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miércoles, 22 de octubre de 2014

GraceLand, por Chris Abani

Editorial Baile del Sol. 365 páginas. 1ª edición de 2004; esta de 2013.
Traducción de Alicia Moreno Delgado.

La editorial canaria Baile del Solse ha embarcado en el proyecto de hacer visible la literatura del continente africano, dar voz a ese inmenso territorio que permanece casi olvidado para Occidente. Estaba tratando de recordar cuál era la editorial española que hace ya más de una década tenía una colección de literatura africana y me parece que era RBA; en la actualidad alguna de las editoriales punteras publican algún libro de autores africanos, pero yo diría que es Baile del Sol la única que ahora mismo mantiene una colección entera para estos libros. Desde que empecé con el blog (hace ya cinco años) no he leído ningún libro de África. Con anterioridad sí que me había acercado a algunos autores de países del norte del continente (Marruecos o Egipto) o a novelas de J. M. Coetzee, que al fin y cabo es un africano blanco que escribe en inglés.

La idea de Baile del Sol me pareció muy atractiva y les solicité varios libros de esta colección, que yo pago a precios de autor de la editorial.
GraceLand de Chris Abani (1966, Afikpo, Nigeria) me llegó con una faja promocional, en la que se cita a Los Angeles Times: “Uno de los 25 mejores libros del año”. Leo en la wikipedia que en 2005, Abani consiguió varios premios en Estados Unidos gracias a la publicación de este libro: ganador del premio Hemingway Foundation/PEN Award, ganador del premio Hurston-Wright Legacy award, medalla de plata del premio California Book Award for Fiction, finalista del premio de Los Angeles Times Book Prize for Fiction y finalista delCommonwealth Writers Prize, Best Books (Africa Region).
Chris Abani nació en Afikpo, una pequeña ciudad a más de mil kilómetros de la capital de Nigeria, Lagos. La historia de Chris Abani es una historia de extrañeza: nace en una pequeña ciudad del interior de África, pero su madre es una inglesa blanca, que conoce a su padre (nigeriano del clan Igbo, y profesor de profesión) en Oxford, cuando ella trabaja allí de secretaria y él es un estudiante de posdoctorado. Con dieciséis años Abani publica una novela titulada Masters of the Board, cuyas críticas políticas hacen que sufra prisión en su país durante seis meses. Más tarde, sus nuevos libros le conducirán de nuevo a la cárcel. Abani emigra a Estados Unidos, donde trabaja como profesor universitario y escritor.
El protagonista de GraceLand es Elvis, un joven de dieciséis años al que su madre puso este nombre como homenaje a su admirado cantante norteamericano. Elvis vive con su padre –Sunday– en Maroko, un suburbio marginal de Lagos. Han llegado allí desde Afikpo, una pequeña ciudad del interior del país, una vez que la madre ha fallecido de cáncer y que el padre haya fracasado en su intento de hacer una carrera política.
Elvis ha dejado el colegio y su sueño es ganarse la vida como bailarín. El padre está en paro y cada vez se abandona más al bar, la bebida y la desidia del suburbio. Elvis, para intentar ganar algo de dinero, hace imitaciones de Elvis en la playa para los turistas. En el primer capítulo de la novela se muestra una escena significativa: Elvis, disfrazado como el cantante que le ha dado nombre, baila y canta en la playa ante la extrañeza de los turistas occidentales, que no conciben que un chico africano tenga los mismos mitos en la cabeza que un norteamericano, ni tan siquiera que sepa hablar inglés (idioma oficial en Nigeria), a pesar de que el lector ha acompañado a Elvis a la playa desde su casa y sabe que estaba leyendo unas horas antes El hombre invisible deRalph Ellison, uno de los libros más significativos de la literatura afroamericana sobre la lucha del hombre negro en Estados Unidos.
Con el baile Elvis no parece poder ganarse la vida y trata de encontrar un trabajo más convencional en la construcción, que perderá en breve debido a su indolencia. Redemption, un joven de su edad que conoció en su corta etapa de escolarización en Lagos, empezará a ofrecerle trabajos que se irán volviendo cada vez más peligrosos. Además Elvis conoce a varias personas marginales que se van a ir haciendo cada vez más importantes en la trama, como el Rey de los Mendigos, quien le intentarán transmitir una conciencia política, que chocará con la mentalidad de buscavidas nihilista de Redemption.
La novela está dividida en dos partes. La primera, más extensa, alterna capítulos del presente de Elvis, todos ellos con indicación de un lugar y una fecha: Lagos, 1983; con otros de su pasado en Afikpo, que comienzan en 1972 y se van acercando hasta el momento del traslado a la capital del país. El tempo narrativo de los dos bloques de capítulos es diferente: en el presente la narración se acerca a la vida de Elvis en el periodo de unas cuantas semanas, y en los capítulos del pasado asistimos a episodios claves de la vida del personaje (entre uno y otro han podido pasar dos o tres años). En la segunda parte se abandonan los capítulos del pasado y todo se vuelve presente en la narración: la vida se vuelve cada vez más amenazante para Elvis y el lector le acompañará durante unas páginas cada vez más frenéticas, donde además de su vida está en juego la de su padre u otros personajes significativos del libro o del propio suburbio donde viven.
GraceLand es una novela sobre África –más concretamente sobre los problemas de la Nigeria moderna–, escrita en inglés por un nigeriano (de madre inglesa) que sabe que el público que va a leerle es principalmente norteamericano. Me percato de que leer una novela de un africano negro escrita para el público de su país debe ser casi imposible. Para que esta novela llegue a España ha tenido que tener previamente algún tipo de repercusión en países como Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia, y estar escrita por tanto en inglés o francés; también podría darse el caso de que estuviera escrita en español por un ciudadano de Guinea Ecuatorial y que por tanto el primer país de recepción occidental fuese España (aunque dadas las características de nuestro mercado, me parece más probable que aquí se traduzca primero lo que tuvo éxito en Estados Unidos o Francia antes de potenciar un libro en nuestro idioma). Leer un libro de un africano negro escrito en un idioma no europeo me parece casi imposible: en su país de origen lo más probable es que no haya mercado editorial, así que ese libro no podría aparecer ni llamar la atención lo suficiente como para que se traduzca a los idiomas occidentales. Escrito en inglés, francés, español o portugués tendría como función la de mostrar África a una persona no africana, y en gran medida esto es lo que ocurre conGraceLand, una novela escrita conscientemente para explicar cómo era Nigeria en 1983 a un norteamericano. En este sentido podemos encontrar párrafos como el siguiente: “Las mujeres mayores, de cincuenta y sesenta años, a menudo iban por ahí con el busto al aire (...). Era una costumbre que los británicos no habían logrado erradicar a pesar de las multas y los decretos, y que los curas católicos permitían alegremente” (pág. 53); o “Eran libritos, escritos entre 1910 y 1970, salían de pequeñas imprentas del pueblo comercial de Onitsha, al este, de donde recibían su nombre. Eran el equivalente nigeriano a la literatura barata o ‘pulp fiction’ mezclada con los populares libros de autoayuda a bajo coste” (pág. 131).

