sábado, 25 de agosto de 2012

De fábula

 
Cuando Monterroso despertó, los animales habían hecho de las suyas. La oveja negra gobernaba un país de ovejas blancas, el camaleón había perdido el interés por los juegos de espejos y la rana, matrona de voz grave, soñaba con un par de ancas biónicas. Pero lo que más sorprendió al escritor fue su autobiografía escrita por un dinosurio.

3 comentarios:

Héctor Ugalde dijo...

¡Excelente fabulación del despertar de Monterroso! :]

josé manuel ortiz soto dijo...

Héctor, por fortuna Monterroso tienbe textos excelentes que superan con mucho al dinosaurio, ojalá volvamos a ellos más seguido.
Un abrazo.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Me parece un gran homenaje a Don Augusto, José Manuel, porque en él esbozas ese deseo de darle una última vuelta a las cosas para encontrar el mensaje en lo fantástico.

Un saludo,