Gabo Ursus, Eric (en mi barriga a una semana de salir) y yo. |
Nunca tuve perro. El más cercano era Epi, el perro de mis abuelorros pero en casa de mis padres nunca tuvimos. Ya había suficiente con cuatro fieras en casa, ja ja ja. Siempre pensé que cuando tuviera mi propia casa tendría uno. Sí, ese era mi pensamiento, eso sí, nunca me imaginé con un pastor alemán. Ejem, menos aún con un perro diminutivo. Imaginaba uno de tamaño medio. Cuando papá piojo llegó a mi vida y nos fuimos a vivir juntos hablamos de tener un colega canino en casa. Y de pronto, él comenzó a hablar de Goldens, Labradores y Pastores Alemanes...
Y así mi querido Gabo Ursus llegó a mi vida. Uff, no me detendré en detalles porque los ojos se me humedecen hablando de él. Gabo era increíble. Mi más fiel amigo durante cinco años. Más que eso era mi familia en una ciudad en la que no tenía a nadie, salvo a papá piojo. Era enorme y su corazón aún más. Uff...
Cuando estaba embarazada de piojo le hablaba de él, era su cachorrito humano y me chuperreteaba la barriga como si le estuviera dando besitos. Se acurrucaba colocando su cabeza sobre mi barriga. Ja ja ja, en más de una ocasión se sobresaltó con las patadas del piojo. No llegó a conocerlo, una semana antes de nacer el piojo... Gabo nos dejó.
Nunca he llorado tanto en mi vida como ese día y los que siguieron. Y en ese momento me sentí una rabia enorme porque mi hijo no iba a tener al mejor colega del mundo. Sabía que no podía permitir esa situación y con el paso del tiempo decidimos tener otro Gabo. No le cambiamos el nombre porque el piojo llamaba a todos los perros así, ya hablé de ello en Cuando los perros eran perros.
El Comando Piojo |
Y Gabo, el Gabo del piojo, el Gabo del Comando Piojo, el colega canino de mi piojo, llegó a nuestras vidas cuando el piojo cumplió 1 año. Se hicieron inseparable desde el principio. Bueno, tras los primeros celillos del Piojo, je je je, todo hay que decirlo. Ahora siempre están juntos. Si estamos en el parque y no vemos al piojo con buscar a Gabo tenemos. No lo deja solo. Es su más fiel escudero.
Sí, su más fiel escudero pero estos días he descubierto una nueva faceta. Sí, Gabo lo protegerá de todos los males del mundo pero tiene bien claro que yo soy la MADRE y como tal me tiene que obedecer. Ja ja ja...me rió porque la escena fue divertida. Cuento:
El Comando Piojo en la hora del cuento. |
Llamo al piojo, una, dos..tres veces. Nada. No responde. Salgo en su busca y escucho una algarabía en el salón. El piojo mosqueado con Gabo y Gabo empujándolo con el hocico. Juro que flipé en colores, ¡Lo empujó por el salón y el pasillo hasta dejarlo a mi lado! La semana pasada pensé que eso había sido una pura anécdota pero no. Tres veces se ha repetido la historia. Tres veces que el piojo no ha acudido a mi llamada.
¡Me ha salido un ayudante! Y Piojo tiemblaaaaaaa no me va a hacer falta preguntarte si has hecho los deberes, ja ja ja ja, Gabo no te dejará levantarte de la mesa hasta que no los termines, ja ja ja ja ja...
Besitos Avainillados