En cualquier caso, la forma de mostrar Lagos al lector es más natural que la de mostrar el país entero, ya que Elvis ha llegado hace poco a la capital y observa su entorno con una doble extrañeza: la del provinciano en la gran ciudad y la del adolescente que trata de hacerse un sitio en el mundo: “¿Qué tengo que ver yo con todo esto?”, se pregunta Elvis, mirando la ciudad tras los cristales de un autobús.
Encontramos a Elvis en las primeras páginas de la novela leyendo libros como El hombre invisible de Ralph Ellison o Cartas a un joven poeta de Rilke. He de apuntar que este detalle me chirrió un poco al principio, ya que a pesar de que la madre de Elvis era maestra, su padre no parece tener ninguna inclinación hacia la cultura, y Elvis lo que quiere ser es bailarín y no escritor. Esto me hizo pensar que, para la construcción del personaje, Chris Abani ha tomado elementos de su propia vida: un joven lector apasionado que sueña con ser escritor en un país pobre. Pero Abani proviene de un hogar africano con más apego por la cultura del que parece haber dibujado para Elvis, personaje para el que crea una historia más marginal que la vida que el propio autor parece haber llevado.
Otro aspecto débil de la novela es que, durante la primera parte, el autor nos muestra escenas del presente o el pasado del protagonista y la trama no acaba de arrancar. Cuando lo hace, hacia el final de la primera parte y en la segunda, el acelerón será potente, sin embargo.
En cualquier caso, pese a los dos aspectos negativos que me ha parecido detectar (sobre la creación del personaje y la muestra inicial de escenas sin que avance la trama), he disfrutado de la lectura deGraceLand; sus logros se me han hecho muy superiores a sus posibles carencias. Nunca había leído una novela de un africano negro que me mostrase la vida en su país, y algunas de las escenas dibujadas son realmente muy potentes: la pobreza y el pensamiento mágico que le acompaña, como herramienta para entender el mundo; la corrupción policial e institucional; la violencia en la calle (el capítulo en el que se narra el linchamiento de un supuesto ladrón es impactante).

Tengo también en casa dos títulos más de esta colección de literatura africana: Los pies sucios del togolés Edem Awumey y Vínculos secretos del liberiano Vamba Sherif. Ya hablaré de ellos.

sábado, 31 de mayo de 2014

Adiós, vaquero

Ruzinava-adiosvaquero
Por JOSÉ OVEJERO
En Graceland, una novela del sudafricano Chris Abani, el joven protagonista mira a su alrededor y se pregunta “¿Qué tengo yo que ver con todo esto?”. No hay pregunta que defina mejor la adolescencia, esa fase de tu vida en la que te sientes apresado por lo que te rodea pero al mismo tiempo lo que te rodea te parece pertenecer a un mundo ajeno: tus padres son alienígenas, tus profesores hablan idiomas que desconoces y habitan en una dimensión diferente a la tuya; buscas consuelo en gente de tu edad pero eso no te hace sentir mucho mejor, porque es como estar en una burbuja que puede estallar en cualquier momento. Suponiendo que de verdad te sientas mejor con gente de tu edad.
No es el caso de Ruzinava, la protagonista de Adiós, vaquero, de Olja Savicevic Ivancevic. Ella no encuentra un solo lugar que pueda llamar suyo. En la aldea croata en la que vive, además, no hay espacio para el que es diferente. Las guerras tienen ese efecto: crean bandos irreconciliables y solidaridades estúpidas. Solo lo homogéneo es aceptado. Y Ruzinava asiste con perplejidad a ese intento de clasificación que expulsa lo que no encaja en los raseros locales: “La vecina con la que discutíamos en la escalera común en más de una ocasión se cagó en nuestra puta madre alemana.  Y toda nuestra familia se cagaba en su puta y pérfida madre serbia. Pero en realidad nunca supimos quién era qué, y nos cogió por sorpresa que todos supieran lo que éramos mejor que nosotros.” Como aquellos judíos que solo se enteraron de que lo eran cuando quemaron sus tiendas o los maltrataban por la calle.

En la Aldea Vieja, donde vive Ruzinava, la gente es rápida en adjudicarte una categoría y hacerte pagar por pertenecer a ella. Por ejemplo, su hermano Danijel era demasiado afeminado para no tener un futuro preprogramado de víctima. O la loca Marija, que se empeña en no separarse de la gente “normal” aunque la insulten y la golpeen. O el viejo profesor, al que pegan una paliza por maricón, o porque sí, por el gusto de señalar a alguien que no pertenece al grupo y descargar sobre él la rabia acumulada. Una rabia que sería difícil decir de dónde viene: en la novela se habla del calor, del polvo, de la pobreza, de la locura. Y solo de pasada intuimos el trauma de los habitantes de esa ciudad croata. Al que se añade el trauma personal de la protagonista.
Años después de haberse marchado a estudiar a Zagreb, Ruzinava regresa a casa de su madre. A menudo, el regreso es una forma de querer aplacar a ese animal voraz, la nostalgia, volver allí donde podríamos haber sido felices para serlo por fin y que el pasado salde la deuda que tiene con nosotros. Pero la nostalgia está ausente en esta novela de la croata Olja Savicevic. En las descripciones que hace de las calles y los lugares de su infancia no hay un ápice de amor, de simpatía. Como si todo, incluso los momentos alegres, que tuvo que haberlos, hubiera quedado sepultado por el polvo y la miseria moral provocada por una guerra. Lo dice su hermano Danijel en una carta:  “me doy cuenta que desde que acabo la puta guerra y de eso ya pasó un mazo de tiempo todos sea donde sea que vayas regurgitan las mismas jodidas historias que no tienen nada que ver conmigo.”  Otro que tiene la impresión de estar excluido de lo que le rodea; tanto, que tiene que separarse drásticamente de ello: Danijel se arroja bajo las ruedas del tren.
Y por eso vuelve Ruzinava, para entender por qué se suicidó Danijel, y porque le resulta inaceptable haber sabido tan poco de su hermano, cuando precisamente él era su único cómplice en ese mundo en el que aterrizaron como dos astronautas que llegan a otro planeta. Y como no encajaban en la realidad, ambos buscaron otra más comprensible en el cine, en los western: allí al menos hay personajes a los que uno querría parecerse, situaciones que se desearía vivir y salir airoso de ellas. Adiós, vaquero, habla de la imposible despedida, de ese deseo de regresar al momento previo al trauma como si así pudieses desactivarlo: pero es imposible despedirse de un hermano muerto; él se fue sin hacerlo y Ruzinava busca las razones; o quizá es que, como le dice el profesor amigo de su hermano, “cuando perdemos seres queridos, seguimos buscando en nosotros mismos la prueba de haberlos amado lo suficiente”.  Y ella recuerda, busca los momentos estelares de la niñez, bucea en ese pasado que no deja nunca de ser presente y lo refleja en esquirlas: escenas sin conclusión, frases poéticas o vulgares dispersas en la narración precisamente para mostrar lo que no se puede mostrar. Lo lírico y lo pedestre, la descripción realista y la metáfora, una cierta coherencia narrativa hilvanada con saltos temporales, espaciales, cambios de protagonista. La realidad no se puede mostrar, solo puedes escribirla, es decir, crearla con el lenguaje, como hace Savicevic, aunque eso no siempre permita comprender. El lector tampoco entiende del todo, pero atisba, como Ruzinava, la brutalidad impasible de una sociedad que ha atravesado el horror, que ha sido a la vez víctima y cómplice. Allí no hay salvación posible. Solo puedes abandonar la aldea, cabalgar hacia el horizonte al final de la película, como hizo Danijel, sin despedirte. Para que la nostalgia, o la compasión, no te atrapen en el último momento.

