo también estudio! ¿Y sabéis qué quiere decir eso? ¡Que ya empiezan las clases! ¡Y eso supone dejar el blog a un lado y coger los libros! (No desesperemos, que siguen existiendo los fines de semana) Aún así, dudo mucho (demasiado) que sea capaz de coger el ordenador en un largo período de tiempo. En resumen: postearé, chatearé, publicaré comentarios, actualizaré y reseñaré, cuándo, dónde y cómo yo quiera. Quizá de vez en cuando deje una entrada programada para que queden más o menos equitativas... Pero no prometo nada.
Después de llorar un poco mi ausencia, me despido de vosotros con un gran...
¡HASTA MÁS VER!
