la roca
En realidad, no hemos visto nada tan grande desde la revolución industrial. Nuestros hijos estudiarán esta última semana como la semana que el mundo dio vueltas sobre su eje y las viejas certidumbres fueron puestas del revés.
Y en estos tiempos inciertos, tenemos que ser y seremos la roca de estabilidad y de justicia en la que la gente se pueda mantener.
Y amigos, esa es una vocación que nos llama porque en cada momento de profundo cambio los que tienen mayor riqueza y mayores privilegios siempre han podido cuidar de sí mismos.
Pero nuestro deber, lo que nos da el propósito moral, es servir a la gente que más nos necesita (la gran mayoría de Gran Bretaña), la gente de ingresos medios y bajos que necesita saber que no están solo en medio de este cambio; estamos a su lado.
Donde hay nuevos riesgos y nuevas presiones, nuestro deber es y será la seguridad para todos. Y donde hay nuevas oportunidades, nuestro deber es y será oportunidades justas para todos, junto con reglas justas aplicadas a todos.
Proteger a la gente de los nuevos riesgos y fortalecer a la gente con nuevas oportunidades es la misión de nuestro tiempo.
Los que dicen que los gobiernos tendrían que alejarse cuando la gente se enfrenta a estos riesgos y necesita estas oportunidades serán juzgados debidamente por la historia".
Es muy probable que la reciente negativa en el Congreso de los Estados Unidos, al plan de rescate propuesto por Bush, figure en los libros de historia que estudien nuestros hijos. Porque con esa derrota se cierran los ocho años de George W Bush en la Casa Blanca, el punto álgido, la confluencia entre en liberalismo y el neoconservadurismo.
Ocho años: Estados Unidos no ha ganado contra el terrorismo, y los nortemericanos afrontan una crisis provocada por la avaricia de sus élites económicas y amparada por una la falta de transparencia que ha permitido Bush. Cierra la bolsa de NY, la caída ha sido de 777 puntos, la mayor en la historia.
El suelo parece lejos, pero quizá no lo esté tanto. Más allá de lo que ocurra durante las próximas 48 horas, podemos estar acercándonos al punto de retorno. Hay un aspecto que puede ser determinante: Bush anunció consecuencias económicas terribles si no se aprobaba su Plan. Veremos que sucede durante las próximas semanas, pero no parece improbable que el Plan acabe siendo recordado como un enorme intento de fraude a los ciudadanos en plena campaña electoral. En todo caso, la situación exige cálculos de mayor altura: Obama se encuentra ante la necesidad urgente de asumir el liderazgo, de propiciar un acuerdo decente en el Congreso que vuelva las aguas a su cauce, sin desproteger a los ciudadanos.
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