miércoles, 29 de enero de 2014

‘Graceland’, el valor variable de la vida humana

chris abani2
Del variable valor que cobra la vida humana según donde uno haya nacido habla el nigerianoChris Abani en Graceland (Editorial Baile del Sol), una novela cuya lectura no le dejará indiferente
En un mundo donde nada es lo que parece, en el que abundan las mistificaciones, deberíamos agradecerle su sinceridad a Marijn Dekkers, consejero de la multinacionalfarmacéutica Bayer. “No producimos medicamentos para los indios. Los producimos para los pacientes occidentales que pueden permitírselos”, ha declarado esta semana Dekkers a la revista Bloomberg Business Week. Como siempre que a uno le puede el inconsciente, luego se ha retractado. Supongo que para Dekkers la vida humana no vale lo mismo en Alemania que en India, en Occidente que en África, pongamos por caso. Y no le falta razón.
Del variable valor que cobra la vida humana según donde uno haya nacido habla el nigeriano Chris Abani en Graceland (Editorial Baile del Sol), una novela cuya lectura no le dejará indiferente y de la que dimos algunas pinceladas hace unos meses en esta Área de Descanso.
Decía Joyce que el arte no es un modo de huir de la vida, sino al contrario, la expresión suprema de la vida. “Y el artista no es un tipo que ofrece al público el señuelo de un cielo mecánico: eso es lo que hace el sacerdote. El artista parte de la riqueza de su propia vida para crear”, escribió en Stephen Hero.
Abani, nacido en el sur de Nigeria, en Afikpo, ha sufrido en su propia carne la persecución política y desde años vive exiliado en Estados Unidos. Abani, por tanto, sabe de lo que habla cuando escribió Graceland, publicada por primera vez en España y que tuvo una buena acogida al otro lado del Atlántico.
Estamos en 1983, en Lagos, en una Nigeria postcolonial machacada por sucesivos golpes de Estado. Asistimos al paso a la madurez de Elvis, un adolescente empeñado en ganarse la vida como imitador de su ídolo, Elvis Presley. Se maquilla, hace largos trayectos en autobús –a veces jugándose la vida– desde su chabola en un arrabal de Lagos hacia la zona donde pernoctan los turistas, en busca de unas monedas. Sin éxito.
Elvis, huérfano de madre, comparte la chabola con su padre, la pareja de éste y los hijos de ella, pero no siempre vivió en el inhóspito Lagos. Tanto Elvis como su padre nacieron en Afikpo, la tierra de los igbo. Ellos mismos lo son.  El contraste entre la cultura tradicional, la de los igbo, la del propio Abani, y un país sin identidad y sin futuro, gobernado por una casta militar enriquecida con los negocios –legales o no– con Occidente y cuyos despojos habitan en la ciudad de Lagos, son los dos espejos donde puede mirarse Elvis.
Fracasado en su intento de ganarse el sustento como bailarín, inmerso en una encrucijada vital, Elvis tendrá que explorar otros caminos: el de su amigo Redemption(los nombres no están elegidos al azar en la novela), un superviviente de la calle sin demasiados escrúpulos; la surrealista resistencia política junto al Rey de los mendigos; o la huida hacia Estados Unidos, la tierra promisoria.
Graceland recrea con veracidad la Nigeria de los años ochenta, la mísera vida cotidiana, envuelta en una violencia gratuita, el conflicto con el poder corrupto, la relación con un Occidente hipócrita (de ahí el valor que cobra la sinceridad de Marijn Dekkers, volvemos al principio). Durante las horas que empleemos en la lectura de la novela compartiremos la mirada de quienes viven allí, algo a lo que no estamos acostumbrados. Pero Graceland es algo más, una historia de aprendizaje, la de Elvis. Si crecer ya es complicado, imagínense en un país gobernado por una tiranía, un lugar donde la vida de la mayoría de sus habitantes no vale nada. La conflictiva relación de Elvis con su padre, un hombre que ahoga los sueños perdidos y sus fracasos en el alcohol. La vista atrás del chico hacia su propio pasado. La imposibilidad de amar en un país enfermo. Son logros de una novela escrita con eficacia y cierto lirismo y que, a pesar de su crudeza, no carece de momentos hilarantes.  Si de verdad quieren leer algo distinto,atrévanse con Graceland.

