Como habréis imaginado por el título de la entrada, vamos a comentar el tema de Lucía Etxebarría. O mejor dicho, aprovecharemos su andanada para ver qué opinamos de la piratería relativa a libros - puesto que este blog es sobre todo literario, nos centraremos en cómo afecta a aquellos -.
Lucía Etxebarría ha anunciado
que no publicará más libros puesto que las ventas del último han sido menos numerosas que las descargas ilegales. Cosa que a mí me parece lógica, aunque creo que la escritora ha hecho una estupidez. Si yo hubiese estado en su lugar, simplemente habría dejado de publicar sin dar más explicaciones - tampoco creo que nadie se las hubiese pedido nunca -.
Al proclamarlo sólo ha conseguido una cosa - no sé si lo que pretendía - y es que le lluevan todo tipo de insultos, improperios y ataques personales. Gente que seguramente no ha abierto un libro en su vida, personas que no leen ni el
Marca pero por supuesto saben muy bien quién es Lucía Etxebarría, aunque sólo les suene el nombre - dudando un poco si es de actriz, cantante o famosilla de la tele - o ni eso. Pero internet es así, ya sabéis. Si se habla de física cuántica, pues soy físico. ¿Que hablan de Corea del Norte? Pues soy experto en dicho país, aunque no sepa ni dónde está. Y por supuesto que si hablan de escritores soy el que más lee de toda la red, eso que quede claro. Aunque el último libro que abriera fuera el que me cayó en los exámenes del instituto.
Por supuesto que cosas como la
SGAE y sus políticas no me gustan nada, creo que el siglo XXI tiene que traer otras formas de edición que otorguen más poder al autor. Pero nunca he entendido la filosofía de la gratuidad absoluta. Una persona que escribe por afición - como yo - necesita un sustento con que cubrir sus necesidades - como cualquier hijo de vecino -. Esto significa que sólo podrás escribir en las horas que te deje tu trabajo, esto es, un par de horas antes de acostarte o antes de ir al curro, o los fines de semana.
Stephen King dice que para ser escritor hay que leer cuatro horas al día y escribir cuatro horas al día. Lo que es, básicamente, una jornada laboral. Un escritor tiene que echarle muchas, muchas horas a sus libros. Además, en según qué casos, quizá tenga que viajar, visitar museos, comprar material para documentarse, etc. Eso cuesta dinero. Pero sobre todo tiene que comer, pagar un alquiler, vestir y alimentar a sus hijos, etc.
¿Cómo vivir sin cobrar? ¿Cómo vivir de gratis? Es un tema que he tratado muchas veces con bastante gente, en el mundo real y aquí en la red. Cuando aparece la inevitable pregunta siempre ocurre lo mismo; sobre todo en internet, los partidarios de la piratería y la gratuidad empiezan a hablar de "otros modelos de negocio", "vías inexploradas", "si experimentasen un poco no tendríamos este problema", "existen otras formas de hacer dinero con el arte que no se han planteado...".
Entonces es cuando tú, en tu ignorancia, les pides que te expliquen claramente de qué vías hablan, cuáles son esos modelos, en qué consisten esas formas milagrosas de hacer dinero sin cobrar por el libro (o disco, o lo que sea). En el caso de los músicos está claro: los conciertos. Pero en este blog hablamos de literatura. ¿Cómo puede vivir un escritor o sostenerse una editorial sin vender libros? Es llegados a este punto cuando se ponen a hablar de "coyunturas", "contextos" o te saltan con alguna resolución judicial de algún país de Europa del norte o con algún enlace en inglés que han encontrado por la
Wikipedia. Pues no. No me vale.
Yo pido desde aquí a todo el que me lea - y esté a favor de la "cultura libre" y de la gratuidad - que por favor utilice
el formulario de comentarios para explicarnos, de forma clara y sencilla, cómo puede vivir un escritor si no recibe ningún dinero a cambio de lo que escribe. No pido enlaces raros, ni citas de no sé quién, ni coyunturas ni sintaxis. Quiero un "pues mira, tú haces esto y ganas dinero de tal manera". A ver si lo conseguís.