No quería comentar el pacto educativo, creo que ya he expresado en diversas ocasiones cuál es mi postura y me parece que este documento solamente quiere esconder el problema y no solucionarlo (no se habla apenas del acceso a la profesión docente, no se tocan las ratios ni la elección de centros, la prevención sigue siendo algo vago, las medidas se concentran en secundaria y no en primaria).
Pero hay algunos puntos que claman al cielo. El primero es que alumnos Erasmus puedan impartir alguna clase, lo cual indica qué visión tienen desde el ministerio de lo que significa dar clase. Después las "alternativas" en 3 ESO: o repetir o fuera del sistema ordinario. La FP es una vía lenta, sin valor específico, pues se puede acceder a ella sin el título de la ESO y sin prueba alguna (por los PCPI) y se privilegia sobre todo las convalidaciones con el bachillerato. Y por supuesto, la contradicción entre que la ESO sea obligatoria y muchos puedan cursar "otras cosas" (por supuesto con el mismo título). Además se legalizan los niveles que de facto se aplican en los centros, puesto que hay programas de "profundización".
Imagino que estarán contentos algunos profesores al ver que se abre la vía legal a librarse de algunos elementos molestos pero creo que el documento está lleno de desmanes, incongruencias, medidas ya contempladas y palabras vacías. Veremos qué ocurre con él
Blog destinado a compartir ideas y recursos para las clases, reflexiones sobre educación y algunas cosillas más
domingo, 31 de enero de 2010
lunes, 25 de enero de 2010
Dos años en red
No sé si llamar a esta entrada blogocumpleaños, cumpleaños bloguero o cumpleblog. El caso es que llevo dos años en la red y quiero agradeceros una vez más vuestras visitas y comentarios. Las entradas que más visitas acumulan suelen ser las de título explícito, a menudo casi como una receta (también son las que más lectores de fuera de España tienen). Me quda la duda de si encuentran en ellas lo que buscan. Las más comentadas, en cambio, son las de debate, que ocupan un lugar básico en este blog.
Por orden, la entrada que más comentarios ha sumado ha sido la del CIO, auténtico foro grupal que afortunadamente se ha puesto de nuevo en marcha (aunque detecto que en la nueva edición hay bajas entre los habituales, no sé por qué). La segunda, con apenas la mitad, es una que resume los dos ejes ideológicos actuales en educación, en la que me quejaba de la actitud de algunos que ante los problemas únicamente proponen volver al pasado (tenemos nuevas muestras con las comunidades "deseducativas" recientemente aparecidas que leo siempre).
Después vienen unas entradas de listas, que ya habéis comprobado que me gustan: una de frases odiosas y una que trata de clasificar a los profesores según sus actitudes hacia la evaluación. A continuación, con el mismo número de comentarios siguen repasos sobre noticias de actualidad, polémicas del curso pasado y avisos internacionales sobre cómo vamos.
Gracias a todos los que habéis enriquecido el debate con vuestras opiniones, espero seguir contando con vosotros después de este segundo año
Por orden, la entrada que más comentarios ha sumado ha sido la del CIO, auténtico foro grupal que afortunadamente se ha puesto de nuevo en marcha (aunque detecto que en la nueva edición hay bajas entre los habituales, no sé por qué). La segunda, con apenas la mitad, es una que resume los dos ejes ideológicos actuales en educación, en la que me quejaba de la actitud de algunos que ante los problemas únicamente proponen volver al pasado (tenemos nuevas muestras con las comunidades "deseducativas" recientemente aparecidas que leo siempre).
Después vienen unas entradas de listas, que ya habéis comprobado que me gustan: una de frases odiosas y una que trata de clasificar a los profesores según sus actitudes hacia la evaluación. A continuación, con el mismo número de comentarios siguen repasos sobre noticias de actualidad, polémicas del curso pasado y avisos internacionales sobre cómo vamos.
