Rosas de invierno
Madame Isaac Pereire es un rosal que no dejará de sorprenderme, cuanto más tiempo pasa más me agrada. Realmente cumplió todos los pronósticos en cuanto a mala salud del follaje, realmente en mi clima apenas me quejo de hongos, a pesar de lo cual he llegado a observar en él todo el espectro de posibles plagas: oidio, roya, mancha negra y araña roja. Sin embargo las rosas son perfectas, y el aroma inconfundible. Es uno de los rosales a los que apliqué el principio de supervivencia, tras no lograr salvar a dos ejemplares de la araña, después de no descuidarlos ni un momento decidí, como ya hace Josep, que mantendría en mi jardín a aquellos que fuesen lo bastante fuertes para adaptarse por sus medios. En un lindero casi salvaje del jardín sólo recibe riego y abono cuando corresponde, y despunte de sus flores, parece que no necesita más. Sólo parece afectarle el agobiante calor que padecemos en verano, de hecho, parece estar bastante cómodo con el frío (no demasiado), de nuestro inviern