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Charlie Asher es dueño de un edifico en San Francisco, en la planta baja de éste, tiene una tienda de objetos de segunda mano y está casado con una hermosa mujer, inteligente y práctica, que lo quiere por ser como es, normal e hipocondríaco.
Charlie le van bien las cosas... hasta el día en que nace su hija Sophie. Justo cuando se dispone en irse a casa a descansar después del nacimiento de la pequeña, vuelve a la habitación del hospital para dejarle un cd a su mujer. Nada más entrar, ve junto a la cama a un extraño y enorme negro vestido en tonos pastel, que asegura no poder ser visto... en teoría. Pero Charlie lo ve.
De ahí en adelante, comienza una serie de extraños sucesos: la gente cae muerta a su alrededor, cuervos gigantes pululan por su edificio, al parecer, allá donde va, oye siniestros susurros procedentes de las alcantarillas...
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Falta una semana para Navidad, pero no todo el mundo es feliz en el pueblecito de Pine Cove (California). El pequeño Joshua Barker necesita con urgencia un milagro navideño. Y no es que esté moribundo, ni que su perro se haya escapado de casa: es que Josh ha visto cómo a Santa Claus le abrían la cabeza con una pala. Ahora solo anhela una cosa: que el viejo barbudo regrese de entre los muertos. Lo que no puede imaginar es que alguien esté escuchando sus plegarias. Aunque no destaque por ser, precisamente, el más listo de los ángeles.
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Pocket ha sido el apreciado bufón de Lear durante años, desde la época en que las hijas del rey eran apenas unas niñas. Así que, como es natural, Pocket está junto a su señor cuando Lear exige que sus hijas hagan un juramento de amor eterno ante un nutrido grupo de invitados. Goneril y Regan no tienen inconveniente en tratar de congraciarse con su padre. Pero Cordelia considera que la petición de éste es un poco estúpida, y su sinceridad acaba por costarle su parte del reino, al tiempo que es enviada al exilio. Así las cosas, todo el país se encuentra en peligro debido al orgullo herido de un viejo tozudo. Y la única persona que, quizá, sea capaz de arreglar el entuerto es Pocket, un payaso enclenque con un mordaz sentido del humor.