Gracias a todos los que habéis enriquecido el debate con vuestras opiniones, espero seguir contando con vosotros después de este segundo año
miércoles, 20 de enero de 2010
Vistos desde fuera
Creo que se puede saber mucho de cómo funciona un centro por las apariencias (aunque éstas engañen como dice el refrán). Si hay papeles por el suelo, desperfectos en las paredes, muchas pintadas en la mesa, pizarras sucias y sin borrar y ventanas que no cierran bien, es indicativo. Si a la salida los profesores y alumnos huyen corriendo o estos últimos se juntan solamente alrededor de corrillos de presuntas peleas o bien a primera hora van llegando goteos de retrasados, algo quiere decir. Si hay muchas ausencias entre estudiantes y docentes o los partes son algo demasiado habitual, sin duda es un síntoma. Si la biblioteca está cerrada a cal y canto, en las paredes no hay nada más que avisos oficiales o propaganda municipal y las aulas son impersonales, es un mensaje. Si los profesores no se paran nunca a hablar con los alumnos en los pasillos y en la sala común entran solamente para dejar o coger trastos, creo que es relevante. Si el diálogo entre compañeros se limita a avisos de reunión en las pizarras del departamento o la sala de profesores, en las reuniones siempre hablan los mismos y de lo mismo y hay mucha rotación de plantilla, claramente hay que alertarse.
Para ver todo esto no hace falta leer el proyecto educativo, ni entrar en las aulas, ni analizar resultados de rendimiento. Tampoco hace falta saber captar con perspicacia el clima interno o el entorno social de los alumnos. No depende de la administración y su ratería habitual ni se basa en cuestionarios psicopedagógicos ajenos. Simplemente hay que abrir los ojos, ver el centro desde fuera y analizar qué imagen se da y qué quiere decir.
Para ver todo esto no hace falta leer el proyecto educativo, ni entrar en las aulas, ni analizar resultados de rendimiento. Tampoco hace falta saber captar con perspicacia el clima interno o el entorno social de los alumnos. No depende de la administración y su ratería habitual ni se basa en cuestionarios psicopedagógicos ajenos. Simplemente hay que abrir los ojos, ver el centro desde fuera y analizar qué imagen se da y qué quiere decir.
sábado, 16 de enero de 2010
Comprensión de la ironía y Haití
Recuerdo que sigue abierto el CIO con un debate en el que todos deberíamos participar por su importancia.
Mientras, comento que se está planteando crear un nuevo signo de puntuación que marque la ironía, como explica Biblioríos. Me parece penoso que tenga que marcarse el doble sentido porque no se detecte a simple vista. Significa que los lectores tienen poco espíritu crítico, que no comprenden lo que leen y que no entienden qué es la connotación o un texto paródico. Algo que no me extraña demasiado si la consigna básica en la escuela es que aprendan un libro de texto sin cuestionar su contenido, con una verdad simplificada que se presenta como única y literal.
Tampoco entenderán entonces los mensajes publicitarios, o su trasfondo, y no podrán opinar sobre las noticias de actualidad, como el desastre de Haití, más allá del ¡qué pena! que no compromete a nada. ¿Por qué no se habla del sinsentido de que no se paralicen los vuelos turísticos para dar paso inmediato a aviones con ayuda humanitaria y perros de rescate, que a veces tienen que esperar permisos 48 horas? ¿Por qué no se incide más en la poca prevención (ligada al desconocimiento de los terremotos y por tanto a la investigación básica en la que racanean las administraciones y a la mala construcción de los edificios que es consecuencia directa de la pobreza?) ¿Por qué de aquí unos meses no se hablará más de esa isla en los medios? Entender bien lo que se recibe es el primer paso para formarse una opinión y denunciar las injusticias.
Mientras, comento que se está planteando crear un nuevo signo de puntuación que marque la ironía, como explica Biblioríos. Me parece penoso que tenga que marcarse el doble sentido porque no se detecte a simple vista. Significa que los lectores tienen poco espíritu crítico, que no comprenden lo que leen y que no entienden qué es la connotación o un texto paródico. Algo que no me extraña demasiado si la consigna básica en la escuela es que aprendan un libro de texto sin cuestionar su contenido, con una verdad simplificada que se presenta como única y literal.
Tampoco entenderán entonces los mensajes publicitarios, o su trasfondo, y no podrán opinar sobre las noticias de actualidad, como el desastre de Haití, más allá del ¡qué pena! que no compromete a nada. ¿Por qué no se habla del sinsentido de que no se paralicen los vuelos turísticos para dar paso inmediato a aviones con ayuda humanitaria y perros de rescate, que a veces tienen que esperar permisos 48 horas? ¿Por qué no se incide más en la poca prevención (ligada al desconocimiento de los terremotos y por tanto a la investigación básica en la que racanean las administraciones y a la mala construcción de los edificios que es consecuencia directa de la pobreza?) ¿Por qué de aquí unos meses no se hablará más de esa isla en los medios? Entender bien lo que se recibe es el primer paso para formarse una opinión y denunciar las injusticias.
lunes, 11 de enero de 2010
No me gusta...