jueves, 23 de enero de 2014

Graceland- Chris Abani

por 
Chris Abani sufrió persecución política por la publicación de su primera novela, con dieciséis años, “Masters of the Board” (1985), un thriller cuya trama sobre un golpe militar frustrado en Nigeria fue tan convincente que desencadenó la paranoia en la dictadura política de su país. Su creatividad junto con su activismo universitario le llevaron a varias condenas de prisión, a veces en régimen de aislamiento. Abani volcó su experiencia en poemas que Harold Pinter calificó como “la más desnuda, desgarradora expresión imaginable de la vida en prisión y de la tortura política”. Después se expatrió a Europa y América, donde reside en la actualidad, es profesor en la Universidad de California, sin perder nunca de vista sus raíces, su Nigeria natal.
Chris Abani rezuma humanidad. En sus libros, en sus charlas, podréis ver a un Abani que ha tenido una vida dura, sufrió la guerra de Biafra de niño, luchó contra el gobierno de joven, le torturaron y estuvo hasta tres veces en el corredor de la muerte. Su voz se quiebra a menudo cuando recuerda momentos tremendos de su biografía (no solo sobre si mismo), utiliza el humor como vía para tratar de hacer lo contado más llevadero, y siempre se muestra razonablemente optimista (sin ser sentimental), de esa manera en la que únicamente las personas que han vivido los más profundos pozos de la desesperación, la sinrazón y el dolor lo saben ser.
Su novela “Graceland” nos ofrece un retrato de la ciudad de Lagos caótica, sucia, maloliente, y a la vez hermosa. Al igual que la historia de Elvis, un  joven con el nombre del cantante norteamericano, que se dedica a imitarle como forma de ganarse la vida, mientras sueña en convertirse en bailarín. Vive con su padre en un barrio pantanoso, un gueto llamado Maroko donde se enfangan calles y personas, donde un padre de diez hijos corre huyendo de la policía con la ropa robada para acabar inmolándose delante de todos o donde uno acaba por darse cuenta “de que solo es un pequeño grupo de gente el que está echando a perder nuestro país. La mayoría de la gente lo que quiere es trabajar duro, ganarse la vida y entretenerse un poco. Pero parece que hagan lo que hagan, siguen siendo pobres.” (pág. 318). Es también la narración  de la relación entre un padre y un hijo y de lo difícil que es ser hijo a veces y de lo que se puede llegar a hacer por defender un honor. Es el relato de un país que ha dejado atrás el pasado colonial y está sumido en una violenta dictadura. Es el relato de unos hechos que confirman como dice Innocent, el niño soldado, “hacía ya tiempo que había perdido cualquier creencia en la bondad innata de la causa rebelde y la maldad del enemigo. Antes le guiaba un profundo idealismo. Ahora solo quería sobrevivir.” (pág.242) Y es la historia también de un mundo que parece haberse perdido, de una deslumbrante cultura igbo sumergiéndose en otra cultura ajena, la americana.
Este libro es duro y contiene un gran número de estercoleros: violencia, incesto, violación, asesinato, pobreza extrema, tráfico de órganos, drogas, prostitución, niños y niñas (de la calle-soldados-prostituidos-violados)… Parecería que una novela con tal cantidad de horrores en su interior debería hacerse intragable, pero Chris Abani es un gran narrador y la historia se convierte en algo imposible de abandonar, una página te arrastra a la otra, aunque no es fácil leerla de un tirón. Aunque seca, dice Abani que lo más bello del ser humano surge cuando se muestra su lado más feo, y demoledora, contiene dosis de optimismo. He leído en algún lugar que la acumulación de horrores de esta novela logra a la larga que el lector se insensibilice. En mi opinión, ocurre todo lo contrario.
Según sus propias palabras, “Lo que escribo es difícil para el lector y para mí, no sólo para el lector. En mis libros quito el orden moral para que el lector se vea involucrado y comience a hacerse preguntas personales e íntimas. El efecto que busco con mi narrativa es que las cosas sucedan en tiempo presente frente a los ojos de quien la lee. No juzgo a mis personajes, ese es un asunto del lector, lo cual resulta bastante incómodo para él porque muchas veces se verá simpatizando con un personaje que en teoría resulta malo…
He sido humano seis días, pero solo a veces”, dice en la charla de TED que he compartido con vosotros/as. Abani intenta transmitirnos que nadie va a venir y salvarnos de la locura y del mal, nadie tiene la receta mágica para entender porqué ocurren las cosas que ocurren. Coincido con Abani cuando pone en boca de su protagonista esta frase “Nada se resuelve nunca… Solo cambia“ (pág.363). Ninguno de nosotros sabemos muy bien de qué hablamos cuando hablamos de nosotros mismos, solamente nos aproximamos, como niños intentando descifrar el misterio que se encuentra debajo de la superficie, más difícil aún saber de qué hablamos cuando lo hacemos sobre “el otro”. Buscar la humanidad en los otros, cuando deberíamos de intentar empezar por nosotros mismos. Es difícil sí, pero sería más honesto afirmar que lo intentamos, quizás seis días, quizás mucho menos, y ni siquiera todo el tiempo.
“Graceland” es la única obra de Chris Abani traducida al castellano gracias al empeño de la Editorial Baile del Sol (la traductora del libro, Alicia Moreno, ha recibido muchos elogios también). Esta vez la cita del final va a ser un poco más larga, pero creo que comprenderéis porqué.
“Tocó la brillante cubierta de pasta blanda: Al encuentro del hombre negro, de James Baldwin. Lo abrió por la página doblada que señalaba por dónde iba y empezó a leer. Jesse acababa de llegar a la escena del linchamiento con su padre. Mientras leía, Elvis empezó a ver muchos paralelismos entre él y la descripción de un negro muriendo lentamente devorado por las llamas. Las manos del hombre usando las cadenas que lo ataban como contrapeso para levantarse y acabar con la tortura. Se encogió en la parte en que el hombre blanco sin nombre de la historia le cortaba los genitales al negro linchado. Cerró el libro y se imaginó qué clase de cicatriz dejaría eso. Sería una cosa viva que levantaría los brazos al cielo en una súplica, descendiendo para enraizarse en el chakra inferior, nuestra naturaleza más básica. Hasta que el hombre muerto se convirtiera en el cielo, el árbol, la tierra y la inconmensurable tristeza de todo ello. Conocía esa cicatriz, ese dolor, esa vergüenza, esa degradación que ninguna metáfora podía contener, grabándola en su cuerpo. Y aún más, él era esa cicatriz, tallada por el odio, la pequeñez y el miedo en el rostro del mundo. Él y todos los que eran como él, hasta que la tierra ardiera con hombres negros  marcados muriendo en árboles de fuego” (pág. 362)

Ficha:

