sábado, 23 de julio de 2011

¡Buen camino, Peregrino!

No sé como pero de repente comencé a escuchar por aqui y por allá "Camino de Santiago". Pronto comenzaron a gustarme los relatos que oía de estos peregrinos y me puse a averiguar.
¡Vámonos a hacer el Camino! -le dije a Tomás- quien excepticamente y sin estar de acuerdo con mis locas ideas me dijo "no vas a aguantar, es pesado".

Comenzamos a averiguar en internet detalles de las rutas y asi descubrimos mucha informacion; vimos rutas, itinerarios y las fotos de una amiga en su facebook...no parecía fácil pero los relatos eran gratificantes, los paisajes preciosos y era mejor ese viaje de 7 dias que quedarse encerrados en nuestro departamento enmedio de Madrid ardiendo a 35° cada día.

Yo misma tenía mis dudas sobre mi resistencia y sobre todo, a mi imposibilidad de no quejarme o que mi ánimo cambiara por el cansancio.

Una mañana le dije a Tomás -"no puedo creerme de lo que me estoy perdiendo solo porque no estoy en buena condicion física....tengo la edad, la salud y esta es la oportunidad; o lo hacemos ahora o talvez nunca".
Al día siguiente comenzamos a ir a caminar al parque de enfrente. Me reté a demostrarle a mi esposo que yo sí iba a poder caminar durante todo un dia.
La informacion que habiamos leido decia que los peregrinos del Camino deberian preparse fisicamente con unos 3 meses de antelacion...mmmm...no tenemos tanto tiempo...teniamos apenas un par de semanas.
Una hora diaria de caminata de 2 kilometros se convirtió en caminatas de 2 horas de unos 5.5 kms diarios.
Peregrinos....casi listos...

El Camino de Santiago

Santiago, el apóstol, evangelizó aqui en la Península Iberica, antes conocida como "Hispania"; al volver a Palestina, fue decapitado por Herodes. Sus discípulos (y mejores amigos, imagino), tenian la orden de no enterrarlo, pero ellos tomaron sus restos y los enviaron secretamente dentro de una barca a lo que antes era la capital de la Galicia Romana.
Cuando sus restos arribaron a las costas, fue sepultado varios kilómetros dentro del territorio, enmedio de un bosque y con un altar en su honor. Su sepulcro permaneció olvidado durante varios siglos, 8, aunque no lo crean.
Los relatos dicen que un dia un ermitaño escuchó cánticos en el bosque que lo guiaron hasta el sepulcro del apóstol; informó lo que habia encontrado, constataron la informacion con antiguos escritos que describian el sepulcro y el rey Alfonso II se convirtió en el primer peregrino al sitio. Mandó a levantar un santuario que terminaría siendo lo que hoy se conoce como la Catedral de Santiago de Compostela, porque el sepulcro estaba en lo que se describía como un Campus Stellae o campo de estrellas -la via lactea- que guió luego a muchos peregrinos hasta el sitio en los siglos venideros.
Esa es un poquito, la historia resumida.

Andando el Camino

Resulta fascinante ver la evolución de este camino. Hacia aqui se peregrina desde tiempos medievales, asi que tambien alimenta la imaginacion pensar en cuántos han andado por los mismos senderos que tú lo haces.
Hay rutas hacia Santiago que parten del sur de España, el sur de Portugal y una muy conocida como "el camino francés" que comienza en los Pirineos franceses, con unos 800 kilómetros de extension, con una duración de unas 5 semanas andando y que cruza toda España de Oeste a Este. Esta es la ruta favorita de peregrinos de todo el mundo y fue la ruta que Tomás y yo elegimos para andar, pero en los últimos 113 kilómetros.

Durante esos 5 dias andando, nos encontramos con italianos, españoles, mexicanos, ingleses, norteamericanos, checos, muchos muchos franceses y alemanes que superaban los 50 años y que andaban con pasos ligeros y pies livianos, pues ya nos llevaban unos 700 kilómetros de ventaja andando y su cuerpo -maquinaria increible que ahora admiro más- se tomaba con relajacion los 30 ó 40 kilómetros que podian andarse ese día. Absolutamente admirable.

Y es que la ruta ya no solo es un camino de peregrinaje espiritual -su significado original-, ahora tiene unos cinco titulos de reconocimiento en Europa (itinerario cultural, natural, religioso, etc.) por lo que atrae a aficionados al ciclismo, montañistas expertos, fotografos, adeptos al buen comer y muchos más.

Como peregrinos, nos identificamos todos con el saludo "buen camino" y nos lo deciamos unos a otros al encontrarnos al paso. Esa sencilla frase crea un clima de compañerismo cada día y le transmite al otro nuestros mejores deseos en la travesía.

Son muchos los valores que predominan en el Camino: la solidaridad, la cordialidad, el compartir, la fraternidad, la honradez, el respeto, la devoción, la simpatía, la amistad, el acompañamiento....como cuando una checa nos regaló un par de platos desechables y sus cucharas para cenar sin que se lo pidieramos porque vio que los necesitabamos, como cuando un loco peregrino nos invitó a desayunar una mañana porque otro peregrino ya lo habia hecho por él cuando lo necesitaba, como cuando dejas tu mochila abierta y nadie te toca nada, como cuando invitas a alguien a una coca y una banana porque lo ves falto de energía, como cuando una lugareña instala una tienda con frutos secos, pan casero, agua gratuita para que los peregrinos tomemos lo que necesitemos por un precio simbolico o como cuando un grupo de ciclistas le va dando mensajes continuos de ánimo a un compañero que va cuesta arriba o mi esposo me toma de la mano con fuerza cuando ve que mis piernas no dan más o me carga la mochila cuando mi espalda ya no puede (gracias, amor!)....vimos tantos casos de valores en acción que asombra lo mucho que se han perdido en la cotidianidad....ese es "el espíritu del Camino" como lo citó la lugareña en un letrero.