Empiezo el post con una buena noticia: vuelven los debates CIO, la última edición aquí. Plantea una pregunta de fondo, si nos gusta realmente nuestra profesión. Os propongo como complemento humorístico-quejoso-denuncia que enumeremos las cosas que nos gustan de ser profesores (las que sí nos gustan son muchas más, afortunadamente). Ahí van las mías
1.- No me gusta el papeleo al que no le veo el sentido
2.- No me gusta llamar a unos padres y que no acudan
3.- No me gusta que no hagan la tarea aunque insista en ello
4.- No me gusta que algunos alumnos se vayan al acabar 4 de ESO
5.- No me gusta el calendario escolar actual
6.- No me gusta que vayan cambiando leyes y decretos y que en el fondo todo siga idéntico
7.- No me gusta cómo gestionan la educación nuestros políticos (¡hipócritas!)
8.- No me gusta que no contemplen exigencias elementales como la reducción de ratios
9.- No me gusta que tras el paréntesis de turno mis alumnos hayan olvidado la mitad de lo visto
10.- No me gusta que se creen grupos gueto y encima se diga que es por su bien, para atenderlos mejor
11.- No me gusta que haya compañeros profesionales del escaqueo
12.- No me gusta el amarillismo de los medios cuando tratan temas escolares
13.- No me gusta que se proponga la vuelta al pasado como presunto remedio a los males de las aulas
14.- No me gusta que apenas haya formación de temas básicos ni asesorías docentes profesionalizadas que vayan más allá de lo laboral
15.- No me gusta el poco rigor de la universidad para formar a futuros profesores
16.- No me gusta cómo está diseñado el sistema de acceso a la pública, que privilegia la resistencia por encima del mérito
17.- No me gusta que haya poco debate de fondo sobre cuestiones educativas en los centros
18.- No me gusta que se adjudiquen a dedo destinos, tutorías y grupos sin pensar en el candidato idóneo para cada caso
19.- No me gusta que desde fuera solamente se vean horarios y verano largo
20.- No me gusta la visión negativa que rodea al sistema educativo (y por eso acabo con ésta)
Y a vosotros, ¿qué más no os gusta?
1.- No me gusta el papeleo al que no le veo el sentido
2.- No me gusta llamar a unos padres y que no acudan
3.- No me gusta que no hagan la tarea aunque insista en ello
4.- No me gusta que algunos alumnos se vayan al acabar 4 de ESO
5.- No me gusta el calendario escolar actual
6.- No me gusta que vayan cambiando leyes y decretos y que en el fondo todo siga idéntico
7.- No me gusta cómo gestionan la educación nuestros políticos (¡hipócritas!)
8.- No me gusta que no contemplen exigencias elementales como la reducción de ratios
9.- No me gusta que tras el paréntesis de turno mis alumnos hayan olvidado la mitad de lo visto
10.- No me gusta que se creen grupos gueto y encima se diga que es por su bien, para atenderlos mejor
11.- No me gusta que haya compañeros profesionales del escaqueo
12.- No me gusta el amarillismo de los medios cuando tratan temas escolares
13.- No me gusta que se proponga la vuelta al pasado como presunto remedio a los males de las aulas
14.- No me gusta que apenas haya formación de temas básicos ni asesorías docentes profesionalizadas que vayan más allá de lo laboral
15.- No me gusta el poco rigor de la universidad para formar a futuros profesores
16.- No me gusta cómo está diseñado el sistema de acceso a la pública, que privilegia la resistencia por encima del mérito
17.- No me gusta que haya poco debate de fondo sobre cuestiones educativas en los centros
18.- No me gusta que se adjudiquen a dedo destinos, tutorías y grupos sin pensar en el candidato idóneo para cada caso
19.- No me gusta que desde fuera solamente se vean horarios y verano largo
20.- No me gusta la visión negativa que rodea al sistema educativo (y por eso acabo con ésta)
Y a vosotros, ¿qué más no os gusta?
jueves, 7 de enero de 2010
Supensos y nivel de exigencia
Hace un año comentaba que los suspensos se han banalizado, algo en lo que me reafirmo: no es grave suspender para los alumnos y alumnos que deberían ir razonablemente bien y que sin duda pasarán de curso acumuluan bastantes "cates" en la primera. Mañana comenzamos clases y esos suspensos son una barrera que superar también para nosotros, a nadie le gusta que sus estudiantes suspendan.