  • Título original:  Graceland (2004)
  • Idioma: Original: Inglés
  • Traducción al castellano: Baile del sol (2013)
  • Traductora: Alicia Moreno Delgado
  • Nº páginas: 364
  • Premios del libro: Hemingway/PEN Prize, entre otros

jueves, 26 de diciembre de 2013

Narrativa para el fin de año

m-121dSTONER, John Williams. 978-84-15700-61-6. 15€
Descripción:
Novela.
Se trata simplemente de una novela sobre un tipo que va a la universidad y se convierte en un maestro. Pero es una de las cosas más fascinantes que jamás he encontrado." - Tom Hanks, Times
Impresiona el modo de contar de John Williams, su fuerza inusitada para los dramas minúsculos y para el recuento cotidiano de nuestras resignaciones y decepciones, y sorprende que Stoner, siendo la obra maestra que es, haya podido ser ignorada durante tanto tiempo. Enrique Vila-Matas. El País
"Stoner, es una obra maestra. Y punto." Rodrigo Fresán. ABC Cultural
Stoner se presenta como un canto a la dignidad de la vida, pese a sus miserias y a sus decepciones; como un himno a la belleza de los pequeños gestos; como una loa a los instantes de quietud y de paz.
Su lectura reconforta tanto que obligará a los hombres y mujeres a retomar las páginas del libro en cuanto se les presente la menor ocasión. No lo tengan a mano cuando cojan el coche, o se eternizarán en los semáforos… Ariadna G. García (Culturamas)
“Stoner de John Williams es algo más que una gran novela, es una novela perfecta, bien contada y muy bien escrita, de manera conmovedora, que quita el aliento." The New York Times Book Review
"El mejor libro que he leído en 2007 fue Stoner de John Williams. Es quizás el mejor libro que he leído en años." Stephen Elliott, The Believer
Algunas reseñas:
Sobre el autor:
johnwilliamswebJohn Williams (1922-1994) nació y se crio en el noreste de Texas. Después de desempeñar varios empleos en periódicos y estaciones de radio, Williams se enroló en el ejército en 1942. Varios años después de la Segunda Guerra Mundial fue a la Universidad de Denver, donde obtuvo su licenciatura en 1949, y su maestría en 1950. Durante este periodo publicó su primera novela, Nothing But the Night (1948), y su primera colección de poemas, The Broken Landscape (1949). En otoño de 1950 Williams fue a la Universidad de Missouri, donde ejerció como profesor y obtuvo el doctorado en 1954. La segunda novela en publicarse fue Butcher's Crossing (1960). Su segundo libro de poemas, The Necessary Lie se publicó en 1965, año en el que se convirtió en editor de la revista literaria University of Denver Quarterly, hasta 1970. Ese mismo año apareció su tercera novela, STONER (Tenerife, 2010 - 2011 - 2012 (4ª edición). Su última obra publicada, Augustus, fue ganadora del National Book Award de ficción en 1973. Tras jubilarse de la Universidad de Denver en 1986, Williams se trasladó con su mujer a Fayetteville, Arkansas, hasta su muerte el 3 de marzo de 1994. Una quinta novela, The Sleep Of Reason, quedó inacabada en el momento de su fallecimiento.


af5nGRACELAND, Chris Abani. 978-84-15700-69-2. 18€
Descripción:
Novela.
La extensa, pantanosa, cacofónica ciudad de Lagos, Nigeria, constituye el escenario de la historia de un adolescente imitador de Elvis llamado igual que su ídolo que espera abrirse camino fuera del gueto. Llena de matices, lírica y casi perfecta, esta es la extraordinaria historia de un hijo y su padre, y un examen de la Nigeria postcolonial, donde imperan los símbolos de la cultura estadounidense.
«El estilo intensamente visual de Abani y su sentido del humor convierten la desesperanza en esperanza.» —San Francisco Chronicle
«Extraordinario... Este libro funciona de forma magistral en dos sentidos. Como convincente y nada condescendiente reflejo de la vida en un suburbio pobre de Nigeria, y como visión tremendamente sincera de un mundo sesgado por la violencia fortuita, es maravilloso... Y a pesar de todos los horrores, también hay escenas tiernas en Graceland, y son mil veces mejores por no parecer sentimentales en absoluto... Encantador.» —THE NEW YORK TIMES BOOK REVIEW
Algunas reseñas:

abaniweb2Sobre el autor:
Chris Abani nació en Nigeria. Con dieciséis años publicó su primera novela, a causa de la cual sufrió una dura persecución política. Se exilió en 1991 y desde entonces ha vivido en Inglaterra y Estados Unidos. Su libro Daphne’s Lot es una colección de poesía por la que le otorgaron en 2003 el premio Lannan Literary Fellowship. GRACELAND (Tenerife, 2013) es su primer libro que se edita en castellano. También consiguió el PEN USA West Freedom to Write Award y el Prince Claus Award. Abani vive y enseña en Los Ángeles.


m-101bEL LIBRO DEL DESASOSIEGO, Fernando Pessoa. 978-84-15700-90-6. 20€
Descripción:
Sin duda una de las obras más personales, abiertas, inclasificables e imprescindibles de toda la literatura contemporánea, está compuesto por más de medio millar de fragmentos que operan de una manera caleidoscópica, abriéndonos a un mundo en el que la sensibilidad y la lucidez se hermanan para mostrarnos un universo de una extraordinaria complejidad humana, todo bajo la sombra tutelar de una ciudad, Lisboa, que lejos de ser un simple escenario, parece prestarle su alma a este libro magistral y extraordinario. La presente edición, preparada, traducida y ordenada por Manuel Moya, recoge la visión completa de un libro que figura sin discusión entre los clásicos del siglo XX.
Edición y traducción de Manuel Moya

Sobre el autor:
pessoawebFernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935), traductor de cartas comerciales en la Baixa lisboeta, polemista, esotérico, ensayista político, literario y económico, poeta, padre de heterónimos, pero, sobre todas las cosas, soñador infatigable de Indias imposibles, es acaso una de las figuras más originales y fascinantes de todo el siglo XX. Aunque no publicó más que un libro de versos en vida, su sombra se extiende sobre todos los movimientos literarios y culturales de Portugal, a lo largo del siglo. Autor de heterónimos como Ricardo Reis, Alvaro de Campos, Alberto Caeiro o Bernardo Soares, personaje al que se le atribuye la autoría de EL LIBRO DEL DESASOSIEGO (Tenerife, 2010), Pessoa es, más que un escritor, una literatura.

