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22.2.18

Los sistemas de Google

El otro día me pregunté qué pasaría si fallaran los sistemas de Google. Todo lo que contiene mi blog está almacenado en algún ordenador de California o en cualquier otra parte del mundo. Si Google colapsara, lo que he escrito en estos años desaparecería.

Quizá avisaran a sus usuarios y dieran un plazo razonable para descargar los datos pero, ¿y si no pudieran hacerlo? ¿Y si la compañía sufre una bancarrota súbita? ¿Y si es afectada por un pánico bursátil? O aún peor, una caída total del sistema o un fallo en las fuentes de energía. Entonces no tendría tiempo de reaccionar y mis relatos se perderían como lágrimas en la lluvia.

Cierto es que algo muy serio debería ocurrir para que Google sucumbiera, y tal vez lo último que me preocupara entonces fueran mis escritos. Qué estúpido, pensé, acordarse de unos cuantos textos en una situación así. Pero a mí, sin embargo, me parece importante.

21.5.15

Tántalo

Todas las noches, cuando me duermo, me convierto en Tántalo. Porque te veo en una cama ante mí. Y estás desnuda. Y tienes la piel muy suave. Y tu pelo es rizado. Y tus pechos son perfectos. Y tus caderas. Y tus piernas. Y tu cuerpo entero. Y yo extiendo mi brazo, porque quiero tocarte. Y abrazarte. Besarte. Tenerte. Y no puedo. No puedo. Nunca puedo.

21.4.15

Los huracanes

Cuando un huracán llega a una ciudad arrasándolo todo, lo normal es que la gente huya despavorida. Que cada uno agarre lo que pueda y salga corriendo. Esto sería lo natural, pero no siempre sucede así. Algunos, en lugar de huir, quieren acercarse a él.

Sí, hay quien ve un huracán entrar por la puerta y sólo quiere abrazarlo. No es que no sepa que es un huracán, claro. Lo sabe perfectamente. Pero tal vez piensa que este huracán es diferente a los otros. A lo mejor cree que el huracán no va a hacerle daño. O sabe que se lo hará, pero ya se preocupará por eso más tarde. Así que olvida todo y corre a su encuentro. ¿Y qué ocurre con él entonces? Pues que el huracán hace lo que hacen los huracanes: engullirlo y destrozarlo.

25.10.14

¿Qué es el amor?

El amor es una noche de terror y tristeza en la que brillan lejanos relámpagos de alegría.

20.4.14

26

Soñé que estaba perdido en la oscuridad. Junto a mí había un hombre con la frente y las manos llenas de sangre. Quise acercarme a él, pero antes de que pudiese tocarle se alejó y se desvaneció.

Se desvaneció en la oscuridad.

27.8.13

El pozo de la tristeza

Camine o esté quieto, tarde o temprano pierdo pie y termino por caer al profundo pozo de la tristeza. Al principio nada noto, pero pronto desaparece la luz y sólo hay sombras, y sombras. Caigo y caigo, y no sé a dónde voy ni cuánto durará, y dejo de oír lo que hay arriba, ya no oigo nada, sólo silencio, sólo a mí mismo. Pienso que golpearé en el fondo, pero siempre hay más metros más al fondo, más sombras, más silencio. Al fin llego abajo, y no veo nada arriba ni a los lados, ni en ninguna parte, y no sé salir ni encuentro una mano en la oscuridad, no oigo voz alguna en las tinieblas. Empiezo a tentar, quiero salir; estoy allí solo y sólo hay sombras, mucho frío y sombras. Perdido en la oscuridad, buscando sin esperanza una luz, en el profundo pozo de la tristeza.

27.4.13

El mundo del mañana

En el mundo del mañana no habrá libros. Es posible que haya cuentos e historias, pero no libros. Ya no tendré la opción de aislarme entre sus páginas. Ya no podré sostenerlos en mis manos, ni dormir cada noche rodeado por ellos. Quizá no existan ni siquiera novelas, habiendo por ahí tanta buena colección de citas.

En el mundo del mañana nadie tendrá un nombre, sino apenas un @apodo. No se podrá tampoco disfrutar el extraño placer de no saber algo, porque toda información estará disponible. No podremos recordar ni paladear nada en la memoria, ya que cualquier dato de nuestro pasado lo tendremos al alcance de los dedos en el mundo del mañana - ¿o eso era ya hoy? -.

El fútbol también será diferente en ese mundo. Ya no será fragor de gritos y voces en los bares, rodeados de gente; será un acto individual que vivirá cada uno en la soledad de su casa. Y el "¡gol!" dejará de ser ese bramido inmenso que hace temblar al mundo y se convertirá en un trending topic silencioso.

En el mundo del mañana las máquinas programarán a las personas, y no al revés. Nadie tendrá a lo que dedicarse, pero no le daremos importancia. Tampoco habrá nada importante, ni perdurará nada. El mundo del mañana probablemente será un fantástico mundo, lleno de revoluciones y sinergias. Avances que muchos no podemos entender. Nuevas dinámicas, conexiones imposibles. La tranquilidad de que el noventa y nueve por ciento, con autoridad magnánima, te diga qué está bien y qué está mal. Un mundo de progreso.

Sí, el mundo del mañana sin duda será un estupendo lugar. Pero yo no estoy seguro de que vaya a gustarme. Tal vez sea porque no he entendido nada, pero no acaba de convencerme. Quizá me quede en el ayer, a ser posible. Sí, eso es lo que voy a hacer. Buscaré un tren que salga para allá. Entre tanto espero aquí en los andenes del presente: que progresen los otros.

8.3.13

Garra de Jaguar

No sé cuándo tomé la determinación. Tenía que ser Garra de Jaguar. Ya no servían los trucos, ni el ganar tiempo. No podía esconderme ni huir. Se me agotaba el aliento y las horas habían corrido en mi contra. No, lo pequeño no servía, era inútil ya. Debía ser Garra de Jaguar. Tenía que convertirme en él, necesitaba una manada de asesinos rabiosos detrás de mí y fiera determinación para enfrentarme a ellos. Ser Garra de Jaguar y olvidarme de la vida y la muerte. Sólo que no sabía si podría hacerlo, si había sangre y energía en mí para eso. No sabía si lograría convertirme y ganar, pero todas las demás opciones estaban agotadas.

9.3.12

25

Avanza la noche, se aleja la luna. La vigilia termina, se acerca la aurora. Pronto comenzaré el último viaje. Una carretera en la llanura y, de repente, ninguna parte.