El año pasado me comprometí a hacer un mural en el colegio de mis hijos,
para adornar un pasillo que se veía demasiado blanco, aquí muestro el proceso.
Lo primero fue ir a tomar medidas, 19 metros no estaba nada mal...
lo segundo elegir tema y hacer una maqueta a pequeña escala.
El tema elegido, los cuentos populares, que mezclé entre ellos
y a los que añadí algún personaje de cuentos de cosecha propia.
En un par de mañanas tenía todo planteado a lápiz.
Después del lápiz, cuatro mañanas dando color.
Y eso sí, con la ayuda de tres buenas amigas, GRACIAS (Arantza, Belén, y Soraya) así,
en mayúsculas, ya que sin ellas en lugar de una semana habrían sido cuatro dando color,
y además bien acompañado se trabaja mejor!
Para el último día solo quedaba perfilar con negro.
Teníamos lobos que devuelven la cesta a una enfadada Caperucita.
Tras ellos una tortuga boca arriba de la que pronto sabremos más...
Uno de los tres cerditos comiendo bocadillos de chorizo...
pájaros con escaleras rojas...
... brujas que vuelan tan alto que no entran en la pared
y hasta un cerdo que encuentra un zapato de cristal.