m-151MI VIDA CON POTLACH, Inma Luna. 978-84-15700-86-9. 15€
Descripción:
Novela.
Tras una grave crisis, Luis decide aplicarse una terapia propia consistente en cuadricular su vida y desvincularse del resto de los seres humanos con el fin de mantenerse a salvo. Pero el destino es incontrolable y tozudo y, a pesar de sus esfuerzos por evitarlo, Luis se ve envuelto en una relación con una adolescente cajera de supermercado que le descubre cómo a veces la felicidad llega por los caminos más insospechados.
Mi vida con Potlach es el diario de un hombre que va cerrando puertas que la vida se empeña en volver a abrir.
“La novela de Inma Luna desenfunda los sentimientos del fondo del ropero, les da la vuelta, los limpia, los remienda, te viste de nuevo y te empuja a caminar”, Julio Castro, La República Cultural.
“A través de la mirada de Luis, Inma Luna realiza un irónico retrato de una sociedad marcada por las contradicciones”. Anna María Iglesia, Revista de Letras.
inmalunabnSobre la autora:
Inma Luna (Madrid, 1966) ha publicado los poemarios Existir no es otra cosa que estar fuera (L.U.P.I, 2012), NO ESTOY LIMPIA (Tenerife, 2011), EL CÍRCULO DE NEWTON (Tenerife, 2007), De ronda en ronda, antología itinerante de poetas españoles en México (Ediciones del Ermitaño –México- y Baile del Sol –Tenerife-, 2007) y Nada para cenar (LFC Ediciones, 2006). Ha participado así mismo en numerosas antologías poéticas [23 PANDORAS. POESÍA ALTERNATIVA ESPAÑOLA (Tenerife, 2009)] y de relatos [MUJERES CUENTISTAS. Antología de Relatos (Tenerife, 2009)], colabora además en medios de comunicación y revistas literarias.
Se estrena en solitario con LAS MUJERES NO TIENEN QUE MACHACAR CON AJOS SU CORAZÓN EN EL MORTERO (Tenerife, 2008 - 2ª edición, Tenerife, 2009 - 3ª edición, Tenerife, 2012) su primer volumen de relatos.
MI VIDA CON POTLACH (Tenerife, 2013) es su primera novela.
Mantiene los blogs:
De cerca nadie es normal  http://inmalunatica.blogspot.com/

m154CAÍDOS DEL SUELO, Ramón Betancor. 978-84-15700-36-4. 18€
Descripción:
Novela.
¿Hasta dónde estarías dispuesto a caer y dejar caer para que tus libros sean los más leídos, tus canciones las más escuchadas o tus cuadros los más admirados? ¿Qué harías si supieras de la existencia de una organización internacional que conoce el secreto para convertir en alimento los sentimientos de quienes les rodean y, de esta forma, crear obras de arte maravillosas? A través de estas páginas, hasta la fecha inéditas y ahora en tus manos, el escritor Mario Rojas nos descubre la cara oculta de un mundo que deslumbra a la misma velocidad y tiempo en que lo cubre todo de ceniza. Un relato que te atrapará a medida que vaya avanzando y en el que nada es lo que parece ni nadie es quien aparenta ser. Ni siquiera el propio protagonista de la historia.
“Él es uno de esos muchos escritores, que por suerte, para aquellos que viven por y para la literatura, no desisten en su empeño de dar motivos para refugiarse en la lectura”. El Mundo
“La notoriedad que alcanzó en Internet su personaje, Mario Rojas, le ha catapultado como novelista amateur con su obra Caídos del Suelo”. ABC
“Un libro que nace a través de una historia contada en internet. El escritor palmero le dio vida a un personaje que interactúa con los lectores”. Antena 3
“Internet se ha convertido en la herramienta con la que el periodista canario Ramón Betancor ha conseguido que su primera novela, “Caídos del Suelo”, sea leída en países como Estados Unidos o Rusia”. Radio Televisión Canaria.
“Totalmente recomendable” Desde un rincón del Sur.
Book tráiler:
ramonbetancorwebSobre el autor:
Ramón Betancor (Santa Cruz de La Palma, 1972), se define a sí mismo como periodista para poder vivir y escritor para evitar la muerte. En los últimos dieciocho años ha trabajado para diferentes medios de comunicación y agencias de noticias, tanto de Canarias como de ámbito nacional e internacional. CAÍDOS DEL SUELO (Tenerife, 2013) es su primera novela.

m-149LA INMORTALIDAD DEL CANGREJO, Fernando J. López. 978-84-15700-74-6. 12€
Descripción:
Novela.
Septiembre de 2001. Alfredo tiene veintitrés años, un novio que le dobla la edad y al que apenas ve, un trabajo basura que odia y una familia a la que no soporta.
La noche en que Álex, su mejor amigo, desaparece sin dejar rastro, se siente obligado a intentar dar con él. Su búsqueda lo llevará a adentrarse en una realidad cada vez más violenta y peligrosa, hasta que su mundo amenace con derrumbarse con la misma saña que las Torres del 11-S. Un mundo obcecado en ser cangrejo y donde los titulares ya nos anunciaban, sin que lo supiéramos, cuánto habríamos retrocedido diez años después.
“Fernando J. López traza un retrato del tiempo presente, el de una sociedad gravemente herida por un pasado que no ha sabido asumir y por un futuro que es incapaz de construir”. Anna María Iglesia, Revista de Letras.
“Es inevitable leer la obra de Fernando J. López y no sentir la herida de la inmortalidad del cangrejo, el silencio del arpa becqueriano. La lectura de estas 186 páginas, oscuras en tono pero de lenguaje directo y ligero, nos asesta certeramente la cuchillada catártica (con 23 puñaladas exactas) que viene a rasgar el negro velo de nuestro horizonte sombrío para señalarnos en la herida un camino de luz, la voz poderosa que pronuncia el sanador «levántate y anda»”. Ana Parrilla, Menú para bibliófagos.
Book tráiler:
fernandojlpoezwebSobre el autor:
Fernando J. López (Barcelona, 1977) Novelista, dramaturgo y profesor de Literatura. Con diecinueve años publicó su primera novela, In(h)armónicos (Premio Joven & Brillante) y comenzó su andadura como autor teatral. Desde entonces ha estrenado y publicado obras como Tour de force, El sexo que sucede, Darwin dice o Cuando fuimos dos.
En 2010 fue tercer finalista del Premio Nadal con La edad de la ira (Espasa), un thriller acerca de la homofobia y el bullying en las aulas actuales. Su trayectoria como novelista ha continuado con Las vidas que inventamos (Espasa), una historia sobre las mentiras y secretos de un matrimonio y El reino de las Tres Lunas (Alfaguara), su primera novela infantil-juvenil.
LA INMORTALIDAD DEL CANGREJO (Tenerife, 2013), una obra en la que retrata con crudeza el ambiente social, sexual, económico y político de principios del siglo XXI, es su última novela.