El simbolismo espiritual

"Hay que darle un sentido al dolor, ofrecerlo" -me dijo Cristina antes de irnos y esta expresion no es extraña para los católicos devotos. Hacia tanto no ofrecía un sacrificio, jamás habia hecho una peregrinacion...asi que dije "esto hay que aprovecharlo".
Traté de llevarlo más allá y llevarme conmigo las intenciones de oración de muchos seres queridos y las de otros que sabía lo que estaban necesitando.
Yo no sé si el sacrificio haya pasado de moda ante Dios (y se haya quedado como práctica espiritual medieval) para cumplir penitencias o solicitar indulgencias o intercesión por aquellos a los que se quiere...pero yo hallé un sentido en ello.

La única promesa que le hice a Tomás para que creyera en mi resistencia física y ánimo de hacer el Camino fue No quejarme -y miren que eso ya es bastante-. Milagrosamente no me quejé ni preguntaba insistentemente cuanto faltaba para llegar al albergue, no hice capricho ni me cerré a no caminar más (pues la sola idea de pensar que talvez nunca volvería a pasar por alli me hacia recobrar los ánimos....y tambien pensar que ya no había vuelta atrás una vez en marcha).

Llegar a Santiago fue una gran emoción. Aún enmedio de la ciudad el Camino no terminaba y fuimos -siguiendo siempre esas imperdibles flechas amarillas o las conchas marinas-hasta estar frente a la mismisima Catedral. Me emocioné hasta las lágrimas y no podía creer que ya hubieramos llegado y que estuviesemos alli. Con mochilas, bastones y sombreros puestos entramos al sepulcro del apóstol...sobre su cripta hay una estrella...una que simula las muchas que antes guiaban a los peregrinos al sitio.

Al dia siguiente fuimos a la misa del Peregrino que se celebra cada día. El sacerdote mencionó durante unos diez minutos toooodos los paises desde los cuales procedían los peregrinos, entre ellos Polonia, Rusia, Ucrania, Finlandia, Australia, Croacia...???...en serio???!!!...alli se ve la magnitud de la persistencia humana...o de la fe...cómo ustedes prefieran.

Estando alli en la misa, a Catedral llena, trataba de no olvidar a nadie y pedir por todos...hasta que hubo un momento en que sentí que simplemente recordar nombres y peticiones ya no importaba porque todos estaban recibiendo ya las respuestas a sus oraciones de acuerdo a la Voluntad Divina....y que era el momento de callarme y mejor escuchar el mensaje que Dios tenía en misa para ese día. (Primera lectura, Dios revela a Moises su nombre, el Yo Soy el Que Yo Soy...)

Después de comulgar, realicé la experiencia: No voy a dejar de tener problemas en la vida (la gente de Madrid seguirá siendo "como es" y el resto de la humanidad, tambien) pero cada vez que intentamos aproximarnos mas a Dios y tenemos experiencias sencillas con él, ESOS momentos son los que harán la vida más llevadera y superable. Los problemas se minimizan ante experiencias espirituales sencillas y trascendentales.

Durante la misa tenía una sensacion que se iba acentuando y la tuve mas notoria cuando el evento concluyó: no tenía una alegría arrolladora (euforia), no tenía lágrimas en los ojos (tristeza) ni emociones encontradas (confusión), no me sentía en la cumbre de un logro (exitosa), no me preocupaba el futuro ni el regreso a Madrid, no me preocupaba el tiempo disponible o el dinero que nos quedaba....creo que sentía PAZ.


Reflexiones...algunas de muchas

Me encantan las citas o las reflexiones breves, pues encuentro en ellas la sabiduría que me transmite el vivir de otros:

Mi mente me decía: -Edith, porqué no te quedas en Madrid en lugar de irte por ese Camino a andar 8 ó 10 hrs. diarias??.
Varios días despues escuché la que debería ser la respuesta: "No es dificil adormecerse en el placer". Padre durante la Misa del Peregrino.
(supongo que todos necesitamos una razón lo suficientemente fuerte como para sacarnos de la comodidad).
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Y la que podría ser la respuesta opcional: "Dios dulcifica nuestros dolores fisicos durante el Camino, poniendo ante nuestros ojos los más bellos paisajes terrenales". Leído en un libro.
(Ver esos paisajes terrenales fue mi motivación inicial).

"Brinda una enorme libertad darse cuenta solo con tus pies puedes llegar donde tú quieras". Leído, no sé dónde.

Hubo un par de días en que ya no soportaba la mochila, Tomás me la tomaba y la cargaba por mí. Luego me di cuenta que solo faltaban uno o dos kilómetros para llegar al albergue...nada en realidad!. Supongo que todos tenemos en la vida a alguien que nos ayuda cuando falta poco para llegar....sino, encuéntrenlo!..nadie puede vivir sin acompañamiento..."La suficiencia no tiene lugar en el Camino (llámese, Vida)"

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Cierro este escrito de esta vivencia que ha sido muy especial, invitandoles a ver algunas de las fotografías de nuestro Camino de Santiago en

Con cariño,

Edith.-














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