2 x 1 (o uno por el precio de dos)
En una desesperada intentona de recibir noticias que me hagan olvidarme del trance, encuentro otra carta, pero esta vez de mi gimnasio; informándome de que a partir del 20 de agosto el establecimiento cambia de propietarios y que éstos han decidido que las máquinas que me mantenían (no voy a decir en forma, si no que simplemente me mantenían) van a ser utilizadas sola y exclusivamente por mujeres. Un templo de amazonas con camisetas de tirantes y leggings a las que no podré desear en silencio. Es increíble como la memoria sólo selecciona lo óptimo de los recuerdos y borra a las jubiladas de los steps y a los porteros de Matineé Group. Ay, como echaré en falta a mis niñas… Con la carta, una tarjeta; de una tal Sonia invitándome a formar parte de uno de los más hedonistas de los Health Club Barceloneses.
Sin recuperarme aun del impacto-vodafone, llamo a Sonia (desde mi móvil a 203,98€ el mes) y concertamos una cita.
No voy a entrar en las estrategias de marketing, o masters en publicidad que pueda tener esta chica. Pero desde el momento en que me ha plantado dos besos y mi pituitaria ha reconocido Envy de Gucci, he sabido que estaba perdido. Lo único que me faltaba saber era cuanto me iba a costar. ¿Qué le voy a hacer? Soy fácil y de gustos caros… Total, sólo es el doble que mi anterior gimnasio, y ahora voy a tener piscina, jacuzzi, trainer personal el primer mes y mi propia taquilla. Sin mencionar la posibilidad de oler su Envy y de que quizá un día acepte tomar un batido (proteínico o no) a la salida.