t22EL SIGLO DE LA GRAN PRUEBA, Jorge Riechmann. 978-84-15700-87-6. 12€
Descripción:
Ensayo.
Mercantilizarlo todo para valorizar el valor –y de camino destruir la naturaleza y la sociedad: ¿puede existir una forma de funcionamiento más insensata? Y sin embargo ésa es la ley que rige el desarrollo de la economía que padecemos, y la mayoría de la gente, con dosis variables de resignación y desesperanza, todavía parece aceptarlo. No faltan razones para pensar en los decenios que tenemos por delante como el Siglo de la Gran Prueba –la mayor a la que se ha enfrentado la humanidad en sus aproximadamente doscientos mil años de existencia. Entre las herramientas que cabe echar a la mochila o la alforja, a la hora de emprender ese aventurado viaje, la poesía, el pensamiento y las artes pueden ofrecer recursos de gran interés.
Entrevista a Jorge Riechmann:
jorgeriechmannwebSobre el autor:
Jorge Riechmann nació en Madrid en 1962. Se gana la vida con la docencia y la investigación, entre la tarea universitaria, la actividad con los movimientos sociales (ecologismo, movimiento sindical) y su trabajo de escritor. Es poeta, ensayista y traductor literario. En el año 2000 ganó el Premio Stendhal de traducción por su versión de Indagación de la base y de la cima de René Char, una de sus pasiones poéticas más constantes; también ha recibido varios premios de poesía, comenzando por el premio Hiperión 1987 por Cántico de la erosión. Ha colaborado en varios libros conjuntos con el profesor Francisco Fernández Buey, uno de los pensadores más lúcidos e intensos de la izquierda española. En esta editorial ha editado ANCIANO YA Y NONATO TODAVÍA (Tenerife, 2004), CON LOS OJOS ABIERTOS (Tenerife, 2007) y EL SIGLO DE LA GRAN PRUEBA (Tenerife, 2013). Participa en la antología ONCE POETAS CRÍTICOS EN LA POESÍA ESPAÑOLA RECIENTE (Tenerife, 2007).

m150aADIOS VAQUERO, Olja Savičević. 978-84-15700-76-0. 16€
Descripción:
Novela.
“Así. Llegué. ¡Sí, llegué! Volví a esta ciudad. El enorme cajón de sastre, fango y olivares, una maravilla de polvo, noches en la dejadez de la terraza del hotel Iliria, metales pesados en el aire, excrementos y pinos, los gatos y las escamas resbalosas de los peces en el dique grasiento y el mar tensado hasta noviembre, cuando comienzan a soplar los vientos.”
Con estas palabras, en verano de 200X, Ruzinava vuelve al pueblo costero y empieza la aventura de Adiós, vaquero, de Olja Savičević Ivančević: que el lector tire de las riendas, se acomode en la silla de montar, se coloque el sombrero sobre la frente, sea cool y digno porque acaba de adentrarse en una novela que entra en la leyenda.
Adiós, vaquero es una novela sobre la intolerancia y la violencia, sobre los otros y los diferentes —en este caso Danijel, el hermano de Ruzinava—, sobre los Hermanos Iroqueses, sobre las relaciones en una familia de la que quedaron la madre y dos hermanas, sobre una generación que se desintegra, el capitoste local de la transición Vrdovđek, los falsos héroes Ned Montgomery y Ángel con su armónica… sin lugar a dudas, estamos en el corazón de un western: tenemos la investigación de una muerte, un caballo de hierro en plena carrera, una carta misteriosa, correos electrónicos, la escritora señora 0, porno casero...
La narración pasa por fragmentos poéticos con la densidad del uranio y el aroma del cannabis, da saltos en el tiempo y el espacio y culmina en un desenlace completo de tiroteo y viaje.
oljasavicevicwebSobre la autora:
Olja Savičević Nació en Split (Croacia) en 1974, donde vive en la actualidad. Escribe poesía, prosa y artículos periodísticos. Su poemario Kucna pravila fue premio Kiklop al mejor libro de poesía del 2010. Su libro de relatos Nasmijati psa ha sido traducido a varios idiomas. Algunas de esos relatos han sido trasladados al cine. Su novela Adio kauboju (Adiós, vaquero), publicada en 2010, fue ganadora de los premios T-Portal A, a la mejor novela del año, y el Jure Kastelan. Ha sido traducida al alemán, esloveno y al inglés.

m152NO SMOKING, Raquel Morán. 978-84-15700-94-4. 15€
Descripción:
Novela.
La novela narra la historia de dos compañeros de trabajo, Lara y Teo, que se citan a las puertas del edificio de la empresa para la que trabajan a contarse cuentos y a fumar. Lara termina por enamorarse de Teo, y para ella las historias que cuenta a Teo son una manera de ganárselo, de conquistarlo; de Teo poco sabemos, salvo los pensamientos y reflexiones inconexos y peregrinos que salpican la novela, puesto que es Lara quien nos cuenta la historia en primera persona, la historia de la evolución de sus cuentos y de su amor por Teo. Hay también una segunda novela en la novela, que se van contando Lara y Teo por entregas, y que tiene como protagonistas a un niño y a un hombre en medio de una guerra de religión.
La novela intenta ser una reflexión sobre la naturaleza del amor y de la creación literaria y los numerosos puntos en común que les unen. También, sobre el clima de crispación  político-religiosa que vive el mundo de nuestros días.
raquelmoranwebSobre la autora:
Raquel Morán Sernández nació en Asturias, España, el 27 de marzo de 1969. Cursó estudios de Geografía e Historia. Dos años después se marchó a estudiar a Londres, en Inglaterra,  y ha terminado convirtiendo este país en su residencia permanente. En la actualidad, trabaja como profesora de francés y español en un Instituto de Secundaria en Londres, y reside en Ilford, Essex, con su marido y sus dos hijas. APOLO Y LOS CENTAUROS, Editorial Trafford, 2007, fue su primer libro publicado. También ha colaborado escribiendo reseñas y relatos para diversas revistas literarias. Ha publicado un relato corto, CAMBIO DE SENTIDO EN LA AUTOPISTA, en el libro de relatos EL AHORCADO Y OTROS CUENTOS FANTÁSTICOS, Ediciones Rubeo, 2010. Ha publicado en 2011 con su propio sello editorial, LittleAsturias Publishing Ltd., un libro sobre música indie en Manchester titulado MANCUNIANS AND MUSIC: TALES OF THE UNDERGROUND, THE INTERNET AND THE MANCHESTER MUSIC SCENE, 1998-2011. El libro se vende en Amazon. Se la puede contactar en su blog http://littleasturias.blogspot.co.uk

martes, 6 de agosto de 2013

Baile del Sol, puente de letras entre Tegueste y las Áfricas

Publicado por  l 30 julio, 2013
Baile-del-So0
Tito Expósito y Ángeles Alonso están a la cabeza del proyecto literario de Baile del Sol, una editorial radicada en Tegueste y abierta al universo, que fija especialmente su mirada sobre el continente africano. Dicen que les interesa la literatura africana porque les importa todo lo que viene de África. África es, precisamente, la espina dorsal del proyecto cultural que tenían en mente cuando se lanzaron a publicar.