Me parece que debería trabajarse con cada alumno el nivel de exigencia para consigo mismo: si los suspensos son algo corriente porque les caen a todos; justamente el trabajo deberá hacerse en el sentido inverso: no es normal suspender para mí, sin compararme (y por efecto rebote si aumenta ese clima volverán a tener los treses y doses la gravedad que merecen). No es fácil cambiar esa percepción, porque muchas veces no se ve la utilidad de sacar más notas ¿qué más da? excepto en bachillerato donde sí cuenta la media.
Hay una serie de mensajes que creo importantes
- tener la mitad del conocimiento de una materia (el 5) no es saberla, quizá el aprobado no debería estar ahí
- las lagunas se acumulan y en los últimos años sufrirán más (¿qué tal charlas de los mayores?)
- al margen de la nota del profesor, cada uno debe ponerse una nota, hay que fomentar la autoexigencia: no pueden estar conentos rindiendo solo la mitad
- un suspenso tiene un punto de falta de respeto: no han hecho ni lo mínimo, mientras el profesor sí que lo hace, denota pasotismo y dejadez, y más si intervienen factores como la mala conducta
- los cates tienen un motivo que hay que buscar todos juntos y resolverlo, no son algo inevitable que cae del cielo y no siempre poner más horas es la única vía (aunque por supuesto estudiar es imprescindible)
- si muchos suspensos suele ser un signo de alerta para nuestras clases, hay que cambiar cosas para que cambien los resultados y no esperar a las remontadas finales de junio, porque entonces el suspenso sigue ahí, con ese valor provisional y de poca relevancia
- a medida que pasan los cursos, los milagros de última hora se vuelven más complicados, no hay que apurar tanto
La mejor garantía, sin embargo, es la satisfacción de una buena nota, intentemos que también la experimenten para que quieran repetir, seguro que todos pueden "bordar" alguna vez el examen o ejercicio, no todo serán calabazas . .
Me parece que debería trabajarse con cada alumno el nivel de exigencia para consigo mismo: si los suspensos son algo corriente porque les caen a todos; justamente el trabajo deberá hacerse en el sentido inverso: no es normal suspender para mí, sin compararme (y por efecto rebote si aumenta ese clima volverán a tener los treses y doses la gravedad que merecen). No es fácil cambiar esa percepción, porque muchas veces no se ve la utilidad de sacar más notas ¿qué más da? excepto en bachillerato donde sí cuenta la media.
Hay una serie de mensajes que creo importantes
- tener la mitad del conocimiento de una materia (el 5) no es saberla, quizá el aprobado no debería estar ahí
- las lagunas se acumulan y en los últimos años sufrirán más (¿qué tal charlas de los mayores?)
- al margen de la nota del profesor, cada uno debe ponerse una nota, hay que fomentar la autoexigencia: no pueden estar conentos rindiendo solo la mitad
- un suspenso tiene un punto de falta de respeto: no han hecho ni lo mínimo, mientras el profesor sí que lo hace, denota pasotismo y dejadez, y más si intervienen factores como la mala conducta
- los cates tienen un motivo que hay que buscar todos juntos y resolverlo, no son algo inevitable que cae del cielo y no siempre poner más horas es la única vía (aunque por supuesto estudiar es imprescindible)
- si muchos suspensos suele ser un signo de alerta para nuestras clases, hay que cambiar cosas para que cambien los resultados y no esperar a las remontadas finales de junio, porque entonces el suspenso sigue ahí, con ese valor provisional y de poca relevancia
- a medida que pasan los cursos, los milagros de última hora se vuelven más complicados, no hay que apurar tanto
La mejor garantía, sin embargo, es la satisfacción de una buena nota, intentemos que también la experimenten para que quieran repetir, seguro que todos pueden "bordar" alguna vez el examen o ejercicio, no todo serán calabazas . .
Suscribirse a:
Entradas (Atom)