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viernes, 4 de abril de 2014

Lloraré mis lloros a la lluvia...

 
Cuando ayer de vuelta a casa mi Piojo me soltó esa frase, Lloraré mis lloros a la lluvia, pensé "Uhm, ¿me ha salido un cantautor?". Lo primero me dio un ataque de risa porque no podía ser más peliculero y lo segundo me sentí orgullosa de mi pequeño poeta, ja ja ja. ¿Y a cuenta de qué venía la poética frase? 

Como cada día subíamos por la avenida hacia casa y venía bla bla bla bla, contándome sus batallas: las reales y las imaginarias, porque Don Quijote y sus luchas contra los gigantes son una chiquillada al lado de las aventuras de mi hijo. Sí, el Piojo tiene una imaginación increíble. Sí, cierto fomentada en casa a través de nuestros cuentos inventados en los que él participa como protagonista y narrador. Y sí, supongo que la imaginación la saca de la mami que está todo el día dándole a la tecla inventando historias, escribiendo novelas o, al menos, intentándolo.

Bien, como iba diciendo venía contándome sus aventuras, gran parte de ellas situadas en su casa del molino, prometo hablar de ella en un post, merece uno propio. El caso es que de pronto paró de contar sus historias y empezó con:
 mamá, estoy cansado, dame un abracito subido

Muy listo mi piojo, en realidad, quería que lo llevase en brazos. Sí, me da pena, igual soy una mala madre por no hacerlo pero ¡ya no puedo con sus casi 19 kilos! 

_Eric, yo también estoy cansada. Anda ya queda poquito. Ahora cuando llegues a casa te tumbas en el sofá.
_Pero, mamá es que estoy cansadito.

Grrr...es más listo que el hambre. Sí, pone voz de pena, ojitos tristes y te mira con carita de pena. 

_Cielo, me duele mucho la espalda de subirte ayer en brazos. Venga vamos a ver como han crecido las flores azules.

Intento una vía de escape y él sigue bla bla bla en sus treces intentándome convencer que yo no estoy cansada y él sí. Sigo mi camino mientras él va todo el rato soltándome su triste discurso y entonces se para en medio del parque y me suelta:

Mamá, ya que tú no me entiendes y no me haces caso le lloraré mis lloros a la lluvia.

Y ahí me di cuenta que sí, ciertamente, influenciamos a nuestros hijos con la música que oímos. Mi piojo no ha crecido con el cantajuegos ni música infantil. Él se ha dormido acunado por Ismael Serrano, Jesús Garriga, Sabina, Serrat...y claro así él niño me suelta estas frases. Hala, veré si yo también le puedo llorar mis lloros a la lluvia...

Besitos Avainillados