Nos sentíamos africanos y por ello reivindicábamos un conocimiento más profundo de nuestro continente en todas sus vertientes”

“Nos sentíamos africanos y por ello reivindicábamos un conocimiento más profundo de nuestro continente en todas sus vertientes –explica Tito- Nuestra primera labor fue traducir y editar literatura africana junto a la literatura canaria, española o sudamericana. El segundo título que publicamos fue una compilación de poemas de niños de Níger que estudiaban castellano, a finales del 2002. Luego, con los años, surgió la idea de montar el Salón del Libro Africano como proyecto inherente a nuestra filosofía.  La acogida a nuestra colección de literatura africana ha sido muy tibia. Quizá este último título de Chris Abani,GraceLand, sea el que más expectación está acaparando. Es un tipo de literatura que la mayoría de medios y librerías tienen como secundaria”.
La Colección África de Baile del Sol surge con la intención de ordenar los títulos de autores africanos que ya militaban en otras colecciones de la editorial. En un principio, la idea era mezclar todos los géneros, pero con la llegada de Jorge Portland a la dirección de la colección se establecieron las bases definitivas de lo que querían para ella: una selección de autores contemporáneos que nos den una visión actual del continente desde todos los puntos de vista posibles.
Licenciado en Historia por la Universidad Complutense y Máster en Edición por la Universidad de Salamanca, Jorge Portland ha sido librero. En la Casa del Libro, en Madrid, por más señas. Posteriormente se formó como maquetador y editor trabajando en varias editoriales, como Siruela, en distintos campos de la publicación. Actualmente es responsable de Desarrollo Digital en el grupo editorial Marcial Pons (libreros, editores y distribuidores), desempeñando labores estratégicas en contenidos digitales. Desde 2010 también ejerce de director de la Colección África para la editorial Baile del Sol.

Baile-del-SolzHenri Lopes, Aminata Traeré, Wole Soyinka

“Fui metiéndome en la literatura africana poco a poco –cuenta-. Hacia el año 2003 puse en marcha un proyecto editorial que consistía en la publicación de ensayo sobre África escrito por autores africanos. Mi pretensión era que fueran los propios africanos los que nos contaran cómo veían y analizaban su situación socioeconómica. Empezábamos con tres títulos que aún hoy creo imprescindibles: Le viol de l’imaginaire, de Aminata Traoré; Ma grand-mère Bantoue et mes ancêtres les Gaulois, de Henri Lopes, y Amkoullel l’Enfant Peul, de Hampâté Bâ (con la idea de sacar el segundo tomo posteriormente). El proyecto era ambicioso, pero por diversos motivos no terminó de cuajar y el único título que se publicó fue el de Aminata Traoré (con prólogo de Mayor Zaragoza), aunque para los dos siguientes ya teníamos los derechos y la traducciones. Lo importante fue que a raíz de esta iniciativa me adentré en el mundo de los escritores de origen africano, primero de ensayo político y sociológico, y después de la literatura”.

Un autor que marcó un poco la senda del devenir filoafricano de Jorge Portland (director de la Colección África) fue Henri Lopes. Su escritura le obligó a leerse toda la obra traducida del congoleño: Reír y llorarCaso cerrado, Riquezas infinitas y El buscador de áfricas. Otro libro que le marcó fue Désir d’Afrique, de Boniface Mongo Mboussa

Un libro que marcó un poco la senda del devenir filoafricano de Jorge Portland fue precisamente el título de Henri Lopes. Su escritura le «obligó» a leerse toda la obra traducida del congoleño: Reír y llorarCaso cerrado, Riquezas infinitas y El buscador de áfricas.
Otro libro que marcó su forma de adentrarse en la literatura africana fue Désir d’Afrique, de Boniface Mongo Mboussa, un clásico de un autor clave en el desarrollo literario del continente. Gracias al trabajo de José Manuel Esquinas con su editorial Zanzíbar, Jorge Portland pudo continuar su viaje por los senderos de la literatura africana de la mano de Ken Bugul, Mariama Bâ, Ken Saro-Wiwa, Buchi Emecheta o Ngugi wa Thiong’o.
Apuntalaron su camino de baldosas doradas hacia la tierra prometida de las literaturas africanas guías como Inmaculada Díaz Narbona, el Festival de Cine Africano de Tarifa (donde pudo conocer a Henri Lopes y Ken Bugul) o Landry-Wilfrid Miampica, además de publicaciones como Cultures Sud o Tangences.
Baile-del-Solx

Títulos imprescindibles

La Colección África de Baile del Sol reúne hoy un puñadito de títulos imprescindibles: La estación del caos, de Soyinka; Pasaje de lágrimas, de Waberi; Los pies sucios, de Edem, y GraceLand, de Abani.

La Colección África de Baile del Sol reúne hoy un puñadito de títulos imprescindibles: La estación del caos, de Soyinka; Pasaje de lágrimas, de Waberi; Los pies sucios, de Edem, y GraceLand, de Abani

Ahora están inmersos en la traducción de un nuevo título, de un autor liberiano residente en Holanda, y estudiando proyectos como una colaboración con el Caine de literatura africana, toda una institución que acaba de dar a conocer a su autor premiado este año, el nigeriano Tope Folarin.
Los retoños de la Colección África surgen, crecen, se estancan y desaparecen o se concretan en maravillosas piezas de papel y tinta que nos transportan a otros universos. Mundos cercanos, próximos, radicalmente iguales a los nuestros y diferentes a un tiempo, fascinantes, terribles y poéticos.
Ventanas abiertas a otras realidades para quienes quieran sentirse cerca de las Áfricas y no puedan permitirse un billete.