Samaí Torres- El poeta español obtuvo el galardón con “Daguerrotipos moderadamente apócrifos”, un libro de poseía en prosa donde el autor
juega con diversos personajes y temas.
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Foto: en El Heraldo |
TEGUCIGALPA, Honduras
El poeta español Ramón García Mateos recibió el galardón que lo acredita como el ganador del II Premio Iberoamericano de Poesía “Juegos Florales de Tegucigalpa”, por su obra “Daguerrotipos moderadamente apócrifos”.
En el concurso, organizado por la Alcaldía Municipal del Distrito Central, participaron más de 700 poetas de países de habla hispana. El fallo del jurado, integrado por la académica española Carmen Ruiz Barrionuevo y los poetas Efraín Bartolomé (México) y Rigoberto Paredes (Honduras), fue unánime.
El libro, con una gran riqueza de personajes reales y ficticios y temas como el descubrimiento de uno mismo, la dimensión de un engaño, el amor, el desamor, la soledad y la muerte, son abordados por García en estos poemas en prosa. Vida Cultural habló con el poeta, quien además es maestro de lengua y literatura.
En su libro escribió que “el poeta es triste actor de su propia tragedia”, ¿por qué? Eso parte de una cita de Fernando Pessoa, poeta portugués, que escribió que el poeta es un fingidor, y finge hasta el dolor que verdaderamente siente. La escritura es revivir una experiencia, que puede ser real y también puede ser una experiencia literaria, o artística, no necesariamente tiene por qué ser una experiencia vivida en primera persona. Entonces por eso digo lo de triste actor de su propia tragedia, porque es redimir un sentimiento que pudo ser doloroso, o que frecuentemente es doloroso, y que a través de la literatura los salvamos, o nos salvamos a nosotros mismos.
¿Por qué hizo esa combinación de personajes en sus poesías? , porque vemos en ellas a un pistolero, a poetas y hasta personajes de la mitología griega. Es un libro que, de ahí también el título que si lo acercamos a un lenguaje más coloquial sería algo así como retratos escasamente verdaderos, tiene por lo tanto un trasfondo de realidad que la literatura lo transforma. Y ves que hay personajes reales y personajes literarios con los cuales se juega constantemente a lo largo de todo el libro.
Y hay incluso el “yo” poético, que en esta forma es un personaje literario y es el que empieza y cierra cada una de las tres partes del libro diciendo “yo escribo en los bares”. Esos personajes sirven para transmitir emociones desde el distanciamiento casi desgarrador. Normalmente estamos habituados a que el poeta escriba en primera persona y hable de sí mismo, pues aquí un poco el juego es que sean otros los que sientan esas emociones, ese desvalimiento, sean otros los que amen y sean otros los que odien.
¿Ha experimentado con otro género literario? Yo me considero fundamentalmente poeta, y luego digamos hay otros caminos en los cuales yo he trabajado, más en el campo de la investigación. Tengo varias cosas de ensayo, tengo un mundo que me apasiona que es el de la relación literatura-folclore, creo que es un terreno absolutamente apasionante, sobre eso he escrito algunas cosas. Y luego viene un tiempo en que quizá los daguerrotipos sean producto de eso, acercándome también al mundo del cuento. Yo acabo de publicar un libro que se llama “Baza de copas” que es un libro de cuentos que obtuvo el Premio Tiflos. Pero bueno, son cuentos también de alguna manera con cierto tono poético, con una técnica de construcción muy similar a la del poema.
¿Cómo supo de este concurso? Fue pura casualidad, de esos azares. No lo recuerdo exactamente, pero sé que fue vagabundeando por Internet, y me encontré con la convocatoria del premio, y me llamó la atención dos cosas: por un lado, que fuera una convocatoria en Honduras, abierta a todos los escritores de habla hispana, y luego otros dos motivos más pragmáticos, uno era el hecho de que se podía enviar a través de Internet, que es tremendamente cómodo, y luego finalmente lo que me acabó de decidir era el hecho de venir a Honduras, de que la convocatoria decía que la organización se haría cargo de los gastos de los ganadores para venir a recoger el premio, pues yo no conocía Honduras, sí otros países americanos, y fue lo decisivo y pensé en que tal vez tenía suerte.
¿Cómo reaccionó al recibir la noticia de que había ganado? Yo soy bastante despistado de algunas cosas, y prácticamente no me acordaba, sí sabía que había mandado mi libro pero no lo tenía presente, y fue más de medio año después de haber mandado el libro que a mí me comunican la obtención del premio. Y luego la segunda cuestión es que a mí me llama el alcalde, y con la diferencia horaria la llamada fue después de las 3:00 de la mañana en España, y entonces sonó el teléfono, y yo tengo la sensación de que es imposible que nadie te llame después de las doce de la noche si no es para darte una mala noticia evidentemente; y cuando cojo el teléfono y recibo la noticia de boca del alcalde debí quedar como si fuera un poco tonto, casi solo llegas a decir “gracias, estoy muy feliz y muchas gracias”, luego cuando ya lo pensé y asimilé, me sentí satisfecho primero por el premio, y luego tener la satisfacción de que la presentación sea de Luis Manuel Pérez Boitel, que es un poeta magnífico,y el hecho de sumarme a esa lista de un premio que es para todos los escritores de habla hispana, y que además tiene una edición de tres mil ejemplares, y que tiene añadida una cuestión que es afectivamente muy bonita, que es la distribución gratuita, eso te da una satisfacción muy especial.
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